Un mes después de que el nombre de Eduardo Madina saltara a los titulares de los periódicos como posible candidato a suceder a Rubalcaba, la versión más extendida en el PSOE es que la filtración sobre la voluntad del joven diputado vasco de auparse al cartel electoral procedió del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, con mucho tiempo para pensar y también para maquinar movimientos internos dentro de su partido desde que ocupa, desde hace 15 meses, uno de los confortables asientos en el Consejo de Estado.
En el PSOE se culpa a Zapatero de la filtración sobre el interés de Madina por auparse al cartel electoral, operación que ha motivado la alianza entre Rubalcaba y Griñán
Que Madina es el caballo ganador por el que apuesta Zapatero después de que Carmen Chacón se haya quedado en tierra de nadie, no es ninguna novedad dentro del PSOE. En cambio, sí lo ha sido que su nombre haya saltado a la fama con tanta antelación, teniendo en cuenta que si llegara a cumplirse el calendario fijado por Rubalcaba para la celebración de las primarias, tendrían que celebrarse después de las elecciones europeas del año que viene.
“Zapatero se está moviendo en la sombra porque ve que con Rubalcaba el partido se hunde y que la militancia anda desorientada buscando luces que le sirvan de referencia y faciliten el relevo generacional”, asegura un alto dirigente socialista. Fuentes de Ferraz informan de que la primera consecuencia que ha tenido la salida forzada de Madina al escaparate ha sido la alianza fraguada por Rubalcaba con el presidente andaluz, José Antonio Griñán, para impedir, precisamente, que Zapatero termine influyendo desde la oscuridad en el futuro cartel electoral.
Rubalcaba ha insinuado al presidente andaluz que le apoyaría si se presenta como candidato a las primarias
Los dos, Rubalcaba y Griñán, comparten intereses en esta operación. El primero, según las mismas fuentes, hace tiempo que ya le ha dicho al andaluz que no repetirá como candidato, pero que quiere garantizar una sucesión ordenada que no introduzca al partido en una larga etapa de desgobierno que acentúe, todavía más, su desplome electoral. Rubacaba le ha llegado a sugerir, incluso, a Griñán que no tendría inconveniente en apoyarle si, llegado el momento, éste decidiera concurrir a unas primarias para dar visibilidad a la federación que tiene mayor peso dentro del PSOE. Por su parte, el presidente de la Junta andaluza, con el escándalo de los ERE todavía abierto, no se siente cómodo con la siembra de aspirantes que vienen postulándose en los últimos meses, desde Patxi López hasta Emiliano García-Page, pasando por Chacón o Madina, porque considera que Andalucía tiene también que jugar fuerte en la carrera sucesoria, con tanta o más presencia que las federaciones vasca, catalana o castellano manchega.
Es este matrimonio de intereses entre Rubalcaba y Griñán el que, posiblemente, permita que en octubre se llegue a la conferencia política y en junio del año que viene se celebren las elecciones europeas sin que el PSOE todavía tenga un candidato firme para las generales de 2015. Eso sí, la gran mayoría de diputados socialistas comparte la opinión, esgrimida también por el propio Rubalcaba en círculos restringidos, de que después de las europeas puede arrasar el partido un auténtico tsunami si antes no ha conseguido articular un sólido proyecto alternativo que sea perfectamente identificado tanto por sus votantes como por sus militantes.
"Si la tendencia no cambia, las elecciones europeas pueden cimentar la idea del fin del bipartidismo", anticipan en el Partido Socialista
“Las europeas son unas elecciones en las que puede pasar de todo. Y si las tendencias no cambian”, aseguran en Ferraz, “pueden cimentar la idea del fin del bipartidismo si se confirmara el fuerte castigo que en ellas sufriremos nosotros junto con el PP”. Este es un escenario que dispararía la tensión entre los dirigentes territoriales de los dos principales partidos, los que de verdad se juegan el puesto en los comicios autonómicos y locales previstos para mayo de 2015, antes del examen de las legislativas.