El presidente español ha aprovechado la visita de Merkel a España para conceder una entrevista al diario alemán 'Frankfurter Allgemeine' en la que aprovecha para ofrecer una imagen positiva de España, negando por ejemplo que nuestro país dependa excesivamente de la construcción o el turismo. “España exporta equipos de maquinaria, exporta telecomunicaciones, material de transporte, bienes de consumo, etc. Somos un país fuerte” afirma Rajoy, en un esfuerzo por alejar los prejuicios del norte de Europa sobre nuestro país. Y sentencia: “España es un país donde se trabaja”.
El mandatario español habla también de las previsiones de crecimiento para el año 2012, que establecieron un crecimiento negativo del 1,7% del PIB y se muestra confiado en que esa meta se vea mejorada a final de año y sea aún más positiva en 2013. ¿El motivo? “El gran esfuerzo para reducir el déficit y las reformas llevadas a cabo por su Gobierno”, que confía en que tengan efecto “dentro de poco”, según pone de manifiesto.
Rajoy se muestra convencido de que la economía española es ahora “más flexible y competitiva”, por eso a la pregunta de si va existir una recuperación económica no duda en responder que está “absolutamente convencido de ello”. Se lamenta de lo difícil que es explicar a los ciudadanos las medidas de austeridad y la subida de los impuestos pero cree que “las cosas en España se están haciendo bien” y lanza un mensaje a sus socios europeos: “Sólo una cosa no depende de España, que se eliminen las dudas sobre el euro”.
El presidente explica que las próximas semanas serán muy importantes para la Unión Europea (UE). "Tenemos que dar una respuesta definitiva al problema griego", dice. Y se muestra esperanzado en disipar las dudas de la moneda única y que no se tomen "decisiones que sólo benefician por tres meses. No hay nada peor para la zona euro que la incertidumbre".
El líder popular niega que la moneda comunitaria haya sido una maldición para los países europeos o los haya empobrecido. "El euro es un símbolo de la unidad europea y una necesidad del mercado interior. Es fundamental. A mi juicio, el euro ha sido enormemente útil para todos los países de la zona comunitaria", aclara. Y manifiesta que lo que hay que hacer con la moneda única es "protegerla, preservarla y mejorarla".