Galicia

Fuerte oposición en Galicia a la fabricación de lyocell, el tejido sostenible que está revolucionando la industria textil

El BNG y colectivos ecologistas denuncian que la multinacional Altri y la Xunta están falseando la realidad para instalar “una bomba ambiental” en la provincia de Lugo

  • Fuerte oposición en Galicia a la fabricación de lyocell, el tejido sostenible que está revolucionando la industria textil

El desembarco de la multinacional portuguesa Altri en Galicia va a ser mucho menos pacífico, si finalmente consigue tomar tierra, de lo que se preveía hace solo unos meses, cuando todo el arco parlamentario apoyaba sin fisuras la construcción, en el municipio lucense de Palas de Rei, de un imponente complejo industrial dedicado a la fabricación de tejidos textiles sostenibles a base de pasta de madera. Se trata del lyocell, un producto biodegradable al 100% que se caracteriza tanto por su resistencia como por su tacto suave y ligero, de ahí que su uso no pare de crecer en la industria textil. Además, según los expertos, tiene excelentes propiedades de regulación de la temperatura, así como grandes cualidades de absorción de la humedad, por lo que los ‘muy cafeteros’ de las llamadas fibras ecológicas no dudan en afirmar que el cacareado lyocell acabará revolucionando el mundo de la moda. Afirman, por otra parte, que su gran transpirabilidad crea un efecto antibacteriano muy beneficioso para las personas con sensibilidad cutánea o propensas a la irritación. ¿Un chollo? El futuro lo dirá.

La infraestructura impulsada por Altri, que será la más grande de este tipo en Europa y supondrá una inversión inicial de cerca de 900 millones de euros, parecía tener el camino prácticamente despejado para instalarse en Galicia después de alcanzar un principio de acuerdo relacionado con la financiación y la obtención de ayudas directas a través de los fondos europeos Next Generation, pero ahora, cuando el proyecto se encuentra ya en fase de información pública tras haber sido calificado como estratégico por parte del Gobierno autonómico, los escollos no paran de surgir debido a las crecientes protestas de grupos políticos, de asociaciones medioambientales de todo tipo y de plataformas vecinales que no tienen tan claras las supuestas bondades del futurista tejido. Al menos no en lo que se refiere a su su fabricación.

El grado de crispación ha llegado a tal punto que los responsables de Greenfiber, la sociedad impulsada por la multinacional lusa para poner en marcha el complejo en Palas de Rei, ha decidido suspender las sesiones informativas que había programado en distintos municipios debido a la “actitud agresiva” de determinados colectivos. Esa forma beligerante de actuar “hacen imposible cumplir el objetivo de estas charlas, que era informar a los vecinos”, aclaran desde Greenfiber.

De orquestar las protestas se está encargando, fundamentalmente, el Bloque Nacionalista Galego, que ha iniciado una contundente campaña en contra del desembarco de Altri al considerar que se trata de “una bomba ambiental en el corazón de Galicia” y de “una fábrica contaminante que no quieren en Portugal”, en relación al origen de la pastera, cuya sede social está en Oporto. La ofensiva llevará al grupo político que lidera Ana Pontón, cuya presencia en el Parlamento autonómico ha crecido de una forma muy notable tras el éxito cosechado en las últimas elecciones de febrero, pasando de 19 a 25 representantes, a presentar tanto alegaciones al proyecto como mociones en Ayuntamientos, en la Cámara regional, en el Congreso, en el Senado y hasta en el Parlamento europeo, según ha anunciado la viceportavoz del BNG en el Pazo do Hórreo, la lucense Olalla Rodil, que ha acusado a la Xunta de querer dar vía libre cuanto antes a un proyecto muy pernicioso para los intereses de Galicia pese a que la multinacional se ha comprometido a crear en torno a 2.500 puestos de trabajo en una comarca, la de Ulloa, especialmente golpeada por la despoblación y por el paro.

