La sección de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid ha presentado una segunda querella contra Xabi Alonso por defraudar presuntamente 572.008 euros en 2013 en relación con el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas del ejercicio.
La querella se sustenta en una operación defraudatoria diseñada en 2009 y que se ha mantenido en el tiempo hasta 2013. Según relata la Fiscalía, a primeros de agosto del 2009 Alonso suscribió un contrato por el que “aparentemente” cedía la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Kardzali, con domicilio en Madeira, una entidad que gozaba de exención fiscal en las islas hasta el año 2012 por cuanto se había constituido en fecha anterior al año 2001.
Dicha mercantil fue facilitada por Ignasi Maestre Casanovas, que figuraba como administrador de la sociedad Kardzali hasta el año 2014 “consciente de que iba a utilizarse para evitar el pago de impuestos”. El escrito apunta que por entonces Maestre controlaba otras 23 sociedades en las islas lusas. En la querella presentada en el juzgado se señala a Iván Zaldúa Azkuenaga, asesor fiscal de Alonso, como la persona que planificó la operación denunciada “a sabiendas de que iba a eludir el pago de los impuestos".
El futbaolista acordó con la empresa la cesión de sus derechos de imagen a cambio de cinco millones de euros, aunque la empresa no pagó en ese momento cantidad alguna a Alonso porque carecía de medios para hacer frente al pago. Lo que hizo Kardzali, según la Fiscalía, era transferir desde 2009 al futbolista un total de 5.900.352, 54 euros “que respondían aparentemente a la deuda de 5.000.000 euros contraída con Xabi Alonso por la adquisición de los derechos de imagen del mismo”.
Es decir, “Alonso recibió más dinero del pactado, cantidades procedentes en su totalidad de los contratos que ya tenía suscritos o negociados cuando diseño el contrato de 1 de agosto del 2009”.
Residencia fiscal en Madrid
Así, el 5 de agosto de 2009, tras fichar por el Real Madrid, Alonso trasladó su residencia a Madrid, “motivo por el cual en el ejercicio 2013 tenía la condición de residente fiscal en España y su domicilio fiscal en Madrid, con las obligaciones tributarias correspondientes”.
“La única intención que tuvo el querellado Xabier Alonso junto con el asesor fiscal Iván Zaldúa era el de sustraer a la Hacienda Pública Española los tributos que debían abonarse por los rendimientos que iba a generar la explotación de su imagen durante los años del 2009 en adelante”, añade la Fiscalía.
Por tanto, “dicha cesión nunca fue real y solo estuvo buscada por los querellados con el propósito de no abonar a la Hacienda Pública los impuestos que debían repercutirse en el año 2013 a los rendimientos que le generó la explotación de la imagen de Xabier Alonso”.