La madre de José Couso, el cámara de televisión muerto en la guerra de Irak en 2003, ha trasladado este martes su malestar al grupo popular en el Congreso por su proposición de ley para limitar la jurisdicción universal, y les ha dicho: "Si a José Couso le hubiese asesinado un etarra tendría su apoyo".
Maribel Permuy ha hecho estas manifestaciones a los medios tras reunirse con el portavoz de Justicia del PP en la Cámara Baja, José Miguel Castillo Calvín, y la diputada Beatriz Escudero, en un encuentro "bastante tenso y crispado" en el que la madre y el hermano del cámara les han expresado su rechazo a la proposición que se debate en el pleno del Congreso, según informa Efe.
Según ha explicado Javier Couso, querían manifestarles su "enfado" al ver cómo el Gobierno trata de "dar un carpetazo" a la jurisdicción universal en contra de lo que han decidido tribunales españoles. "Se han comprometido a transmitirlo al Gobierno, pero no tenemos mucha confianza, ha dicho Couso, que ha añadido que lo que querían básicamente es "que vieran la cara de la familia de una víctima".
Ha insistido en que la iniciativa del PP supone "interferir" en la justicia "para acomodarla a las directrices diplomáticas de un gobierno y a las presiones de naciones más poderosas y aliadas".
Reunión con todos los grupos
A lo largo de toda la mañana, la familia del cámara se ha reunido con los portavoces de los grupos de la oposición, quienes les han mostrado su apoyo y les han confirmado que votarán en contra de la reforma de la justicia universal planteada por el PP para limitar las condiciones en las que un juez español puede investigar delitos cometidos fuera de España.
Desde el PSOE, Soraya Rodríguez ha criticado tanto la forma como el contenido de la iniciativa del PP porque, a su juicio, pretenden "estrangular" la justicia universal "por la puerta de atrás" y "haciendo trampas" en su tramitación.
Tras recibir a los familiares de Couso, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, también ha dicho ser partidaria de que la reforma, una vez que se apruebe, sea impugnada ante el Constitucional, y ha mostrado su deseo de que ese recurso no lo presente el PSOE en solitario y acepte que puedan sumarse diputados de otros grupos que, como ella, consideran "una infamia" la intención del Gobierno.
"Es una reforma infame por sus consecuencias y para la que no hay ningún tipo de justificación política ni jurídica", ha censurado, reprochando al Ejecutivo que se esté "plegando ante los de fuera" en referencia a las presiones que está recibiendo en este terreno de países como China, a raíz de la investigación judicial española contra los crímenes en Tíbet.
"Teniendo en cuenta que en las elecciones europeas los chinos no votan, a lo mejor tenemos suerte, hacen un cálculo y por esa vía conseguimos que siga habiendo justicia en España y que no haya desprotección para las victimas españolas", ha resumido.