Ya se ha dictado la sentencia que podría poner fin a uno de los últimos escándalos de la alta sociedad catalana. Manuel Torreblanca, marido de la millonaria Liliana Godia, y Francisco Javier Amat, su primo, han aceptado su culpabilidad en el fraude a Hacienda de más de 5,7 millones de euros, según fuentes presentes en la vista judicial. El caso sobre la heredera y empresaria catalana Godia ya había quedado sobreseído durante el proceso.
La sentencia, dictada in voce, aún no ha sido notificada documentalmente a las partes, pero constaría de una permuta de la pena de cárcel por multas más altas a pagar tanto por Torreblanca como por Amat, según fuentes conocedoras de la sentencia. El código penal, en su artículo 84, permite la conversión de las penas de prisión por multas. Cada día de prisión se sustituye por dos días de multa, con una cuantía que puede ir desde los dos euros diarios hasta los 400.
La vista, celebrada en los juzgados de lo penal de Barcelona, ha contado con la presencia de Torreblanca, Amat y el abogado de la familia, por un lado; y la fiscal contra delitos económicos Raquel Amado, y los abogados del Estado y la Generalitat, por otro.
Se considera que Francisco Javier Amat por su cuenta el que defraudó las cuotas que debía pagar Godia
El caso comenzó en 2013, cuando la fiscalía se querelló contra la Godia, Torreblanca y Amat por un presunto fraude a Hacienda de 5,7 millones de euros. Según el escrito de acusación, habían “burlado sistemáticamente” el pago de impuestos en sus declaraciones de la renta entre 2007 y 2011, utilizando todo tipo de “camuflajes contables” para mantener su elevado nivel de vida. Los presuntos delitos incluían impagos en el IRPF, impuestos sobre el patrimonio, o el IVA de sociedades como BCN Godia o Barcel Euro.
El asunto llevó a la heredera de los Godia a declarar como imputada, pero su parte quedó sobreseída en la fase de instrucción. Según el primer escrito de conformidad de la fiscal Raquel Amado, obtenido a principios de junio por Europa Press, “la gestión del patrimonio familiar y la toma de las decisiones sobre el mismo con relevancia fiscalmente defraudatoria correspondieron al acusado Francisco Javier Amat, quien actuó con total autonomía”. Se considera que fue Francisco Javier Amat por su cuenta quien defraudó las cuotas que debía pagar Godia por el Impuesto sobre el Patrimonio. El montante sería de más dos millones de euros ocultando parte del dinero oculto en Suiza.
El marido de Godia, Manuel Torreblanca, por su parte, se habría servido de sociedades a su nombre para evadir el impuesto del IRPF por valor de 1,6 millones de euros en el período 2007-2011, y del IVA por una cuantía de casi 350.000 euros.
Estas cantidades suponen un delito fiscal con penas de entre uno y cinco años de cárcel. En la causa se han personado, además de la fiscalía contra los delitos económicos, los abogados del Estado y de la Generalitat, porque ha habido fraude tanto al fisco catalán como al nacional.
En el escrito inicial de conformidad, Torreblanca aceptaba una pena de prisión de dos años y 15 días y una multa de casi 1,4 millones de euros por siete delitos fiscales, además de una multa de 2,25 millones. Amat aceptaba una pena de un año de prisión y 1 millón de euros por dos delitos fiscales.
Fuentes presentes en la vista de este jueves aseguran que la pena de prisión se ha sustituido por multas más altas. En el escrito de la fiscal se tuvo en cuenta que los acusados consignaron 5,2 millones de euros en posibles reparaciones a Hacienda el 26 de julio de 2013 nada más comenzar el proceso.
En medio del proceso, Liliana Godia, “Lily”, como se la conoce en la alta sociedad catalana, cerró su Fundación Godia Amor al Arte. Contenía centenares de obras artísticas en el edificio Garriga Nogués del centro de Barcelona.
La fiscalía contra los delitos económicos ha llevado en los últimos años casos relevantes en las altas esferas de Cataluña en las alt. La misma fiscal de este caso, Raquel Amado, es la que va a sentar en el banquillo de los acusados a Leo Messi por fraude fiscal; el abogado estrella Emilio Cuatrecasas aceptó recientemente una condena de dos años por fraude fiscal, además de una multa de 1,5 millones y la devolución de 4,1 millones al fisco; Monserrat Caballé y la familia Carulla han protagonizado otros casos relevantes similares.