Incitaban a los delincuentes a robar y cuando cometían los atracos los abatían sin escrúpulos. Así actuaba el "Escuadrón de la Muerte", un grupo ilegal de la Policía Nacional de Perú, que con esta acciones buscaban medallas y ascensos. Uno de sus miembros, que estaba buscado por la INTERPOL, se había asentado en Guadalajara y ya ha sido detenido por la Policía Nacional.
Este 'Escuadrón de la Muerte' pertenecía al Grupo Especial de Inteligencias contra el Crimen Organizado denominado "Geico", que funcionaba en la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la PNP. El fugitivo localizado en España era Alberto Mio Morocho., según informan a Vozpópuli fuentes de la investigación.
Está acusado del asesinato de tres personas en el distrito de Santa Snita-lima, de seis personas en Chiclayo el 3 de diciembre de 2013 y de una persona en Banqueros de Ascarruz el 9 de septiembre de 2014. Un total de 10 homicidios.
Entre los años 2012 y 2016, y tras falsear información de inteligencia, simulaban enfrentamientos y abatían a personas inocentes, hechos por los que le solicitan una pena de 35 años de prisión. Este grupo ilegal se formó en la ciudad de Piura y operaban en Chiclayo, Trujillo y en otras ciudades al norte del país.
Estaba liderado por el excomandante de la Policía Nacional de Perú, Raúl Prado Ravinés, que contaba con lugartenientes como Carlos Llanto Ponce y Williams Castaño Martínez, según publicó la prensa local. Según estos medios uno de sus casos más relevantes fue el asesinado cometido el 27 de febrero en la urbanización Los Bancarios. Acabaron con la vida de cuatro delincuentes que fueron engañados.
Medallas y ascensos
Este grupo de ladrones fueron llevados a una zona, donde presuntamente iban a cometer un robo a un empresario, por un agente que se encontraba infiltrado en la red. Los policías tendieron una trampa a los delincuentes y les abatieron sin contemplación.
Uno de los miembros del "Escuadrón de la Muerte", un ex suboficial, huyó a nuestro país y fue localizado en Guadalajara. Está acusado de cometer 10 asesinatos. La investigación comenzó hace pocos días cuando los agentes españoles recibieron una solicitud de colaboración por parte de las autoridades judiciales y policiales de Perú, a través de la OCN INTERPOL Madrid, para realizar gestiones sobre la averiguación del paradero de un prófugo a través de la correspondiente Notificación Roja.
Un grupo de casi un centenar de policías
Según las autoridades peruanas, el grupo ilegal se dedicaba a captar informantes, pagados por la organización, quienes incentivaban a delincuentes de nivel bajo para cometer delitos como secuestros o robos millonarios, información que luego filtraban al grupo policial. Así, los agentes del Escuadrón de la Muerte sorprendían a los delincuentes para abatirles a disparos, informando posteriormente que los tiroteos habían sido producto de enfrentamientos arriesgados.
Tras la información, los investigadores iniciaron las gestiones para lograr su localización hasta descubrir que residía con su familia en Guadalajara. Finalmente, la pasada semana era detenido en los alrededores de su domicilio y, posteriormente, fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional.
El objetivo del Escuadrón de la Muerte era conseguir condecoraciones, medallas y ascensos. Estaba formado por 16 oficiales y 80 suboficiales de la Policía de Perú. En 2019, la justicia del país dictó 36 meses de prisión preventiva para el líder de esta organización y una orden de búsqueda y captura ya que se fugó en ese momento de Perú.