La Comunidad de Madrid ha decidido intervenir las ocho residencias de ancianos más afectadas por el coronavirus. Así, funcionarios de Dirección del Mayor y Dependencia y de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) se encargarán de controlar estos geriátricos, donde se han registrados significativos datos de fallecimientos y contagios.
En concreto, los centros que pasarán a estar directamente gestionados por la administración son Vitalia Home Leganés, Domus VI Espartales, Isabel la Católica, Casaquinta, Reina Sofía, San Celedonio, Sergesa Boadilla y Monte Hermoso. Esta última fue la residencia que puso en el foco mediático la situación crítica que se estaba viviendo en los geriátricos.
Se trata de la primera medida adoptada por la Comunidad de Madrid después de que la presidenta Isabel Díaz Ayuso decidiera apartar de sus competencias al consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, de Ciudadanos, para poner al popular Enrique Ruiz Escudero, titular de Sanidad, al frente de la gestión de una crisis que ha dejado más de un millar de ancianos muertos este mes de marzo y ha abierto una importante brecha interna en el Gobierno autonómico.
Ayuso ya avanzó el pasado fin de semana en una entrevista en Tele Cinco que la unificación de la gestión de ls residencias bajo un mismo mando se ha hecho “para que partir de ahora se actúe de otra manera”, como ha ocurrido. Amparándose en la Orden 1/2020 de 27 de marzo de la Comunidad de Madrid, las residencias más afectadas por el coronavirus estarán bajo la dirección de la administración pública, del mismo modo que ha sucedido en Galicia.
El criterio para la selección de los centros responde a las inspecciones realizadas por los profesionales sanitarios, personal de la Dirección General del Mayor, del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, del Ayuntamiento de Madrid y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se han encontrado con impactantes y alarmantes estampas en el interior de los geriátricos, donde también las plantillas se encuentran diezmadas y a menudo se trabaja con falta de equipos de protección.
La nueva dirección de los centros, asumida por los funcionarios de la AMAS, será la encargada de la reorganización de las plantillas que comenzarán a reforzarse gracias a la declaración de emergencia que ha tramitado la Consejería de Políticas Sociales para la contratación urgente de personal de atención directa, dado que se están sucediendo las bajas y el personas se encuentra "en cuadro".