Un juzgado de Barcelona ha reactivado la causa por fraude fiscal contra el magnate mexicano Allen Sanginés-Krause, amigo íntimo del Rey Juan Carlos, así como contra el que fue en el pasado uno de los médicos personales del Emérito, el doctor Manuel Sánchez, titular de la clínica barcelonesa DeSánchez, cuya ampliación de capital motivó la presentación de una querella por parte de la Fiscalía, que la consideró una operación simulada dirigida a defraudar a Hacienda.
Sanginés-Krause ha prestado declaración voluntaria este jueves por su implicación como cooperador necesario en un presunto delito fiscal atribuido al facultativo. El juez otorga el mismo grado de implicación en el presunto fraude a la esposa del médico, principal encausado. La investigación apunta a que el papel del mexicano podría estar relacionado con pagos de tratamientos médicos de antienvejecimiento al Emérito, que este habría recibido en ese centro clínico, cuya ampliación de capital está bajo sospecha al considerarla el Ministerio Fiscal una 'tapadera' para ocultar retribuciones que no eran declaradas a Hacienda.
El empresario mexicano, domiciliado en Londres, habría prestado su colaboración en un presunto fraude tributario cuyo monto se estima en 604.000 euros, mediante una ampliación de capital del negocio simulada, de acuerdo con las conclusiones del Ministerio Público.
Según informó 'El Periódico', el amigo de Juan Carlos ha defendido como legal la inversión de 1,3 millones de euros que destinó a la Clinica DeSánchez, motivada, ha añadido, en su interés por las terapias antienvejecimiento.
La Fiscalía sustenta su acusación en que las sucesivas ampliaciones de capital de la clínica son desproporcionadas y sus primas de emisión, injustificadas. Advierte igualmente otras lagunas en la operación, entre las que se cuentan la discrecionalidad en el uso del dinero aportado por el empresario mexicano por parte del médico propietario del negocio y la falta de base documental sobre la operación.
Tarjetas opacas
La declaración voluntaria de Sanginés-Krause ha supuesto la suspensión de la comisión rogatoria cursada por el titular del Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona a las autoridades de Reino Unido, país de residencia habitual del amigo del Emérito, que también cuenta con la nacionalidad británica.
Allen Sanginés-Krause saltó a la esfera pública con ocasión de la investigación sobre el Rey Juan Carlos, en concreto por el uso de tarjetas de crédito opacas vinculadas a cuentas que no eran suyas, investigación que fue archivada. Al empresario mexicano se le atribuía la donación del dinero con el que Juan Carlos pagó gastos personales tras su abdicación mediante una de esas tarjetas. En su declaración, el amigo del anterior jefe del Estado invocó la amistad entre ambos para explicar que hizo regalos y pagó viajes a Juan Carlos por valor de unos 270.000 euros entre los años 2017 y 2018.