El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, impondrá la próxima semana sendas cruces rojas al Mérito Policial al comisario Alfonso María S.N. y al inspector jefe Javier N.A., dos de los máximos responsables policiales del dispositivo montado alrededor del Congreso el pasado martes con motivo de la convocatoria del movimiento 25-S y que desembocó en graves disturbios. El primero es, en concreto, el máximo responsable de Seguridad Ciudadana en la Comunidad de Madrid. El segundo, el jefe de una de las Unidades de Intervención Policial (las UIP, cuyos integrantes son conocidos popularmente como antidisturbios) que intervinieron en las polémicas cargas. Según fuentes policiales, ésta es la segunda vez para el comisario y la tercera para el inspector jefe que reciben una de estas medallas ‘al valor’, que llevan aparejadas cada una una pensión vitalicia del 10% de su salario.
También recibirán condecoraciones ‘pensionadas’ tres inspectores que son hijos de sendos altos mandos de la Policía
La concesión de estas nuevas medallas a ambos agentes fue aprobada por la Junta de gobierno de la Dirección General de la Policía el pasado 17 de septiembre, es decir, una semana antes de que se produjeran los incidentes en la madrileña Plaza de Neptuno, pese a lo cual han causado malestar dentro de la propia institución, algunos de cuyos integrante consideran que ninguno de ellos “cumple los requisitos necesarios que marca la ley”. Estas distinciones se rigen aún por un decreto franquista de 1964, que detalla que para recibir este reconocimiento ‘pensionado’, los policías que las reciban deben haber resultado "herido en acto de servicio", haber participado "en tres o más servicios" en los que hubiera riesgo de agresión con armas, haber realizado un hecho "abnegado en circunstancias de peligro para su persona" o haber participado en "hechos distinguidos y extraordinarios en los que haya quedado patente un riesgo o peligro personal". Siempre según estas fuentes, ninguno de los dos agentes cumple dichos requisitos “y mucho menos por partida doble o triple”.
Sus casos no son, sin embargo, los únicos de supuestas arbitrariedades en la concesión de cruces rojas al Mérito Policial de este año que denuncian las fuentes policiales consultadas por Vozpópuli. En concreto, también critican que se vaya a entregar esta alta distinción ‘al valor’ a tres inspectores que son hijos de sendos altos mandos. Uno de éstos, incluso, forma parte de la la Junta de Gobierno de la Policía, la encargada precisamente de dar el visto bueno a la lista de los condecorados. "Es un ejemplo más de las irregularidades y arbitrariedades que han existido siempre en la concesión de condecoraciones. Se premia el amiguismo y los favores, no la profesionalidad", añaden.
Recorte en el número
La entrega de medallas, que se hace coincidir con la festividad de los Ángeles Santos Custodios, patrón del Cuerpo Nacional de Policía, suele venir acompañado siempre de polémica. Este año era, además, el primero en muchos años en el que la Dirección General había anunciado una reducción en el número de condecoraciones, después de doce años de crecimientos continuos del número de ellas que hicieron que de las 1.400 aproximadamente que se concedieron a comienzos del nuevo siglo se alcanzara la cifra record de 3.774 el año pasado, con el socialista Antonio Camacho como máximo responsable de Interior.
Este año, la Policía va a entregar 3.058 medallas frente a las 3.774 del año anterior. Hace doce años eran sólo 1.400
En este sentido, el nuevo responsable de la Policía, Ignacio Cosidó, dictó una resolución con la que modificaba algunos de los criterios de la ley de 1964, aunque la reforma no terminó de convencer a los sindicatos policiales. En ella, el director general fijaba cuáles debía reunir los agentes a los que se le concediera la Cruz al Mérito policial con distintito blanco por trayectoria profesional, a los que a partir de ahora se les exigirá tener diez años de antigüedad y haber recibido entre 10 y 20 felicitaciones públicas, según el agente estuviera destinado en un servicio operativo o administrativo. La orden también apuntaba a una reducción del número de personas no pertenecientes a la Policía, la Guardia Civil y el Ejército que hasta ahora eran distinguidas con alguna de las medallas al mérito policial.
La reducción ha sido, finalmente, de un 18%, al terminar concediendo 3.058 medallas (2.958 blancas y 100 rojas) frente a las 3.774 del año anterior. De ellas, 2.536 (de las cuales 98 eran ‘pensionadas’) serán impuestas a agentes del Cuerpo Nacional de Policía y funcionarios adscritos al mismo. El resto, 522, se repartirán entre guardias civiles (138), militares (50) y “personas ajenas a la corporación” (334), un concepto que incluye desde jueces y fiscales, a empresarios, pasando por jefes de seguridad de empresas privadas, detectives, policías de otros países, asesores del propio ministro del Interior, el dueño de una pulpería de Madrid y un arzobispo, como detalló este diario el pasado jueves. Las condecoraciones a este heterogéneo colectivo siempre han provocado protestas en el seno de la Policía, donde no se termina de entender que una de estas personas recibe una reconocimiento en forma de medalla idéntico al de un agente que, por ejemplo, ha destacado en una operación contra el crimen organizado. Los sindicatos policiales reclaman que se cree otra distinción para ellos que no tenga nada que ver con las que la ley reserva a los policías.
Reparto nada equitativo
No es la única queja. Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP, el mayoritario en la institución) también se critica el “desigual” reparto que se ha hecho este año de las condecoraciones y que, denuncian, ha favorecido más a los mandos que a los agentes de la Escala Básica. En un informe elaborado por esta organización al que ha tenido acceso este diario se destaca que la escala superior, formada por comisarios y comisarios principales, han recibido un 75% más de medallas rojas, y por tanto con derecho a pensión, que en 2011, al pasar de las 8 de aquel año a las 14 que les entregarán en los próximos días. Por contra, en el resto de escalas el número se ha reducido esta condecoraciones. En el caso de la Escala Ejecutiva (inspectores e inspectores jefe), de un modo leve, al pasar de 46 a 45 condecoraciones (un 2% menos), pero de modo muy acusado en las escalas de Subinspección y Básica. La primera ha pasado de las 19 a las 11, lo que representa un 72% menos. En la Básica, donde se concentra el mayor número de agentes, de 46 a sólo 27. Es decir, un 70% menos.
En el infome del SUP, sus autores destacan que este año cerca del 3% de los comisarios han recibido la cruz roja al Mérito Policial, frente a sólo el 0,04% de los policías de la Escala Básica. "Dicho de otra manera y ateniéndonos a la ley, un 3% de los miembros de la Escala Superior han resultado heridos o han participado en tiroteos con armas poniendo en riesgo su vida", concluyen el escrito con una fuerte carga irónica.