Francisco Granados, encarcelado desde hace un año por su participación en la llamada trama Púnica de corrupción municipal y autonómica, se compara en una carta escrita desde su celda con otros ilustres corruptos que, a pesar sus tropelías no están entre rejas. "Rato, Urdangarin, Olivas, Blesa... Todos tienen probado dinero en paraísos y están en la calle. El juez sabe que yo no lo tengo y estoy aquí", asegura en la misiva enviada a El País el ex consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid y antiguo hombre fuerte de Esperanza Aguirre en el PP regional.
"Hazte cargo de mi situación y de que, a veces, necesito 'descargarme' un poco", se justifica Granados
Granados admite haber tenido una cuenta en Suiza, algo que ya ha reconocido en anteriores ocasiones, y precisa que cuando quiso cerrarla -al no sentirse "cómodo", asegura- el banco no le dio "otra solución que transferir el dinero a otro sitio, pero nada de cerrar y devolverme mi dinero". "Así aparece mi relación en esta historia con David Marjaliza. Le conocía desde hace años, sabía que él estaba interesado y le cedí mi cuenta (tercer y último error)", asegura el que fuera dirigente del PP en Madrid.
"No me permiten ni pagar la hipoteca, y no les importa si me cortan la luz o el gas o si mis hijas pueden seguir estudiando", se queja Granados, que afirma que su familia vive de lo que su madre y sus suegros les dan. Y asegura, con victimismo, que "la fiscalía y el juez tienen la obligación de explicar a la sociedad los motivos que les han llevado a esas decisiones".
"No te aburro más. Perdona la extensión, pero hazte cargo de mi situación y de que, a veces, necesito 'descargarme' un poco", concluye el escrito.