¿Cuándo y quién le propuso ser candidata a lehendakari por Podemos Euskadi?
Conozco a Nagua Alba desde que era niña y a toda su familia… a su abuela, a su madre, a su tía. Desde que fue elegida como secretaria general de Podemos Euskadi quedábamos de vez en cuando a tomar un café. Cuando el pasado mes de julio participamos en un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial llevaba un tiempo diciéndome que teníamos que hablar y quedamos a la semana siguiente a comer. Me contó más cosas del proyecto y de las personas que iban a formar parte de la candidatura, personas que a mí me gustan y con las que he tenido relación, y al final me dijo que habían pensado que la candidata a lehendakari fuese yo. No es algo que yo hubiese deseado o soñado. No se me había pasado nunca por la cabeza, pero es cierto que después de la negativa de Garbiñe Biurrun a encabezar la candidatura Nagua seguía diciendo que su interés era que la candidata fuese una mujer vasca, de la sociedad civil, que tuviese cierto reconocimiento social. Una profesora amiga me decía, Pili, esa eres tú. ¡Pero cómo voy a ser yo!, le contestaba. Me hacía gracia, y al final resultó que sí, que era yo.
¿Aceptó sin más o puso alguna condición?
Al principio se te pasan muchas cosas por la cabeza, pero acepté de entrada, no dije que tenía que pensármelo unos días. Fue un sí rotundo después de valorar y sopesar cómo podía repercutir mi decisión en el día a día de mi familia, porque voy a tener que estar más ausente y yo he sido siempre de estar mucho con mis hijos, con mi marido y con mi madre. Para mí es muy importante la familia porque los peores años hemos estado muy unidos y eso ha hecho que nos preocupemos unos de otros.
Usted no tiene experiencia política. ¿Se considera capacitada para ser lehendakari?
Soy independiente. Nunca he estado afiliada a ningún partido, nunca, pero me considero totalmente preparada, aunque sé que tengo que aprender muchas cosas. Soy una persona que estoy constantemente aprendiendo, y si soy capaz es porque tengo el respaldo de un grupo de personas que aportan mucho. Pello Salaburu, un buen amigo que fue rector de la Universidad del País Vasco, me llamó para felicitarme y me dijo que lo más importante en política es tener sentido común, práctico y responsable, y rodearse de los mejores.
Ha reconocido en público que en los últimos comicios votó a Podemos. ¿Supuso un giro en sus posiciones políticas?
No ha habido nunca un proyecto que me haya convencido del todo, y eso ha hecho que muchas veces no haya votado. Estar al cien por cien con un partido es imposible. Cuando antes de votar acudía a un mitin o me informaba de las propuestas de unos y otros, nunca nadie me convenció del todo.
Podemos fue la fuerza más votada en Euskadi en los comicios del 20D y del 26J. ¿Cree extrapolables esos resultados a las autonómicas?
Todos los expertos dicen que las elecciones generales no son extrapolables a unos comicios autonómicos, en los que se vota de manera diferente. Aun así, estoy convencida de que en las elecciones del 25 de septiembre va a haber grandes sorpresas, y no lo digo por mi presencia, sino porque la gente está muy desencantada, la precariedad laboral es mucho mayor que hace unos años y, sobre todo, las desigualdades sociales han aumentado. Hasta ahora todos han gobernado para el partido y se han olvidado del resto de la ciudadanía, y a mí eso no me gusta. El mayor fallo que cualquier político puede tener es gobernar solo para los suyos.
"Hasta ahora todos han gobernado para el partido y se han olvidado del resto de la ciudadanía, y a mí eso no me gusta"
¿Significa eso que cree que Podemos puede ganar las elecciones autonómicas de septiembre?
No es que pueda, es que estoy convencida de que vamos a ganar. Soy una persona con convicciones muy rotundas y con un compromiso y radicalidad en la defensa y garantía de los derechos humanos que es el que me ha hecho cambiar una vida comodísima, siendo funcionaria de carrera, con un trabajo estable y bien remunerado, con una vida familiar muy enriquecedora, por este salto a la política. Creo que muchas personas hemos contribuido a dar pasos a favor de la paz y de la convivencia y el reto ahora es todavía mayor.
¿Cree que su candidatura puede restar votos a la izquierda abertzale como hermana de José Ignacio Zabala, secuestrado y asesinado por los GAL en 1983?
Esta candidatura va a quitar votos a todos los partidos. No creo que por ser hermana de José Ignacio Zabala vaya a quitar más votos a la izquierda abertzale. Va a quitar muchos votos al PSE, muchísimos. Va a ser el partido que más va a perder, mucho más que el PNV, que va a perder bastantes apoyos. El PP y EH Bildu creo que se van a mantener.
Puesto que no habrá mayorías absolutas, porque nunca las ha habido, y menos ahora, con una mayor fragmentación política ¿cuál es su socio preferente?
Siempre hablo de proyectos, no tengo socio preferente. La preferencia son los proyectos de construir país. Tenemos que defender y dar solución a las necesidades reales de la ciudadanía. Esos problemas que tiene el ciudadano corriente, de a pie, que conozco perfectamente. Es fundamental también una coordinación absoluta entre las diferentes consejerías del Gobierno vasco. Los problemas que presentan la ciudadanía son muy plurales, no es solo las listas de espera de la sociedad, la salud o la ley de dependencia, todo está relacionado y hay un grave error en considerar todo por separado.
