El Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional llevaba varios meses con el foco puesto en Francis Jiménez Sutherland, alias 'Francis'. Un peligroso jefe de los pandilleros de Panamá que atemorizó el país con asesinatos y secuestros. Este delincuente amasó una gran fortuna gracias tráfico de drogas que le permitió ocultarse en España y tener movilidad para evitar que las autoridades siguieran sus pasos. Una de sus aficiones eran las marcas de lujo y un alto tren de vida, según informan fuentes policiales a Vozpópuli. Los agentes consiguieron detenerle precisamente disfrutando de su 'hobby': cuando entraba a comprar en 'Las Rozas Village'.
La vida y obra de 'Francis' está rodeada de sangre. La violencia era la seña característica de su banda, denominada “los terror killa”. "Es la peor pandilla de Panamá", detallan fuentes policiales a Vozpópuli. Un reflejo de la misma es el historial delictivo de este fugitivo: asesinatos, secuestro y tráfico de drogas.
Este grupo de pandilleros se movían principalmente en la provincia de Colón. Está formado por hombres y mujeres, que bajo las órdenes de Francis, se dedicaban a cometer distintas acciones delictivas de manera coordinada y organizada. Homicidios selectivos, tráfico de drogas, atracos con arma de fuego y robos en viviendas.
Francis llegó a estar en prisión en Panamá, donde aún tiene cuentas pendientes. Sin embargo, el negocio del narcotráfico, y sus suculentos beneficios, le permitieron marcharse a nuestro país. Ya había amasado una buena fortuna para tener disponibilidad a la hora de desplazarse por toda la Península.
El lujo de Francis
La Sección de Fugitivos de la Policía Nacional comenzó a indagar sobre su paradero el pasado mes de julio. Francis fue incluido por INTERPOL, dentro del proyecto INTERPOL-EL PACCTO 2.0, como uno de los delincuentes más buscados. Sus compañeros de la División Antipandillas de la Policía Nacional de Panamá proporcionaron toda la información que tenían para ayudar a sus homólogos españoles.
Los investigadores españoles comenzaron un seguimiento intenso de todo el entorno que Francis tenía en España. De Madrid a Barcelona y de Barcelona a Madrid. Recorrieron varias veces el puente aéreo tras sus pasos. También en coordinación con sus compañeros de fugitivos de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Cataluña.
Gracias a todas las diligencias, consiguieron ubicar a su entorno más cercano en una casa en El Escorial. "Se ocultaba totalmente, casi no salía de este domicilio", desvelan fuentes policiales a Vozpópuli.
Los agentes sospechaban que, desde ese inmueble, Francis seguía controlando el negocio del narcotráfico de sus pandilleros. Y es que su entorno seguía manteniendo un alto nivel de vida. Sus movimientos desvelaban que compraban en tiendas de lujo de municipios cercanos.
El día de su detención comenzó como una jornada más. Este delincuente panameño salió de su domicilio en un coche junto con un dominicano. El trayecto les condujo hasta el centro comercial de Las Rozas Village.
El lunar del peligroso pandillero
Los agentes de Fugitivos, que estudian al milímetro a sus peligrosos objetivos, identificaron a Francis gracias a un lunar que tenía en la cara. El cotejo de ese lunar dio luz verdad para que fuera detenido instantes después.
Una vez en dependencias policiales el peligroso pandillero estaba tranquilo y relajado. Confesó a los agentes que ya había estado en prisión. Conocía perfectamente por qué fue arrestado ya que tenía una causa pendiente con la Justicia.
El nuevo frente que se abre tras la actuación de la Policía Nacional es la extradición del fugitivo a Panamá. La cancillería del país afirmó que la duración se este trámite puede tardar varios meses. Lo fundamental es que la sombra de Francis ya no podrá seguir mandando desde lejos a uno de los grupos de pandilleros más violentos del Latinoamérica.