Aquejada de indignación, decepción e impotencia, la profesión médica reclama el Gobierno un "golpe de timón" que sirva para poner orden a la lucha contra el coronavirus.
Trabajan para evitar una segunda reactivación de la pandemia, pero asisten atónitos al avance de los rebrotes con origen en fiestas juveniles, ocio nocturno y encuentros familiares.
"Una gran parte de la población está siguiendo las medidas recomendadas para evitar el contagio. Sin embargo, hay llamativos ejemplos de prácticas temerarias que escandalizan por su irresponsabilidad y cuestionan la capacidad y la decisión de las autoridades para imponer las restricciones establecidas por la Ley", denuncian estos días desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM).
¿Son los jóvenes los únicos culpables del crecimiento exponencial de los contagios? ¿Se sienten inmunes a la enfermedad? ¿Les importan sus abuelos? ¿Y el futuro del país?
Desde Talento para el Futuro, una plataforma de 40 organizaciones de la sociedad civil que integran a más de un millón de jóvenes, han querido dar un paso al frente para abordar un problema que vinculan a la desconexión con la política, las instituciones y el sistema.
"No somos meros receptores de mensajes de youtubers"
"La covid-19 ha destapado una desafección que ya veníamos arrastrando desde hace años como sociedad", explica a Vozpópuli Fernando Carruesco, presidente de Talento para el Futuro.
"La irresponsabilidad de los jóvenes que hacen botellones o van a fiestas sin mascarillas ante la emergencia sanitaria que atraviesa el país no tiene justificación. Pero creemos que señalarlos constantemente no va a servir para solucionar el problema", considera.
Desde la plataforma -que se autodefine como "apartidista" y se presentó días antes de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez declarase el estado de alarma- reclaman "un cambio de enfoque en el tratamiento de la información sobre la responsabilidad de los jóvenes como única vía para resolver el problema de los rebrotes".
"No se trata de negar la evidencia. La gente joven está siendo causante de muchos contagios, muchos sienten que a ellos no les va a pasar nada o, como mucho, que pasarán el virus como una gripe. Hay un problema de insolidaridad", reconoce.
Pero advierte que también hay muchos otros ayudando a la gente mayor y desarrollando todo tipo de iniciativas para colaborar: "A estos, que son muchos más, no se les da visibilidad y quizá servirían de inspiración para el resto.
Carruesco cree que muchas veces se trata a las nuevas generaciones como "meras receptoras de mensajes de influencers y youtubers".
"Las autoridades suelen reunirse con famosos para que hagan llegar su mensaje a través de las redes sociales, pero no involucran a los jóvenes en las decisiones ni les hacen partícipes de los problemas", dice.
Hiperconectados, pero desconectados del sistema
Pese a vivir pegados a una pantalla, señala que la hiperconexión no se extiende al sistema. "Ahora mismo existe una gran desafección entre los jóvenes y los líderes políticos. Sienten que la sociedad les da la espalda cada vez que vienen mal dadas y que su futuro laboral es siempre incierto. Muchos no tienen oportunidad de acceder a un empleo y se sienten desprotegidos", reconoce el presidente de la plataforma.
Uno de los riesgos de esa sensación, dice, es que se acaban generando "peores ciudadanos". "Lo estamos viendo con la pandemia. No es ninguna justificación, es una realidad", sostiene.
"Debemos poner en valor a aquellos que lo hacen bien, para que tengan un ejemplo y una referencia en la que confiar", insiste. "New North en Asturias, el Instituto Galego do Talento en Galicia o la misma plataforma Talento para el Futuro son prueba de ello", afirma.
Esta última fue presentada la pasada primavera y uno de sus objetivos es reducir la desconfianza que suscitan las instituciones entre las nuevas generaciones. Al acto acudieron representantes de PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos, Ciudadanos y Más País. Buscan una mayor participación de las asociaciones juveniles.
Bodas, comuniones, ocio nocturno y programas de televisión
Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), donde también están representados muchos jóvenes sanitarios, además de advertir sobre los riesgos de la fiesta y el ocio nocturno, observan "un relajamiento silente de la distancia física, y las medidas de protección e higiene" en celebraciones como bodas, comuniones y otras reuniones masivas.
"De igual forma el pésimo ejemplo que se da a la población en la emisión de determinados programas de televisión, concursos, tertulias, sin guardar las mínimas normas de seguridad", lanzan.
Respecto al ocio nocturno, los médicos explican que los locales cerrados, la escasa distancia física, la desinhibición de conductas por el alcohol y el volumen alto de la música que obliga a elevar la voz y favorece la emisión de gotas son determinantes claros de la propagación de la enfermedad. Y reivindican una regulación y vigilancia más estricta por parte de las autoridades.