La historia de España en Marruecos es poco conocida por gran parte de los ciudadanos de nuestro país. Hoy es difícil que un joven sepa que ocurrió en Nador, Annual, Monte Arruit o Alhucemas. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha producido una explosión de literatura sobre la guerra de España en Africa y se han publicado numerosos libros que vienen a cubrir la falta de una gran biografía sobre la material. Esta eclosión de la literatura histórica sobre el conflicto ha llevado a apasionados por este campo a visitar las tierras donde tuvo lugar esta contienda, entre ellos, destacados empresarios y algunos ministros, entre ellos el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, o el de Exteriores, José Manuel García Margallo.
Dicen los especialistas que la Guerra Civil tapó el interés de los historiadores y los lectores por la Guerra de Marruecos, que tanta influencia tuvo luego en la contienda del 36. Muchos son los ciudadanos que han leído esta literatura y los que han querido viajar a los lugares donde murieron sus abuelos o bisabuelos y de donde han escuchado leyendas e historias terribles. Hay que recordar que sólo en Annual y sus consecuencias murieron más de diez mil españoles.
Dicen los especialistas que la Guerra Civil tapó el interés de los historiadores y los lectores por la Guerra de Marruecos, que tanta influencia tuvo luego en la contienda del 36
Algunos de los visitantes que se han acercado al Rif en los últimos tiempos han sido conocidos ministros, con carácter privado, e incluso importantes empresarios. Los ministros de Interior y de Exteriores, ambos aficionados a la historia y grandes conocedores de lo que sucedió en el mes de julio de 1921 en Annual, han sido algunos de los que han visitado el Rif en los últimos meses. Otro de los personajes públicos que ha hecho el recorrido Nador, Zeluán, Monte Arruit, Dar Drius, Annual, Sidi Dris, Afrau y Alhucemas ha sido el empresario Juan Abelló, también apasionado por esta historia y buen conocedor de la tragedia de nuestros soldados.
Muchos de nuestros reclutas fueron pasados a cuchillo después de recibir la promesa de que si entregaban las armas les dejarían ir hasta Melilla. Estas visitas se hacen muy documentadas, con buena información gráfica y literaria, gracias a la Asociación de Estudios Melillenses, que con su presidente Benito Gallardo, hace una labor callada y muy eficaz para que no se pierda la historia española en esa parte de Marruecos.