Mariano Rajoy no cambia de discurso ni de idea. Fiel a sus principios y postulados, el presidente del Gobierno ha manifestado a sus ministros más próximos su voluntad de no hacer crisis de Gobierno por el momento. Ni siquiera con la anunciada salida hacia Bruselas de Miguel Arias Cañete, a quien se le apoyará para convertirse en comisario de la UE sin que necesariamente ocupe un puesto en las listas europeas. Primero, los comicios y ya se hablará luego de cambios en el Gobierno, comentan fuentes del Ejecutivo.
Tras prescindir de Mayor Oreja como cabeza de cartel del PP para el Parlamento Europeo, se dio por hecho que Arias Cañete encabezaría esa lista, con Marimar Blanco, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, en segundo lugar. El ministro de Agricultura daría luego el salto a una comisaría de la Comisión, tal y como es su deseo. Pero los planes de Rajoy no han cambiado desde que declaró en una entrevista periodística que su intención es terminar la legislatura con los mismos ministros con los que la empezó.
"No hay desencuentros"
La designacón de Moreno Bonilla como presidente del PP andaluz y la consiguiente tormenta política que sacudió al partido y a la Moncloa han dado lugar en las últimas horas a todo tipo de versiones y de cábalas sobre reajustes en el Ejecutivo. Este fin de semana fuentes muy próximas al presidente insistían en que la voluntad de Rajoy es no hacer crisis y seguir sin más cambios hasta después del verano, cuando Arias Cañete se incorpore a su puesto en Bruselas.
Dolores Cospedal, precisamente este lunes, salía al paso de la rumorología ambiental y precisaba, en declaraciones a Telecinco, que no hay desencuentro alguno con Rajoy entre otras cosas "porque es el presidente de mi partido".
Ayer mismo el titular de Agricultura, estrella principal en los comentarios y quinielas en estas últimas semanas, insistió nuevamente en que no hay nada de lo suyo y, desde Bruselas afirmó que confía en seguir asisitendo a más consejos de ministros comunitarios. Un desmentido obligado a la espera quizás de que el presidente del Gobierno confirme finalmente sus propósitos. Rajoy ya ha anunciado que dará a conocer la candidatura a las europeas en el congreso del Partido Popular Europeo, que se celebrará la primera semana de marzo en Dublín.
Vuelve Arenas
Rajoy no quiere saber nada de crisis de Gobierno antes de las elecciones europeas. Incluso ha vuelto a circular el nombre de Javier Arenas, actual vicesecretario del PP con despacho en Génova, como cabeza de cartel. Arenas, protagonista en la sombra del cambalache vivido en el PP andaluz, se ha mostrado siempre escasamente entusiasmado ante la posibilidad de acudir a Europa. Le salva el hecho de que no habla inglés, algo fundamental para moverse en el nuevo escenario de Bruselas, que arrancará en mayo un quinquenio en el que el Parlamento Europeo gana en contenido, en poder y en capacidad de decisión. Es preciso tener un primer espada al frente del equipo español porque la Cámara comunitaria va a estar muy activa y hay demasiados intereses españoles en juego, aseguran fuentes del Gobierno.
Ana Mato, actual ministra de Sanidad, objeto también de rumores para integrar las listas europeas, ya ha hecho saber a sus colaboradores que confía en no tener que moverse de Madrid. Por su parte José Ignacio Wert, titular de Cultura y escasamente valorado en las encuestas de opinión, también ha comunicado a miembros de su equipo que no piensa abandonar el barco precisamente ahora. Wert, con una carrera profesional de éxito al margen de la política, había mostrado tiempo atrás su voluntad de dejar política en cuanto fuera posible. Parece haber cambiado de opinión después de algunas conversaciones con Mariano Rajoy, con quien mantiene una estrecha relación desde hace años, Pedro Arriola mediante.