El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha destacado este sábado en Barcelona su preocupación por Cataluña y ha agradecido la labor del PP catalán en la Comunidad. "Conozco Cataluña sé lo que pasa, me importa, me preocupo y me ocupo de los problemas de los catalanes", ha dicho Rajoy, arrancando el aplauso de los militantes del PP en el acto que clausura en Barcelona. El presidente ha reiterado que el Ejecutivo ha ayudado y seguirá ayudando económicamente a Cataluña pese a que el president Artur Mas haya decidido prolongar su "viaje a ninguna parte" con su nueva hoja de ruta hacia la independencia.
En su primera visita a Cataluña tras la celebración del proceso participativo del 9 de noviembre, en la que ha estado arropado por cinco de sus ministros y varios presidentes autonómicos y líderes regionales del partido, Rajoy ha prometido ante varios centenares de militantes que, aunque está dispuesto a hablar, no piensa permitir "que se ponga en tela de juicio la unidad de España" ni dejará que "nadie" lo haga. Y ha insistido en que lo que se vivió en aquella jornada del 9N fue una "farsa" y un "simulacro" sin garantías. Mas "fracasó en toda regla" si lo que pretendía era "presentar una Cataluña independentista", ha dicho.
"¿Dónde deja Mas a esa gente que lleva 30 años diciendo que no quiere romper con España?", se pregunta Rajoy
"Nadie tiene derecho a hablar en nombre de toda Cataluña, ha advertido Rajoy, que ha añadido, en alusión a Mas: "Y menos que nadie un gobernante que ha decidido ignorar a dos de cada tres catalanes", que se quedaron en casa el día de la votación ilegal para decidir si la región debía convertirse en un Estado independiente. "Los catalanes son muchos y los independentistas, muchos menos", ha asegurado Rajoy, queriendo romper una lanza a favor de los abstencionistas del 9N. "¿Dónde deja [Mas] a esa gente que lleva treinta años diciendo que no quiere romper con España?", se ha preguntado.
La casa sin barrer
Ha acusado así al presidente catalán de haber estado "obsesivamente entregado" a "fomentar la división de los catalanes" y lo ha hecho "propagando falsos mitos históricos y políticos", "agitando la ensoñación de la independencia como la arcadia feliz" y "engañando a la gente sobre la realidad" de Cataluña. "Y mientras tanto, la casa sin barrer", ha lamentado Rajoy, quien ha recordado las numerosas medidas que el Gobierno ha tomado para ayudar financieramente a Cataluña y ha prometido que seguirá haciéndolo, asegurando que mientras pueda no piensa "dejar tirado a ningún ciudadano español piense lo que piense, a ninguno".
"Cataluña no puede ser porque no lo ha sido nunca un país de listas únicas, partidos únicos y políticas únicas al servicio de una sola causa. Por favor, un poco de respeto a Cataluña", ha dicho sobre la nueva hoja de ruta de Mas, presentada hace apenas unos días, y según la cual pretende celebrar unas elecciones plebiscitarias y concurrir con una sola lista para iniciar el proceso que lleve al Estado catalán en año y medio.
El presidente ha cumplido así con su anunciada visita a Cataluña, que avanzó en Brisbane (Australia), donde se celebró la última cumbre del G-20, el pasado 16 de noviembre. Rajoy dijo entonces que su intención era la de explicar "mejor que hasta ahora" sus argumentos ante el debate soberanista, aunque desde el PP se había insistido en los últimos días en que eso no supone que dichos argumentos hayan cambiado.
Rajoy ha sido el encargado de cerrar unas jornadas sobre buen gobierno en los ayuntamientos organizadas por el PP. A su discurso han asistido los titulares de Interior, Jorge Fernández Díaz; Industria, José Manuel Soria; Empleo, Fátima Báñez; Fomento, Ana Pastor, y Economía, Luis de Guindos. También han asistido al acto los presidentes de Melilla, Juan José Imbroda; Madrid, Ignacio González; La Rioja, Pedro Sánz; Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, así como la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. A ellos se suman los presidentes del PP en Andalucía, Juanma Moreno; Asturias, Mercedes Fernández; Madrid, Esperanza Aguirre; País Vasco, Arantza Quiroga, y Navarra, Pablo Zalba.
"Los delirios se cambian con tranquilidad y no con más alborotos"
"Mantener la estabilidad"
En un discurso de más de cincuenta minutos que según ha asegurado no era "improvisado", aunque ha admitido que no iba a decir nada que "no haya dicho antes", Rajoy ha relatado su propia hoja de ruta, lo que él piensa hacer, que según ha dicho es "mantener la estabilidad política", continuar con las reformas y con el ejercicio del "gobierno responsable". "Los delirios se cambian con tranquilidad y no con más alborotos", ha añadido Rajoy, que ha insistido en prometer que el Ejecutivo seguirá como hasta ahora "colaborando con todas las administraciones públicas para atender los problemas reales" de los ciudadanos.
El jefe del Ejecutivo, que ha recordado que desde que está en La Moncloa ha estado 16 veces en Cataluña, y 117 veces desde que preside el PP, ha agradecido a Alicia Sánchez Camacho haber defendido los planteamientos de una "gran mayoría de los catalanes" con "la valentía que otros no han tenido". Y ha prometido a los populares catalanes que estarán "cada vez más acompañados, más escuchados y más atendidos".
En esta esperada pero breve visita a Cataluña, Rajoy ha ido en su discurso más allá del debate soberanista, y además de defender sus medidas anticorrupción ha tenido reproches para el PSOE y Podemos. Así, ha defendido el ejercicio de la política desde la "moderación" y el "sentido común" y con "prudencia" frente a quienes apuestan por el "populismo" y la "demagogia".
Dirigirse a la masa abstencionista
Rajoy ya había anunciado que su objetivo con esta visita era dejar claro que, a pesar del desafío permanente del presidente catalán, la soberanía nacional no es negociable. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo intenta transmitir a Mas que existe margen para el diálogo que reclaman muchos sectores de la sociedad catalana y considera inasumible la petición del presidente catalán de buscar una fórmula legal para que los catalanes pudieran votar. Los estrategas de Presidencia consideran fundamental recomponer las relaciones con los catalanes que no sintonizan con el mensaje secesionista de CiU y sus compañeros de aventura.