Vicente Vallés había dado paso al bloque del debate dedicado a la corrupción en las Instituciones y Margarita Robles había pedido el turno de palabra para descargar una batería de reproches contra el Gobierno por su escasa colaboración para erradicar este problema. Entonces, a la socialista le bailaron las siglas y acusó a su partido de ser negligente en este tema: “"El PSOE se ha puesto para otro lado, no ha ayudado ni colaborado con los jueces”, afirmó, ante la incredulidad de Andrea Levy y la sorpresa de una Inés Arrimadas que apenas si pudo contener la carcajada.
La confusión de Robles fue la principal anécdota de un coloquio ideado por la directora de Informativos de Antena 3, Gloria Lomana, y que contó con un formato más abierto y fluido que anteriores citas de este tipo, como las organizadas por la Academia de Televisión. Fue seguido por más de 2 millones de personas, con una cuota de pantalla superior al 12% y con una amplia repercusión en las redes sociales.
Levy (PP) concentró la mayor parte de sus esfuerzos en repeler los ataques contra Mariano Rajoy y su equipo. Inés Arrimadas (Ciudadanos) se esmeró en explicar en que hay mucho mundo más allá de los partidos de la vieja política y prometió demoler los “chiringuitos” que han creado para el gozo y disfrute de sus miembros. Carolina Bescansa (Podemos), con su tono monocorde y pausado, hizo un llamamiento para limpiar la Administración de corrupción y apostar por la supuestamente cristalina democracia que defiende Unidos Podemos. Y Margarita Robles (PSOE) se esforzó en desmontar el tópico que llevan los nuevos partidos por bandera, que afirma que el tiempo del PP y el PSOE ha llegado a su fin y se empeña en negar sus logros del pasado.
De esta juez fue el principal desliz del debate, al acusar, sin quererlo, a su partido de ser cómplice de los corruptos. En sus intervenciones, prácticamente dedicó los mismos esfuerzos a exponer su programa que a recordar las hazañas pretéritas de su partido y los principales hitos de su currículum. “Yo soy de otra generación (respondió a Levy) y llevo 35 años partiéndome la cara en la lucha contra la corrupción (…) Lo mío no son palabras, son obras”, recordó.
En el bloque dedicado a la economía, las cuatro representantes no se saltaron ni una línea del guión que escribieron sus partidos para las anteriores elecciones. Como si lo de ayer fuera una reposición de un debate de la anterior campaña, las candidatas de la oposición recriminaron a Levy la temporalidad de los contratos del Ejecutivo, el estancamiento económico, la reforma laboral, la extrema delgadez del fondo de pensiones y la falta de cintura para esquivar las presiones para cumplir el déficit de Bruselas. La popular, por su parte, insistió en que el ritmo de creación de empleo en España es el segundo más alto de la Eurozona y en que Mariano Rajoy ha reactivado la economía española.
“Yo vivo en la calle, no vivo en el plasma”, le reprochó entonces Robles, a lo que Levy le contestó: “Y yo vivo en el cielo si te parece”. Arrimadas, que no estaba de acuerdo con estos dos partidos, añadió poco después: “Si depende del PP y el PSOE el que se cree empleo, entonces vamos 'aviaos'”.
Como era de esperar, también surgió el tema de Venezuela y Bescansa criticó que algunos partidos lo hayan “instrumentalizado”. Tras escucharla, Levy incidió en que Podemos se ha disfrazado de socialdemócrata”, aunque, en realidad, “es un lobo con piel de cordero”.
Pasada la medianoche, y ya oficialmente en tiempo de campaña, las cuatro participantes contaron con un minuto para pronunciar un discurso final para exponer las líneas maestras de su programa. Con su rictus inmutable, Bescansa se lo dedicó a las mujeres, desde las amas de casa hasta las que peinan canas. Robles reivindicó la historia del PSOE y destacó su proyecto para las clases populares. Arrimadas llamó a poner fin a la Era de socialistas y populares; y a no dejar pasar la oportunidad de votar a un candidato (Rivera) “honesto, valiente y decidido”. Y Levy, de carrerilla y con una parte de su intervención en catalán, defendió a un PP que asegurará el Estado del Bienestar y la unión de los españoles.