El triángulo escaleno que pretendía formar Pedro Sánchez con PSOE, Podemos y Ciudadanos, está a punto de extinguirse antes de nacer. En el PP no da una semana de vida a tan singular empeño. La reunión de este jueves será acta de defunción más que de nacimiento, comenta un dirigente de Génova. Desde el partido naranja se hacen enormes esfuerzos por maquillar la situación: "Nosotros nos reuniremos con Podemos igual que el PSOE lo haría con el PP", decía Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario. Un argumento con poca base. “Albert Rivera lo ha intentado, creía que iba a lograrlo. Un acuerdo con el PSOE y la abstención del PP, luego de llevarse la cabeza de Rajoy por delante. Tal era su estrategia. Un auténtico disparate. Las cosas no son así y la realidad al final se impone”, explican esas fuentes.
En opinión del PP, Rivera erró su estrategia al optar por un conciliábulo contra natura con los socialistas en lugar de aproximarse a su socio natural, que es el PP
La batalla dialéctica a mamporros protagonizada por Rivera e Iglesias en el Congreso se antoja la antesala de la ruptura total. Ciudadanos y Podemos son irreconciliables. En opinión del PP, Rivera erró su estrategia al optar por un conciliábulo contra natura con los socialistas en lugar de aproximarse a su socio natural, que es el PP. “Rechazó repetir la operación de Madrid, donde Cristina Cifuentes y Ciudadanos colaboran en una gestión absolutamente ejemplar”, mencionan. “Nada que ver con Sevilla. Susana Díaz apenas gobierna, no hace nada, vive pendiente de la interna de su partido. Ciudadanos allí son una pieza decorativa, que cumplió su objetivo de favorecer su investidura, y ahora ya ni importa ni molesta”, añaden.
Cambio de rumbo en los pactos
En el cuartel general de los populares no dudan en que esa ruptura de Ciudadanos con el PSOE, o al revés, orientará a Rivera a su espectro ideológico natural. Es decir, aquel en el que se mueve el sesenta por ciento de su electorado, que procede del PP. Quizás no sea ahora, que tampoco resolvería nada. Es posible que haya que esperar a que se resuelva el actual bloqueo institucional con unas elecciones. “Pero el lugar razonable de Ciudadanos no es con el partido que busca pactar ahora con Podemos”, añaden. E insisten en que la evolución de los acontecimientos le da la razón a Mariano Rajoy. Siempre dijo que existen tan sólo dos opciones de Gobierno. Por un lado la gran coalición, con PP, PSOE y Ciudadanos, algo que Sánchez ha impedido desde el minuto uno. Y, naturalmente, el frente de la izquierda con los separatistas, hacia el que se encamina raudamente el secretario general del PSOE. Su encuentro secreto con Oriol Junqueras, líder de ERC, avala esta teoría.
“Se lo advertimos, se le dijo a Rivera que Sánchez no es de fiar”, señala un dirigente del PP que mantiene buenas relaciones con Ciudadanos
En Moncloa no disimulan cierta satisfacción por el comprometido trance por el que atraviesa ahora Ciudadanos. “Se lo advertimos, se le dijo a Rivera que Sánchez no es de fiar”, señala un dirigente del PP que mantiene buenas relaciones con Ciudadanos. Explica que todos los extraños vaivenes del partido naranja, de exigencias inéditas como ministerios o votos de adhesión a su programa, son desesperados esfuerzos por salir con bien de la ruptura del pacto.
Rajoy mantienen firme su estrategia de esperar y ver. Ha sofocado la trifulca entre Moncloa y los jóvenes dirigentes de Génova. La tensión sigue viva, pero bajo cuerda. Ha asistido con satisfacción a la batalla campal entre los insignes representantes de la 'nueva política' librada este miércoles en el Congreso. Se esperaba una nueva edición de 'todos contra el PP' y derivó en navajazos entre los jefes de filas de Ciudadanos y Podemos. Telefoneará a Sánchez en el último minuto para hacerle alguna oferta sorpresa. El plazo para apurar las negociaciones concluye el día 23 de abril, según los dirigentes del PSOE. El tiempo justo para que luego se celebren las consultas en Zarzuela y la ceremonia de investidura. Mientras tanto, su partido celebra convenciones y encuentros sectoriales para dar la sensación de que sigue vivo. Este sábado toca irse a Barcelona, al territorio Rivera, a hablar de la unidad de España.
Toda la iniciativa le sigue correspondiendo a Sánchez, pero ya con otra pareja. Ciudadanos se caerá del cartel la semana próxima, de acuerdo con los asesores de Moncloa, y el PSOE acelerará sus negociaciones con Iglesias y los separatistas. Todo quedará pendiente de la reacción de Susana Díaz y la vieja guardia del PSOE, que se está moviendo en las últimas fechas.