El Ayuntamiento de Madrid, que preside Manuela Carmena, ha recibido hace pocos días una comunicación de la Comunidad de Madrid, que preside Cristina Cifuentes, en el que recuerda a la primera autoridad municipal que no puede colocar carteles en la fachada del Palacio de Correos sin solicitar permiso a los responsables de Cultura del Gobierno regional. La carta pide a los responsables municipales que retiren todas las pancartas que hay en la fachada, incluida la de que está situada en lo más alto del edificio.
Carmena colocó hace meses una gran pancarta que dice “Refugees Welcome” cuando parecía que iban a venir a España miles de los refugiados que huyen de la guerra de Siria. Los refugiados no han venido, y llevan camino de no llegar nunca, y el cartel sigue en su lugar. Incluso está siendo un peligro para los viandantes puesto que en los últimos días parece que se ha desprendido uno de los anclajes.
Carmena debe pedir permiso a Patrimonio para cualquier alteración que haga en la fachada.
El edificio de Correos tiene la máxima protección, nivel 1, y está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por lo que la Comunidad debe actuar si conoce algún tipo de variación en su fachada o interiores.
Por ello, Carmena debe pedir permiso a Patrimonio para cualquier alteración que haga en la fachada, como el cartel de refugiados, que parece que el Ayuntamiento quiera cambiar en los próximos días. Pero no sólo el actual Ayuntamiento ha colocado ese cartel. Desde tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón se colocan en los laterales del Palacio, construido por Antonio Palacios, grandes anuncios sobre las exposiciones que se celebran en las salas culturales de Centro.
El Gobierno regional tiene potestad para autorizar, siempre bajo petición, la colocación de algún tipo de cartel pero con carácter puntual, nunca permanente como parece que tiene vocación el que ha colocado la alcaldesa.