La franquicia italiana Burro Canaglia ha desmentido que sus locales estén cerrados tras el incendio de su restaurante en Madrid. La empresa cuanta con restaurantes en Sevilla, Bilbao, Cuenca, Fuengirola (Málaga), Huelva, Santander, Alicante y los municipios alicantinos de Campello y San Vicente del Raspeig.
El anuncio lo hizo público el Ayuntamiento de Santander, que está pendiente de poder fijar el día y la hora para tener acceso al local y realizar la correspondiente inspección, después de que el pasado viernes se registrara un incendio en el establecimiento de la cadena de la plaza de Manuel Becerra en Madrid en el que perdieron la vida dos personas y otras doce resultaron heridas.
Este miércoles, el Servicio de Bomberos de Santander ha intentado llevar a cabo una inspección del local, pero se encontraba cerrado. El local de Santander tiene licencia de actividad de café-bar con cocina para un aforo máximo de 149 personas en interior y cuenta con dos salidas y apertura de puertas al exterior.
En junio de 2022, el Ayuntamiento concedió licencia para el acondicionamiento del local bajo la dirección técnica de un arquitecto.
Retiraron la decoración
La franquicia de restaurantes italianos retiró la decoración del que tiene en Bilbao este mismo martes. Los operarios de la empresa han desmontado la decoración artificial igual a la que ardió en Madrid, provocando la muerte de dos personas, un camarero de 25 años y una enfermera vizcaína, de 43, y heridas a otras diez, de las cuales ocho siguen hospitalizadas.
La Policía Científica de la Policía Nacional investiga si los materiales que componían la decoración del restaurante aceleraron la propagación de las llamas por el local, en el que quedaron atrapados decenas de comensales y trabajadores hasta que fueron rescatados por los bomberos.
Las plantas artificiales que cubrían gran parte del techo y las paredes del restaurante de gastronomía italiana Burro Canaglia Bar & Resto estaban sujetas por una malla de alambre que como consecuencia de las llamas cayó a una temperatura extrema sobre las mesas y el suelo del local, dejando sin escapatoria a los afectados.
Palacheca
Y de paso que se plateen cambiarle el nombre.