¿Cuáles serían sus prioridades como lehendakari?
Teniendo en cuenta las necesidades reales de la ciudadanía vasca yo me centraría en el blindaje de los derechos sociales y políticos, que no haya desigualdades sociales, eso es lo más importante. Lo ha dicho el Papa Francisco, las desigualdades sociales son vulneraciones de derechos humanos, y considero que el Papa Francisco es una persona muy sabia que conoce muy bien lo que pasa en el mundo. Segunda prioridad, unas instituciones que garanticen que todas las personas tengan las mismas oportunidades. El clientelismo me parece nefasto. Y por último, hay que respetar la diversidad de las personas. Hay que traer humanidad a la política.
No creo que por ser hermana de José Ignacio Zabala vaya a quitar más votos a la izquierda abertzale
No ha hecho alusión a ningún tipo de reivindicación identitaria.
También, también, es cierto. Cuando hablo del blindaje de los derechos sociales y políticos, dentro de éstos está el modelo territorial. El actual no gusta, se ha quedado obsoleto. De la misma manera que los seres humanos evolucionamos, también lo hace la sociedad, y el Estado de hace cuarenta años no es el actual. El modelo de Estado no funciona, y si algo no funciona hay que cambiarlo. Lo primero que hay que hacer es construir entre todos un modelo de Estado que tenga en cuenta la diversidad que existe actualmente y, por supuesto, garantizar el máximo consenso posible entre todas las fuerzas políticas para que la ciudadanía lo sienta suyo. A mí lo que me hizo dar el salto fue el proyecto de Podemos, que lo sentí mío. Una vez que tengamos bien definido el modelo territorial, al final es la ciudadanía la que tiene la última palabra, dirá si lo quiere o no.
Me está diciendo que está a favor del derecho a decidir.
Eso es. El derecho a decidir es irrenunciable en democracia.
Y a título personal, ¿es independentista?
Esa pregunta no se la voy a responder. Lo más importante es que la ciudadanía decida. Durante mucho tiempo he visto que las decisiones que han adoptado los políticos no me gustaban, y que no me hayan pedido mi opinión no me parece correcto. Lo que no voy a hacer es repetir el mismo error. Es necesario que sea la ciudadanía vasca la que decida qué es lo que quiere ser. La independencia no la decide un partido político, ni el parlamento vasco, ni Pili Zabala, ni Íñigo Urkullu, es la ciudadanía vasca la que debe tener la última palabra.
Forma parte del colectivo Eraikiz, integrado por víctimas del terrorismo de distinto signo. ¿Están las víctimas suficientemente respaldadas por el Gobierno central y el vasco?
No. Desde que tengo contacto con la Secretaría General para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco he insistido en que existen muchas víctimas que aún no están localizadas. El trabajo de la secretaría es buscar e investigar dónde están todas las víctimas, y todas son todas. En el caso concreto de las del GAL no se sabe qué es de sus vidas, y también hay casos así con víctimas de ETA. Se da la circunstancia de que desde el Gobierno Central muchas personas todavía no somos consideradas víctimas. A mí, por ejemplo, el Ministerio del Interior me dice que no soy víctima del terrorismo. Existe una ley que, desde mi punto de vista, está protegiendo al victimario, en mi caso a quienes asesinaron a mi hermano y que fueron condenados por ello, y desprotege a las víctimas del terrorismo de Estado. Esos agravios comparativos y esa persistencia en una política penitenciaria que no favorece para nada un marco estable de paz y convivencia es una incongruencia con la que hay que acabar para avanzar entre todos en un futuro de paz y convivencia que sea estable y duradero.
Ni ETA se desarma y disuelve, ni el Gobierno adopta ninguna medida para contribuir al fin de la banda terrorista. ¿Qué le pediría a cada uno de ellos?
ETA debe entregar las armas y disolverse de manera inmediata e incondicional, y el Estado debe asumir sus responsabilidades y no hacer dejación de funciones. Tiene que actuar y encauzar esta situación.
Lo que le pide a ETA está claro, pero no me queda tanto lo que pide al Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Le pido que colabore, porque hasta ahora no está haciendo nada. ¿De qué manera puede colaborar? Está claro que la aplicación que se está haciendo de la política penitenciaria no está favoreciendo la reinserción social, y así lo dicen instituciones de derechos humanos y juristas. Las personas presas tienen unos derechos que se están vulnerando. Es importante un acercamiento y políticas activas que faciliten la reinserción social. En la Vía Nanclares, por ejemplo, no se ha realizado ningún movimiento, no se permite a los presos que progresen de grado, todo son obstáculos incluso para personas que se arrepienten de lo que han hecho y han pedido perdón a las víctimas por el daño causado. El Gobierno central no está favoreciendo para nada crear un marco definitivo de paz y convivencia. Sé que el tema de los presos es una materia muy sensible y me parece muy importante tener en cuenta los derechos de las víctimas, pero no solo. Hay que llegar a un equilibrio entre una buena política penitenciaria que no agreda ni ofenda a las víctimas y favorezca la reinserción de las personas presas.
