España

Los secesionistas señalan a la Guardia Civil como primer objetivo de la agitación callejera

La CUP emprende su campaña de agitación social en defensa del referéndum. Primer objetivo, la Guardia Civil, contra la que se prepara ya un escrache.

  • Sus interrogatorios a responsables de la Generalitat han provocado que un sector del independentismo quiera pasar a la acción.

La Guardia Civil se ha convertido en el principal objetivo de los radicales secesionistas. Sus interrogatorios a diferentes responsables de la Generalitat, seis en tres días, han provocado una reacción visceral entre un sector del independentismo que amenaza con pasar a la acción. La CUP ha programado para este lunes una concentración frente al cuartel de la Benemérita en el corazón de Barcelona

Seis altos cargos de la Generalitat han desfilado ya por el cuartel de la Guardia Civil en la Travessera de Gracia de Barcelona, en el marco de las investigaciones abiertas por el juzgado número 13, que instruye el caso del exjuez Santiago Vidal. El secretario general de la presidencia, Joaquim Nin, así como secretarios generales y directores generales de distintos organismos oficiales han prestado ya declaración ante los inspectores del instituto armado que actúa como policía judicial a las órdenes del instructor. 

El conseller de Justicia, Carles Mundó, ha considerado estas actuaciones como'arbitrarias' e incluso ha amenazado con acciones judiciales. El titular de  Presidencia y nuevo portavoz del Govern, Jordi Turull, en la misma línea, anunció que "estamos ante una clara vulneración de los derechos fundamentales".

El exjuez Vidal, quien fuera senador de ERC, confesó en un acto público que el Gobierno catalán tenía provisionados 400 millones de euros para financiar el referéndum del 1-0, considerado inconstitucional por el 1-0. La Guardia Civil está procediendo estos días a clarificar si esta aseveración se corresponde con la realidad. De ahí las pesquisas y las citaciones. Mariano Rajoy, preguntado sobre estos episodios, mostró este viernes su firme apoyo a la acción de la Justicia y de los cuerpos de seguridad. 

La CUP empieza a cumplir su promesa de que se movilizará en la calle contra todo intento de frenar la consulta

La CUP empieza a cumplir su promesa de que se movilizará en la calle contra todo intento de frenar la consulta. Quim Arrufat, dirigente de los antisistema, ha tacho estas requisitorias del "principio de un estado de excepción". Un sector del partido en el Gobierno catalán comparte esa estrategia.

El propio Artur Mas ha deslizado tal opción como posible en más de una ocasión. Agitación callejera contra todo intento de frenar la consulta. En Moncloa se actúa con prudencia y califican esta estrategia de una trampa para provocar una reacción desproporcionada por parte de las instancias del Estado. "Nada les vendría mejor que la fotografía de guardias civiles reprimiendo una manifestación secesionista", comentan en el Gobierno. 

Los principales dirigentes de la Generalitat tienen previsto desplegarse para participar en actos propagandísticos en pro de la consulta

Los secesionistas tienen preparado un verano cargo de movilizaciones en defensa del referéndum. Los principales dirigentes de la Generalitat así como los líderes de estas formaciones tienen previsto desplegarse por toda la comunidad para participar en actos propagandísticos en pro de la consulta. El sentimiento del soberanismo está a la baja, según las encuestas.

La CUP será la más activa en la convocatoria de acciones en las calles. ANC y Omnum, asociaciones de activistas, también estarán muy presentes durante las próximas semanas. La Guardia Civil es un objetivo prioritario, puesto que representa a la herramienta principal del 'Estado opresor' en la comunidad. Los primeros pasos están dados y subirán de tono hasta la Diada, la fecha en la que el espíritu 'patriótico' se sustancie en la magna reivindicación independentista de todos los años.

En vísperas del 1-O, los impulsores de la consulta necesitan mantener viva esta llama victimista y militante. Los medios informativos afines al 'proceso' han convertido estas declaraciones ante la Guardia Civil en una especie de fase previa a las detenciones. Incluso achacan a los guardias el amenazar con inculpar de delito de 'sedición' a los declarante. Se ha entrado en la fase de la tensión y la provocación. Y aún faltan ocho semanas para el 'día D'.  

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