Los bomberos que trabajan en la extinción del incendio que afecta ya a más de 6.500 hectáreas en la comarca tarraconense de Ribera d'Ebre se enfrentan este viernes al día "más crítico a nivel meteorológico", con temperaturas más elevadas y viento del sur "que no será favorable para la extinción", ha explicado el jefe del operativo, Antonio Ramos .
Ramos, inspector de los Bomberos, ha explicado que esta noche el incendio "ha progresado de la forma que esperábamos" y ha adelantado que este viernes centrarán su labor "en la parte norte del flanco derecho, que para nosotros será prioritaria durante todo el día".
Durante la noche, los efectivos han buscado puntos de emplazamiento de las dotaciones terrestres en esta parte del flanco derecho para poder trabajar junto a los medios aéreos cuando se vayan incorporando progresivamente a lo largo de la mañana.
"El objetivo de hoy es poder bajar la intensidad (del fuego) al máximo posible para poder realizar la extinción", ha indicado Ramos, que ha advertido que aún "es muy pronto" para decir cuándo se podrá estabilizar el incendio.
"Hoy estamos en el día más critico a nivel meteorológico, se esperan temperaturas más elevadas que ayer y tenemos una componente de viento del sur que no nos será favorable para la extinción", ha indicado en este sentido el jefe de los Bomberos.
El peor día de la ola de calor
Por su parte, el conseller de Interior, Miquel Buch, ha afirmado que los Bomberos "están cumpliendo los objetivos", pero ha advertido de que este viernes "estamos ante el peor día de esta ola de calor" y se deben extremar las precauciones.
Desde la localidad de Vinebre, donde se encuentra el centro de mando del operativo de los Bomberos para sofocar este fuego, Buch ha recordado esta mañana que el incendio tiene "una potencialidad de afectar a 20.000 hectáreas" y que uno de los peores escenarios ahora mismo es que se declarara otro gran incendio en Cataluña.
Ha pedido por ello "extremar la responsabilidad y las precauciones", ante las elevadísimas temperaturas que se esperan, y que podrán superar los 40 grados en algunas zonas.
Ni Buch ni Ramos han querido actualizar los datos que se manejan sobre superficie quemada hasta el momento y se han remitido a las últimas cifras dadas ayer, cuando se elevaba a unas 6.500 hectáreas.