ETA ha emitido este sábado un nuevo comunicado en el que aplaza la decisión de una posible entrega de armas y se limita a anunciar que realizará "aportaciones significativas sin tardar". Desde que la banda terrorista decretó su cese definitivo de la violencia hace más de dos años, son muchos los agentes implicados que le han instado a dar ese paso o han especulado con el desarme sin que la organización criminal, por el momento, haya dado respuesta.
La banda sí ha dado por cerrado el debate acerca de su no disolución como acredita el documento interno 'Euskadi ta Askatasunaren 2012ko eztabaida prozesua' fechado en 2012 y en el que se relatan las conclusiones del proceso de debate posterior al cese definitivo de la violencia.
Tras ese periodo de reflexión, ETA renunciaba a su papel de vanguardia política y cedía el mismo a las organizaciones de la izquierda abertzale, pero dejando claro que se reservaba para si la negociación con el Estado de lo que denomina las consecuencias del conflicto, es decir, el desarme además de la excarcelación de sus presos o el retorno de los huidos. No obstante, como acredita la redacción de su último comunicado, en la práctica ETA no renuncia a esa función de seguir marcando las líneas estratégicas al instar a su entorno a que avance por una "vía vasca" frente a las negativas de España y Francia.
Que ETA no tiene previsión de disolverse es algo que a día de hoy asumen tanto las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Europa Press como el propio entorno de la organización criminal. Por tanto, el debate se centra en la posible entrega de armas o los gestos que pudieran partir de la organización.
Se vaticinó para finales de 2013
Sectores de la política vasca filtraron el pasado de verano que ETA daría un paso en este sentido antes de que finalizase 2013, sin embargo estos pronóstico no se cumplieron. En su lugar, el 28 de diciembre, el Colectivo de Presos de ETA anunció su disposición a asumir las soluciones individuales que marca la Ley para acogerse a beneficios penitenciarios sin que por el momento conste que hayan pasado del anuncio a los hechos.
El propio lehendakari Urkullu ha introducido recientemente otro plazo y ha vaticinado que el anuncio del desarme se producirá en los próximos seis meses. Hoy mismo, el líder del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, decía que el comunicado de anoche es la antesala de otro comunicado para anunciar el desarme.
En marzo de 2013, la Comisión de Verificadores del alto el fuego patrocinada por la propia izquierda abertzale lanzó un últimatum a ETA de seis meses. Si en ese plazo de tiempo --que expiraba en septiembre-- no daban un paso significativo hacia el desarme, disolverían la Comisión. Ese paso tampoco llegó, pero los verificadores decidieron continuar con sus labores pese a todo.
Las recomendaciones del Foro Social sirvieron de percha a ETA para mentener la expectativa ya que se le interpelaba directamente acerca de una entrega de armas. No se le pedía una disolución, pero sí el "desarme y desmantelamiento de estructuras militares".
Recomendaciones del foro social
Pero ETA contestó en julio con un primer comunicado en el que aseguraba tener "matizaciones" que hacer a esas conclusiones del Foro Social en torno a las cuáles decía tener algunos "desacuerdos".
En aquel comunicado, la banda emplazaba a un futuro pronunciamiento más en profundidad de aquellas recomendaciones, sin embargo, esa respuesta tampoco se ha producido a día de hoy. Más allá de valorar positivamente la iniciativa, en su último comunicado conocido ayer, los terroristas se limitaban a comprometerse a contactar con la Comisión para Impulsar el Proceso de Paz presentada el 23 de diciembre como una iniciativa más del Foro Social.
Altos representantes de la lucha antiterrorista informaron el año pasado a Europa Press de que la banda llevaba meses con la intención de dar un paso, pero se niegan a hacerlo si a cambio no hay contrapartidas por parte del Gobierno.
El Gobierno pide la disolución
De hecho, estas mismas fuentes informan de que el año pasado los terroristas llegaron a grabar un video en el que se mostraba el sellado de un zulo como símbolo de una entrega de armas. No obstante, estas imágenes no llegaron a ser difundidas. A día de hoy, las mismas fuentes consultadas indican que no tienen información acerca de una posible entrega a corto plazo.
En ese sentido, son significativas las palabras del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien el pasado diciembre y en el marco de un nuevo clima de especulaciones sobre un posible desarme advertía a los terroristas de que no iban "a aceptar escenificaciones" a la hora de entregar las armas.
También desde Interior han recibido con indiferencia el último coomunicado del banda respondiendo que el único pronunciamiento que esperan es el de la disolución definitiva, una tarea para la que siguen trabajando las fuerzas de seguridad, según han dicho fuentes de ese Departamento.