El 'efecto Feijóo' en las encuestas electorales empezó a notarse muy pronto. Apenas cinco días después de ser proclamado nuevo presidente del PP, Metroscopia situó al partido como primera política con un 29,2% de intención de voto y 122 escaños, en una tendencia que se ha consolidado con el paso de las semanas. En los últimos estudios demoscópicos, además, se demuestra que el relevo en el principal partido de la oposición, unido a la actual crisis económica, también está pasando factura al PSOE y al bloque de la izquierda.

Es lo que revela, por ejemplo, el último barómetro, correspondiente al mes de mayo, realizado por 40dB para El País y la SER. Según esa encuesta, publicada ayer, PSOE y PP estarían en un empate técnico en cuanto a intención de voto (26,2% frente a 25,8%), pero los populares obtendrían más diputados (108 a 106). Además, la suma con Vox (64) y Navarra (2) dejaría al bloque de derechas a dos escaños de la mayoría absoluta, que podrían blindar los dos diputados que obtendría Coalición Canaria.

Las posibilidades de alcanzar La Moncloa, por tanto, se han multiplicado para el PP y en Génova son plenamente conscientes de ello. No obstante, más allá del reparto de escaños y del crecimiento demoscópico del último mes, desde el entorno de Alberto Núñez Feijóo destacan, sobre todo, la evolución de los dos bloques -izquierda y derecha-, y la conclusión es clara: el panorama electoral actual es casi idéntico al de 2011, cuando Mariano Rajoy obtuvo la mayoría absoluta más holgada de la historia.

Sánchez, con "cara de Zapatero"

Así, las fuentes consultadas por Vozpópuli destacan que la encuesta de El País coloca la suma de PSOE y Podemos en datos muy similares a los que obtuvo la suma de votos del Partido Socialista e Izquierda Unida en las elecciones de 2011: 36,4% ahora frente al 35,68% de 2011. La derecha (PP, Vox y Ciudadanos) sumaría ahora hasta 2,5 puntos más que hace once años: 47,3% frente al 44,63% obtenido por el PP de Mariano Rajoy.

De estos datos, y los extraídos de encuestas similares publicadas en las últimas semanas, el equipo de Alberto Núñez Feijóo destaca, en primer lugar, que España ha vuelto, en cierta forma, a un bipartidismo reconvertido en dos bloques (izquierda-derecha) que abre de par en par la puerta a una mayoría absoluta de las derechas: "Estamos casi tres puntos por encima que en 2011".

Por otra parte, en Génova también apuntan a la caída libre en el bloque de la izquierda, y que acerca a Podemos a los resultados electorales de Izquierda Unida. En ese sentido, la formación morada, ahora en coalición con IU, se situaría a poco más de 3 puntos por encima a la candidatura encabezada por Cayo Lara hace once años. El PSOE, por su parte, obtendría ahora peores resultados que Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011.

El entorno de Feijóo, que insiste en no lanzar públicamente mensajes triunfales sobre las encuestas, sí que admite en privado que, a día de hoy, "el presidente del PP tendría la posibilidad evidente de gobernar mientras que la izquierda se sitúa en la peor situación de debilidad que ha vivido en los últimos once años".

En ese sentido, desde la sede nacional del PP vuelven a hacer un paralelismo entre el panorama electoral actual y el de los últimos meses de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con una crisis económica acuciante que precipitó la convocatoria anticipada de las generales. De hecho, los cargos populares contactados afirman que "a Pedro Sánchez se le está poniendo cara de Zapatero".

El PP, preparado ante un adelanto

Sobre ese hipotético adelanto electoral, alimentado por el propio Alberto Núñez Feijóo en un desayuno informativo celebrado ayer, las fuentes consultadas afirman que el presidente del PP asume que Sánchez solo convocará esos comicios "si cree que le convienen". No obstante, añaden, "seguro que se arrepiente de no haber adelantado elecciones hace tres meses" y no descartan ningún escenario de aquí a final de año.

En todo caso, de producirse esa cita anticipada con las urnas, desde el equipo de Feijóo avisan que el partido, pese a tener nombramientos pendientes, está "totalmente preparado" para unas elecciones generales.

Así desde Génova recuerdan que "ya tenemos al candidato designado" -los presidentes nacionales del PP son los candidatos a La Moncloa- y "el partido está mas fuerte y cohesionado que hace apenas un mes".

El escenario electoral, añaden, es "propicio" para el PP: "En un país que se define de centro-izquierda, ese bloque está más débil que nunca y nosotros salimos reforzados". Pese a ello, la estrategia de Feijóo no será presionar al Gobierno con ese adelanto: "No buscamos eso, sino seguir consolidándonos como alternativa hasta que haya que ir a votar".