Madrid

Un restaurante de Fuenlabrada, sede del mayor 'banco' de narcos de Europa

La Policía Nacional ha desarticulado la mayor entidad financiera del narcotráfico en Europa, que tenía su sede de operaciones en un restaurante del polígono de Cobo Calleja en Fuenlabrada (Madrid)

  • Imagen de uno de los detenidos en la operación policial contra el mayor entramado financiero de narcotraficantes de Europa

Un restaurante en el polígono industrial de Cobo Calleja en Fuenlabrada (Madrid) era la sede de operación del mayor 'banco' del narcotráfico en Europa. A este lugar acudían a diario los clientes de la organización para realizar recogidas de dinero de algunos negocios regentados por ciudadanos chinos de la zona. La Policía Nacional ha desarticulado todo este entramado, que blanqueaba el dinero en criptomonedas, y ha intervenido casi tres millones de euros.

Esta organización tenía varias oficinas repartidas por toda esta zona industrial del extrarradio de la capital. Una de ellas se encontraba ubicada en la calle Bembibre y otra de ellas en el número 20 de la calle Murias, según informan fuentes policiales a Vozpópuli. Todas ellas estaban camufladas en negocios regentados por ciudadanos chinos, que eran la imagen de estos lugares.

La operación 'Caldo-Ramz' es una de las de mayor envergadura en la historia de nuestro país y ha sido desarrollada de forma conjunta por la Policía Nacional, la Agencia Tributaria y EUROPOL, con la colaboración de EUROJUST. Las diligencias han sido dirigidas por el Juzgado Central de Instrucción nº1 y la Fiscalía Especial Antidroga.

Los primeros pasos de esta organización datan del año 2020, en plena pandemia, cuando llevaban a cabo entregas y recogidas de dinero para financiar el narcotráfico y retornar las ganancias obtenidas. Los investigadores han acreditado que esta banda recaudaba más de 32 millones al año pero se estima que superarían los 300 millones. Todo ello gracias a los sistemas de compensación, transporte de dinero y transacciones de criptomonedas entre España e Italia, Francia, Países Bajos, Alemania, Finlandia, Bélgica, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Polonia, Suiza y Noruega, así como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Colombia, Bolivia, Perú, Brasil y China.

Los miembros de la banda eran principalmente ciudadanos de origen sirios y estaban liderados por un compatriota que operaba desde Madrid y Toledo. Se dedicaban a financiar el tráfico de drogas de varias organizaciones de narcotráfico que operaban en España y en el extranjero. 

Para ello contaban con una sede de operaciones ubicada en un restaurante de un polígono industrial en la localidad madrileña de Fuenlabrada, donde acudían a diario los clientes para realizar recogidas de dinero procedente principalmente de algunos negocios regentados por ciudadanos chinos de la zona. Para evitar posibles vuelcos por parte de otras organizaciones o incautaciones con motivo de inspecciones policiales, el restaurante era vigilado las 24 horas del día y no acumulaban grandes cantidades de dinero en la caja fuerte.

La organización de los hawalladares también realizaban entregas y recogidas de dinero a domicilio con los miembros más destacados de los principales grupos criminales dedicados al narcotráfico. En dos años de pesquisas los agentes han conseguido intervenir 2.420.000 euros que eran transportados tanto por miembros de la organización de los hawalladares, como por integrantes su red clientelar.

Criptomonedas de narcos

También han podido acreditar como la trama estaba financiando la compra continua de alijos de estupefacientes destinados a toda Europa, y se les ha vinculado con dos contenedores intervenidos en 2020 y 2021 que portaban cuatro toneladas de cocaína. Un 'banco' de narcos.

En todo este tiempo, los hawalladares serían responsables del movimiento de más de 32 millones de euros al año utilizando el sistema de la hawala, estimándose que dicha cantidad podría llegar a superar los 300 millones de euros anuales. Además de utilizar este antiguo sistema de transferencia monetaria, la organización habría evolucionado a uno más sofisticado, usando monedas virtuales como canal alternativo que les permitía eludir los mecanismos nacionales e internacionales de control.

Los agentes averiguaron que la organización colombiano-libanesa de narcos obtenía los beneficios de la venta de la sustancia estupefaciente introducida en Europa. Después solicitaban a la organización sita en España la recogida del dinero en efectivo generado por la venta y el envío del mismo a través de criptomonedas.

Debido a que la organización ubicada en España no disponía de la estructura necesaria para dar cobertura a esos pagos en criptomonedas, reclamaban los servicios de terceras organizaciones que enviaban el dinero virtual a las direcciones aportadas por parte de la organización colombiana-libanesa, todo ello a cambio de recibir una comisión. 

Casas de lujo en Dubái

Las pesquisas policiales también mostraron como el líder de la organización, a través de su abogada y mano derecha, creó una sociedad a su nombre y adquirió diferentes licencias y vehículos utilizando el dinero obtenido de las actividades ilegales de la organización. Con ello lograba no solo blanquear los beneficios obtenidos, sino también conseguir un negocio plenamente estructurado.

Tenían un sistema de transporte de las compensaciones de dinero gestionadas por la organización y lo que les facilitaba una mayor seguridad en dicho transporte. Además el cabecilla también planeaba la adquisición de viviendas de lujo en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) para deslocalizar así gran parte de los beneficios económicos obtenidos con las actividades ilegales desarrolladas.

19 cuentas de criptomonedas

El pasado mes de septiembre, en un dispositivo en el que participaron más de 120 agentes, se llevaron a cabo 21 registros en las provincias de Madrid y Toledo, así como un despliegue policial que se ha extendido también a otras provincias como Málaga y Álava. Se detuvieron a 32 personas y se han intervenido 485.205 euros.

Los policías también incautaron una pistola semiautomática, 470 kilogramos de hachís, 1.235 kilogramos de cogollos de marihuana, una plantación con 995 plantas de marihuana, 11 vehículos de alta gama y siete relojes de lujo. Además se descubrió un taller mecánico dedicado a la realización de "caletas" y se bloquearon 19 cuentas de monedas virtuales valoradas en 1.500.000 euros.

Una vez que los arrestados pasaron a disposición judicial, el magistrado decretó la prisión con y sin fianza para 11 de los investigados, entre ellos el líder y la abogada de la organización que servía como un 'banco' de los narcos.

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