El caos en la contabilidad de muertos por coronavirus impide conocer las cifras reales de fallecimientos de la sexta ola. A la disparidad de criterio sobre lo que es un "fallecido por covid-19" entre las comunidades autónomas, algo que adelantó este diario, hay que sumar la tardanza y falta de claridad en las cifras que emiten en el apartado de defunciones en los últimos 7 días del informe diario del Ministerio de Sanidad. Según ha podido comprobar Vozpópuli, las CCAA han dejado en el limbo a 690 muertos los últimos siete días.
Fuentes autonómicas han afirmado a este periódico que hay distintas velocidades a la hora de facilitar los datos sobre fallecidos por covid al Ministerio de Sanidad. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) de Fernando Simón reconoce este hecho de puertas adentro. "No todas van al día, lo que altera el cuadro resumen que se emite diariamente en el informe", señalan.
Efectivamente, ninguna de las cifras de mortalidad que ofrecen las comunidades en "con fecha de defunción en los últimos siete días" coincide con el aumento de fallecidos totales en la última semana en el informe del Ministerio de Sanidad. Tomando como referencia el informe del 7 de febrero, se contabiliza un total de 655 personas "con fecha de defunción en los últimos siete días" por coronavirus. Sin embargo, la suma de muertos totales por comunidad autónoma del 7 de febrero restada a la misma cifra del 31 de enero da como total 1.345 defunciones.
Es decir, en la cifra de muertos totales se han sumado esta semana 690 más de lo que indica el apartado de defunciones en los últimos siete días, más del doble. ¿Qué ha ocurrido? ¿A qué fecha pertenecen estos fallecimientos? Este es un tema que preocupa en el seno de las comunidades autónomas, pues se considera que algunas dan una visión distorsionada de la realidad.
El caso más claro es País Vasco. Según el informe de Sanidad, solo ha fallecido una persona en esta comunidad por covid en los últimos siete días. La realidad es que su cifra de fallecidos por covid ha crecido en 126, un 126% más.
En segundo lugar, la comunidad que muestra mayor decalaje en las cifras es Madrid. Técnicamente, han fallecido 17 personas con coronavirus en la última semana, pero la realidad es que se han sumado 142 decesos más. Fuentes de la Consejería de Sanidad han explicado que se debe a que los datos que comparten son los de la Sanidad Mortuoria, que están depurados y que se ciñen estrictamente a los fallecidos a causa de covid, y no por otras causas pero con prueba diagnóstica positiva.
Como se puede observar en el gráfico, la diferencia es notable también en las cifras de Baleares, Aragón, Murcia, Andalucía, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Castilla y León. En otras comunidades, la diferencia es mínima. Por ejemplo, en Asturias solo hay un desfase de un fallecimiento y en La Rioja de dos. Las cifras de las ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, sí coinciden.
Cifras tarde y desiguales
Lo que evidencian estas diferencias es que la cifra de muertos totales crece con bastante retraso, lo que hace prácticamente imposible conocer al momento la letalidad de la pandemia. Esto es algo que reconocen los propios especialistas en Salud Pública, que añaden que el sistema de vigilancia epidemiológica no está preparado ni fue diseñado para recabar tal información. Conocer la letalidad de ómicron es una de las claves para tomar las adecuadas medidas sanitarias de prevención. De otra forma, estaremos dando palos de ciego.
Al retraso con el que se van sumando los fallecimientos hay que sumar la desigualdad de criterio para contar muertos. Son 8 las CCAA que cuentan fallecidos con prueba positiva de covid, pero otra causa de muertes, como decesos por coronavirus. Esto infla la mortalidad total de fallecidos en dichos territorios. Habrá que esperar a las del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaboradas con los certificados de defunción firmados por los médicos forenses, para conocer el impacto real de la ola de ómicron.