La investigación de los 'papeles de Bárcenas' parece navegar a la deriva. Al escrito de la Fiscalía Anticorrupción conocido ayer en el que pedía rechazar la ampliación de la querella planteada por la acusación que representa IU, se ha unido también en las últimas horas un auto del propio titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, en el que rechaza la realización de otras pruebas solicitadas por las acusaciones, entre ellas el rastreo de los servidores informáticos del PP en busca de correos electrónicos de Luis Bárcenas y de las dos secretarias de la Tesorería del PP. En el mismo escrito, el magistrado sí admite, sin embargo, la práctica de otras dos diligencias. La primera, pedir a la defensa del político encarcelado la entrega de las copias de sus agendas -cosa que el abogado de éste realizó poco después-. La segunda, que se traduzca del ruso los archivos en cirílico que se encontraron en el 'pen drive' que Bárcenas entregó en la Audiencia Nacional y que aparentemente no tienen ninguna relación con la causa, según destacan fuentes jurídicas críticas con las últimas decisiones del magistrado.
El juez rechaza entrar en el sede del PP para volcar el contenido de los ordenadores de las dos secretarias de la Tesorería porque afectaría al derecho fundamental a "la inviolabilidad domiciliaria"
En el escrito, Ruz destaca que entrar en la sede del PP en la calle Génova de Madrid para que expertos de la Policía procedan a descargar los ordenadores profesionales de Rosa María López y Estrella Domínguez, las secretarias de Lapuerta y Bárcenas respectivamente, "resulta carente de la necesidad proporcionalidad" al considerar que "resulta evidente la afectación que conllevaría en caso de practicarse en derechos fundamentales como la inviolabilidad domiciliaria y el secreto de las comunicaciones". La diligencia, que había sido solicitada el pasado 13 de septiembre por la acusación que representa a los socialistas valencianos, pretendía recopilar de los servidores informáticos de la formación política "los correos electrónicos del periodo 1993 a 2011 que guarden relación con la presente causa" y que hubieran tenido como destinatarias o receptoras a alguna de ambas mujeres. La acusación también pedía recopilar los 'emails' "que se encuentren en dicho servidor del imputado Luis Bárcenas Gutiérrez".
Para Ruz, acceder a esta diligencia supondría "la inevitable injerencia en el ámbito privado de terceras personas no afectadas por imputación alguna en la causa ni objeto de investigación". Además, el magistrado resalta en su escrito que no encuentra en lo actuado hasta ahora "indicios o elementos suficientes de comisión delictiva" que justifique lo que considera "el sacrificio" de derechos fundamentales que se verían afectados. Por último, resalta que los argumentos esgrimidos por la acusación para solicitar el rastreo de los correos son demasiado "genéricos", sobre todo por el "extenso margen temporal", dieciocho años, sobre el que se solicitaba realizar la búsqueda.
Agendas y ficheros en cirílico
A lo que sí accede en ese auto el juez es a las otras dos pruebas solicitadas por la acusación de los socialistas valencianos. La primera, la de requerir al extesorero del PP las copias que tuviera en su poder de las agendas de las que habló en su declaración su secretaria, fue cumplimentada en parte por la defensa de Bárcenas el lunes pasado con la entrega de cinco hojas de un dietario con anotaciones manuscritas sobre las diferentes reuniones que mantuvo el extesorero con el empresario Luis del Rivero y María Dolores de Cospedal para la supuesta entrega de una aportación de 200.000 euros a la campaña electoral de 2007 del PP de Castilla-La Mancha a cambio de una adjudicación en el Ayuntamiento de Toledo. La segunda petición aceptada es, sin embargo, más sorprendente: accede a imprimir y traducir "los documentos encontrados por los peritos de Informática Forense [de la Policía] en el pen drive aportado por la defensa del Sr. Bárcenas que se encuentan en alfabeto cirílico".
El magistrado ya preguntó a la Policía por los archivos en cirílico hace dos meses. Entonces, los agentes se mostraron convencidos de que eran ficheros de una compañía aérea de carga de nacionalidad rusa
Dichos archivos, cuya existencia fue desvelada por Vozpópuli el pasado 23 de septiembre, se encontraban entre los 74 ficheros que habían sido borrados y que fueron recuperados por los expertos policiales de la pequeña memoria. De ellos, 59 estaban escritos en cirílico. Todos ellos tenían menos de un mega de tamaño y el nombre de los mismos no hacía sino crear más confusión: "Cálculo de descarga". "Protocolo de control entre vuelos. Vuelo número 195". "Referencia de materiales OK Vuelo 197". "Horas de trabajo 97004...". Se trataba, en principio, de ficheros que en su momento estuvieron contenidos en dicha memoria USB y que más tarde fueron eliminados, aunque dejaron una 'huella' en el dispositivo que es lo que consiguieron recuperar los expertos policiales. Todos ellos aparecen fechados entre agosto y septiembre de 2010 y aparecen reflejados como archivos 'xsl'.
Fue precisamente esta abundancia de datos en ruso lo que llevó ya el pasado 10 de septiembre al propio juez Ruz a preguntar a los policías que lo había elaborado el informe sobre el 'pen drive'. Fue entonces cuando los agentes reconocieron que también les había llamado la atención y que, por ello, habían pedido a una intérprete que los tradujese al castellano. Una vez hecho esto, señalaron que todo apuntaba a que se correspondían con archivos que contenían datos de una compañía aérea de carga de nacionalidad rusa, sin poder aportar, en aquel momento, más información sobre ellos. Pese a esas explicaciones, las acusaciones pidieron una traducción oficial, que es la que ahora ha autorizado el juez Ruz en el mismo auto en el que rechaza rastrear los correos electrónicos de Bárcenas y las dos secretarias.