España

Rajoy utilizará el triunfo en Galicia como carta de presentación ante sus socios europeos

Afirma en el comité ejecutivo de su partido que la huelga general "es un error descomunal y eso lo saben los propios convocantes". Insiste en que la petición de escate depende de los intereses de España, pero "cuando se gobierna tomando decisiones valientes, al final hay respaldo" ciudadano. "Tienes el apoyo de todo el partido y muy especialmente el mío personal", le dijo a Antonio Basagoiti. El jefe del ejecutivo telefoneó a Urkullu para felicitarle por su triunfo.

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El triunfo en Galicia no sólo supone para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un aval a sus políticas y una contestación a esa calle incendiada frente a la mayoría silenciosa de la que tanto habla. Con tener valor todo esto, que lo tiene porque de paso es útil para desactivar el discurso socialista de las políticas antisociales, le sirve además de carta de presentación ante la Unión Europea, porque son pocos los mandatarios que pueden acreditar el mantenimiento de los apoyos ciudadanos en mitad de la gestión de la crisis. Ni siquiera la canciller alemana, Angela Merkel, se ha visto librada de castigos electorales en importantes Lander y eso a pesar de que la situación en Alemania es mucho más benévola que en España.

Este es uno de los aspectos que más parece preocupar al Gobierno, hoy más legitimado que ayer, dicen, para no solo defender las reformas que ha emprendido sino para abordar las que puedan venir, a pesar de que, tal y como señaló ayer este medio, fuentes próximas al presidente del Ejecutivo se esforzaban por subrayar que, independientemente de los resultados que hubiera obtenido Alberto Núñez Feijóo, Rajoy cuenta con su propia mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.

Precisamente, Rajoy hizo ayer un análisis pormenorizado de la situación económica, de lo que él entiende por "avances" europeos en materia de reformas estructurales, mecanismos de liquidez e integración europea. También se felicitó por la intención del BCE de actuar en los mercados secundarios y hasta se refirió a la posibilidad de petición de un rescate de deuda soberana aunque no avanzó más argumento que el ya conocido de que "esa decisión se tomará teniendo en cuenta los intereses del país" y viendo cómo evoluciona la prima, entre otros factores. Del contenido de su intervención ante el comité ejecutivo nacional del PP cabe deducir que el presidente del Gobierno no pierde de vista a Europa y el uso que puede hacer de los resultados gallegos cosechados el domingo.

El jefe del Ejecutivo defendió que "la responsabilidad y la coherencia son rentables a largo plazo", en alusión a los buenos resultados de Feijóo

El presidente defendió, tomando como ejemplo a Alberto Núñez Feijóo, presente en la reunión, que "cuando se gobierna tomando decisiones valientes, al final hay respaldo" ciudadano. "La responsabilidad y la coherencia son rentables a largo plazo", dijo de su triunfo en Galicia. Al término de la reunión de la ejecutiva, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, abundó en esta idea al comentar que "si los españoles no hubieran entendido que las políticas de responsabilidad son necesarias, este resultado no hubiera sido posible".

Respecto al País Vasco y tras escuchar a su candidato, Antonio Basagoiti, quien admitió que le hubiera gustado tener mejores resultados, Rajoy le dijo a éste que "tienes el respaldo de todo el partido y muy especialmente el mío personal". Ni siquiera la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que se confesó ante los periodistas desilusionada con los resultados vascos intervino en el comité. El apoyo sin fisuras de Rajoy a Basagoiti bebe de la crisis con María San Gil, una de las más duras para el líder del PP que siempre le estará agradecido al vasco. Basagoiti dijo ayer que no va a dar "la espantada", pero tal y como informó ayer este medio, las del domingo fueron sus últimas elecciones vascas. Ahora tendrá que preparar la sucesión. Al margen de ello, Rajoy ha telefoneado al candidato del PNV, Iñigo Urkullu, para felicitarle por su triunfo, aunque no han entrado en más consideraciones, aseguran fuentes del PP. 

De puertas a dentro, los populares tienen en frente a un PSOE que debe lamerse las heridas y eso que todavía no ha venido lo peor. Porque las elecciones catalanas vaticinan una debacle desconocida para las siglas del PSC el próximo 25 de noviembre. Eso significa que tanto el actual líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, como una de las posibles aspirantes a sucederle en el liderazgo del partido y en la candidatura de las generales, la catalana Carme Chacón, pueden acabar completamente desactivados. Así, con los votos del 21-O y sin una oposición enfrente, el Gobierno puede maniobrar mucho mejor y, quién sabe, especulan en Moncloa, desactivar en buena parte la huelga general convocada por los sindicatos para el próximo 14 de noviembre, justo cuando los ministros deberán ir presentando en el Congreso los presupuestos de cada uno de sus departamentos.

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