A las protestas del BNG y de otros colectivos ecologistas se han unido ahora las de Sumar, especialmente las de una Yolanda Díaz necesitada de recuperar el foco mediático tras el ostracismo que padece desde el batacazo que se metió en las elecciones autonómicas del 18-F. ¿Qué dice la líder del partido en fase decreciente? Que el proyecto de Altri pone en riesgo el “crecimiento sostenible”, es decir, la típica coletilla que utilizan ciertos políticos cuando quieren quedar bien con el movimiento ‘verde’.

'Cuartel general' en Palas de Rei, un municipio de solo 3.000 habitantes

Cabe destacar que Palas de Rei cuenta con poco más de 3.300 habitantes, una cifra incluso menor de la que tenía a mediados del siglo XIX. En 1940 alcanzó su mayor esplendor a nivel poblacional, superando los 13.000 residentes censados, y desde esa fecha la fuga de vecinos ha sido constante, hasta alcanzar el mínimo a principios de la actual década.

Según Rodil, el Gobierno gallego y la multinacional están mintiendo a los ciudadanos porque Altri no pretende implantar una fábrica de fibras textiles sino construir “una fábrica de celulosa líquida” que sería tres veces más grande, según la información de la que disponen, que la que tiene Ence en la ría de Pontevedra. Al ‘coro’ crítico impulsado por el BNG se ha sumado también la Diputación de Lugo, que en su último Pleno se negó a ‘bendecir’ el desembarco de la pastera en la provincia al votar los nacionalistas y el PSOE contra la moción de apoyo a Altri presentada por el Partido Popular.

El portavoz del PP, Antonio Meijide, recriminó a las dos formaciones del gobierno provincial el cambio de postura respecto a 2022, cuando los tres partidos acordaron por unanimidad en el Parlamento gallego agilizar los trámites relacionados con la construcción de la planta de lyocell. La oposición, por su parte, cree que los verdaderos planes de Altri consisten en crear una macrocelulosa y acusa al PP de estar encubriendo la realidad.

La Xunta, mientras tanto, califica la iniciativa de Altri como “un proyecto industrial estratégico de economía circular que situará Galicia como referente de innovación y sostenibilidad a nivel nacional e internacional”. Esta iniciativa, añade, permitirá que Galicia concentre el 3% de la producción mundial de lyocell, por lo que la comunidad se convertirá en un importante referente de la industria textil. Por todo ello, exige al Gobierno que acelere la tramitación de los fondos europeos comprometidos con esta infraestructura.

Comisiones Obreras apoya de forma decidida el proyecto

Frente a la campaña puesta en marcha por las fuerzas de izquierda y las asociaciones ecologistas, el sindicato Comisiones Obreras se ha destacado hasta el momento por su firme defensa de los planes de Altri. La postura de CCOO, como la de la Xunta, es rotunda y asegura que la planta proyectada en Palas de Rei es “ecológica”, tendrá “un impacto climático nulo” y su efecto social y vertebrador del sector rural y textil de Galicia será el más importante “que se haya propuesto jamás”. En otras palabras, se trata de una ocasión de oro para dinamizar el sector industrial en Galicia y sería una locura abortar una iniciativa vital para los intereses de la comunidad.

Por todo ello, el sindicato pide la máxima celeridad en la tramitación necesaria para que Altri se instale definitivamente en Palas de Rei y exige a todas las administraciones implicadas el mayor esfuerzo en la captación de fondos europeos que permitan sacar adelante esta iniciativa. Afirma, además, que la implantación de la multinacional traerá consigo una importante revalorización de la madera de eucalipto, con los consiguientes beneficios para “los más de 100.000 productores del rural de Galicia”, y animará a empresas que utilizan lyocell en sus procesos productivos a instalarse en la provincia de Lugo.

¿Quién ganará finalmente la batalla? La respuesta es aún una incógnita, pero está claro que el suave y cómodo lyocell no protegerá lo suficiente a las partes enfrentadas en las próximas refriegas. Mejor será, sin duda, recuperar las antiguas armaduras metálicas. Por toscas y poco sostenibles que parezcan.

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