Podemos cree que el viento de la legislatura ha cambiado a su favor tras el fuerte choque parlamentario con el PSOE en el debate de la reforma de la Ley del solo sí es sí , y ahora no tiene ”prisa” para reconciliarse con los socialistas. Esa es la conclusión a la que llegan fuentes gubernamentales consultadas por Vozpópuli después de ver el desmentido no solo morado, también el de Gabriel Rufián (ERC), más rotundo si cabe, contra una María Jesús Montero dando ”prácticamente” por cerrada la nueva Ley de Vivienda.
Que la semana en el Congreso haya terminado con los dos socios votando la aprobación de las importantes Ley de Universidades y de la Ley del Mercado de Valores, tras la bronca del martes y la tensión vivida en las manifestaciones del miércoles por el 8M Día de la Mujer, donde escenificaron un distanciamiento abismal, no significa vuelta a la normalidad ”ni mucho menos”, se admite ahora tanto en la esfera socialista como en la morada.
El acuerdo para reformar el sistema de pensiones va a suponerle un balón de oxígeno a la coalición, pero ”retomar la relación específica” con Podemos requiere de más esfuerzo, a ojos de los morados. La clave va a estar en el posible tope a los alquileres de vivienda entre particulares -ya existe para los grandes tenedores inmobiliarios- y, más en el plano político, en que el PSOE se avenga a derogar la actual Ley de Seguridad Ciudadana (2015), más conocida como Ley Mordaza, algo que cuenta con la oposición unánime dentro de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de buena parte de la Judicatura.
De hecho, este jueves, después de aprobar la Ley de Universidades con los socialistas, Unidas Podemos votó con el PP para obligar al Ministerio de Defensa a informar mensualmente del material que España envía a Ucrania, algo que La Moncloa y Ferraz no querían. Una forma de devolvérsela por su alianza 48 horas antes con Vox y el PP para reformar la Ley del solo sí es sí con el objetivo de parar la sangría de rebajas de pena (730) y excarcelaciones de violadores (76).
La Moncloa se tuvo que emplear a fondo el martes para sofocar la cólera de los diputados socialistas después de que Lucía Muñoz les metiera con el ”puñado de fascistas” que quieren cambiar la Ley del sólo sí es sí; el futuro de Pedro Sánchez está en juego
No está solo Podemos en esa estrategia de exprimir a Pedro Sánchez en los escasos seis meses hábiles -lo que resta de marzo, abril, mayo, junio, julio y septiembre- que restan de legislatura, a sabiendas de que sus posibilidades de continuar en el cargo otros cuatro años después de las elecciones generales de diciembre seguirán dependiendo de ellos y de lo que se ha dado en llamar el bloque de investidura.
Por eso el presidente del Gobierno mima la relación con los dirigentes morados, pese a los desaires y desplantes, pero, sobre todo, con ERC y con Bildu, que en la guerra del martes se alinearon con Podemos y contra el PSOE. Fue muy significativo ver el martes por la noche cómo La Moncloa se empleaba aprisa y corriendo para calmar la cólera contenida del Grupo Socialista, empezando por su portavoz, Patxi López, tras una durísima intervención de la portavoz de Podemos en el debate de la reforma de la Ley del sólo sí es sí, Lucía Muñoz.
Muñoz, que al bajar de la tribuna de oradores recibió un cálido abrazo de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y de Ione Belarra, a quienes el PSOE, Yolanda Díaz y Alberto Garzón dejaron solas en el banco azul del Gobierno, acababa de meter a los socialistas en el mismo saco del “puñado de fascistas” (sic) que quiere volver a dejar desprotegidas a las violadas.
Así que Patxi López salió casi en estampida al pasillo a exteriorizar el malestar de toda la bancada diciendo que esa intervención de la diputada de Podemos le había parecido ”impresentable”. En los minutos y las horas que siguieron a ese momento descarnado del martes no fueron pocos los diputados socialistas que daban ya por amortizada la coalición, pero la orden de Sánchez fue templar gaitas y no entrar a las ”provocaciones”, confirman varias fuentes socialistas.
Las disculpas de Asens al PSOE por el tono de Lucía Muñoz, y las palabras de Yolanda Díaz señalando que ”nunca debimos llegar hasta aquí” ayudaron a calmar los ánimos, pero muchos insisten en que ”algo se rompió” el martes y será difícil recomponer la relación
La intervención en privado ante la dirección socialista del portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens, pidiendo a los socialistas disculpas por el tono de Lucía Muñoz, y las palabras de Yolanda Díaz señalando que ”nunca debimos llegar hasta aquí” ayudaron a calmar los ánimos, aunque hoy muchos insisten en que ”algo se rompió” el martes y va a ser muy difícil recomponer la relación.
Sobre todo porque Podemos ahora mismo está cómodo, en su pulso con el PSOE y, también, en el interno con Yolanda Díaz. Tiene como aliados a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Bildu, que también han olido la debilidad del presidente en esta recta final de la legislatura, a dos meses de las cruciales elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, y van a unir sus reclamaciones territoriales a la exigencia de Ione Belarra y Podemos de topar de alguna manera todos los precios del alquiler también las viviendas de particulares; no solo las que están en poder de los fondos buitre.
La Moncloa filtró el miércoles a El País que había acuerdo para poner un tope a todos los alquileres al 3% a partir de 2024, en un intento nada disimulado de quitar el foco de la Ley del sólo sí es sí, pero Podemos no se fía y los independentistas catalanes y vascos, menos; afearon inmediatamente a los socialistas que se dediquen a dar por cerrado un acuerdo en la Ley de Vivienda con aspectos que ni se han negociado.
El PSOE es muy crítico con la falta de liderazgo de Yolanda Díaz: ”Ahora, en el mejor de los casos, va a tener que aceptar a Irene Montero de número dos en su candidatura; y en el peor, si hay ruptura, en absoluto está garantizado su liderazgo futuro”
Además, hay otra lectura de lo sucedido esta semana que no ha pasado desapercibida ni en Ferraz ni en La Moncloa: el “empoderamiento” político de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el pulso que mantiene con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por el liderazgo de todo el espacio a la izquierda. La dirección socialista, tanto la federal como las territoriales, es muy crítica con Díaz; la reprochan no haber sabido ejercer el liderazgo interno durante todos estos meses -desde noviembre- de pelea en el gabinete por el solo sí es sí .
“Ahora, en el mejor de los casos para nosotros, Díaz va a tener que aceptar a Montero de número dos en la lista de Sumar, y en el peor, en el supuesto de que haya ruptura de Unidas Podemos, el futuro liderazgo de ella (Díaz) no está en absoluto garantizado”, señala un dirigente socialista territorial a este periódico.
Aquiles
28 de mayo ....el dia de la Purga Podemita en las Urnas !!!