El nuevo comisario europeo de Interior y Migración, Magnus Brunner, exministro de Finanzas de Austria, del Partido Popular Europeo (PPE), se estrena en su puesto sin una idea clara de qué quiere España por la llegada a las islas de 41.425 inmigrantes irregulares entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de este 2024 cuando el año pasado esta cifra sumó 39.910 migrantes, superando el récord anterior de 2006. De esos 41.425 irregulares, 5.699 son menores de edad no acompañados (menas), más del 13% del total, y 1.004 de ellos solo en noviembre de 2024. El primer problema social de las islas Canarias sigue sin propuestas ante Bruselas que tiene, además de los 1.500 kilómetros que separan Canarias de Mauritania, 82.000 kilómetros de fronteras terrestres y marítimas del bloque que atender el resto de la UE.

Mientras, la agencia europea de fronteras, Frontex, sigue su agenda de encuentros regulares con la industria, investigadores y expertos de los Estados miembros para desarrollar nuevas tecnologías y en 2024 se ha citado, según ha podido confirmar Vozpópuli, con: Beesense Sensors Systems Ltd. (Israel), las norteamericanas Tactical Electronics and Military Supplies e Iris ID Systems Inc. y las polacas Korporacja Wsch y Surveillanceód. 

El comandante neerlandés Hans Leijten dijo en junio en la Presidencia del Gobierno de Canarias que "me gustaría tener una bola de cristal, pero no la tengo, y esa es, de hecho, la principal preocupación de Europa. Estamos tratando de darle todo el seguimiento que podemos con las autoridades españolas en Madrid, pero también aquí (en Canarias) con las autoridades locales". Leijten sigue esperando por las peticiones de despliegue en África occidental de las llamadas cortésmente entonces "autoridades españolas en Madrid". Para 2024, a mediados de este ejercicio, Frontex y Gobierno de Canarias, cuando habían llegado ya 19.000 irregulares, el triple que en 2023 a la misma fecha, esperaban que el ejercicio termine desbordando "con mucho" el récord de rescates que se registró el año pasado, con casi 40.000 personas. Enero es la temporada alta de llegada de cayucos y podría arrancar con 42.000 llegados.

Este jueves PSOE y PP se sientan a negociar un acuerdo que permita el reparto de Menas por el resto de España dado que tiene actualmente 5.400 en 86 centros de las islas con un 300% superior de su capacidad, según datos oficiales autonómicos. La modificación de la norma generaría recursos para los centros canarios y el "cálculo que hemos hecho sobre la inversión que tiene que hacer este Gobierno para atender a estos menores es de 160 millones de euros porque no es simplemente la atención del día a día en alojamiento y manutención, sino el coste en el sistema judicial, policial, en educación y sanidad", señala Candelaria Delgado (CC), consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias. El truco que está empleando CC en este proceso es no autoexcluirse sino insistir en que PSOE y PP negocien con la idea de exprimir su Estatuto de Autonomía, buscar dinero en Bruselas directamente y ejecutar sus planes de cooperación con Estados vecinos por su cuenta. 

En enero de 2024 Delgado se reunió con su homóloga de Madrid, Ana Dávila (PP), que también coincidía en la "extrema necesidad de que el Gobierno actúe de forma proactiva en garantizar esa comunicación, información, planificación y financiación para atender a la llegada de menores inmigrantes que las comunidades asumimos en solitario". Pero las isla se asoman ya al primer trimestre de 2025 y no hay nada en la caja de caudales de las islas Canarias para pagar servicios sino promesas hasta el punto que en diciembre Canarias espera que le lleguen 50 millones de euros prometidos por el Ejecutivo central el pasado mes de agosto. Para Delgado, estos primeros 50 millones de euros previsiblemente llegarán en este mes de diciembre "son una aportación importante" pero "no suficiente", y espera resolver pronto la promesa que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, realizó al presidente canario, Fernando Clavijo, de que se transferirían 50 más, "para hacer frente a la atención de los menores no acompañados que llegan a las islas".

El número de migrantes que han llegado a las islas Canarias en embarcaciones precarias desde África occidental ha alcanzado un récord anual histórico, con 41.425 arribos entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de este año, según datos del Ministerio del Interior publicados el lunes. El año pasado llegaron 39.910 migrantes, superando el récord anterior de 2006.

Magnus Brunner, exministro de Finanzas de Austria, asume un nuevo desafío como comisario de Asuntos Internos y Migración de la Unión Europea, respaldado por figuras influyentes como Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo (PPE). Su nombramiento simboliza un cambio estratégico en la política migratoria del bloque, orientado a reforzar la seguridad fronteriza en un contexto de crecientes presiones migratorias. Este cambio se alinea con la propuesta de Ursula von der Leyen de ampliar Frontex, la agencia de guardia fronteriza y costera de la UE, a 30.000 agentes, consolidando su papel como pilar de la gestión migratoria en Europa.

El liderazgo de Brunner refleja la prioridad de los Estados miembros de equilibrar el control migratorio con la rendición de cuentas, un desafío persistente para Frontex. A pesar de su rápida expansión desde 2005, la agencia ha enfrentado críticas significativas por su falta de transparencia y por presuntas violaciones de derechos humanos, lo que derivó en la dimisión de su anterior director. Aunque el actual liderazgo de Hans Leijtens ha prometido reforzar la cultura de transparencia y rendición de cuentas, persisten dudas sobre la capacidad de la agencia para garantizar estándares adecuados mientras sigue ampliando su alcance y poder operativo.

En este panorama, el Parlamento Europeo desempeña un papel crucial para asegurar el control democrático sobre el creciente presupuesto de Frontex, que ya ronda los 1.000 millones de euros. Las recientes medidas para mejorar la supervisión, como la incorporación de observadores de derechos fundamentales, marcan un avance, aunque insuficiente para muchos críticos. La Unión Europea enfrenta ahora el reto de demostrar que el fortalecimiento de sus fronteras no solo busca contener flujos migratorios, sino también preservar los valores fundamentales del bloque, en un equilibrio que será decisivo para el futuro de su política migratoria.

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