Podemos no se irá de Moncloa. Al menos no por voluntad propia. Las fuentes consultadas en el núcleo duro del partido son contundentes pese al lío del 'sí es sí' que tiene a una de sus dirigentes contra las cuerdas: "Romper el gobierno es una frivolidad. Y si el PSOE está pensando en romper el gobierno, [los españoles] le cobrarán cara esa frivolidad. El votante demócrata, no solo el de izquierdas, sabe que la alternativa al gobierno del PSOE con Unidas Podemos es el PP con Vox. Si alguien ayuda a que eso pase recibirá un enorme castigo electoral", zanja una voz muy relevante en Podemos. Ese es el motivo por el que la ministra de Igualdad y número dos morada, Irene Montero, reconoce que no dejaría el consejo de ministros aunque los socialistas reformen su ley estrella con apoyo del PP.
En verdad, las fuentes gubernamentales consultadas a un lado y al otro reconocen que dinamitar el pacto entre PSOE y Unidas Podemos antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo es un suicidio. Y es que una vez se cierren las urnas, decenas de alcaldes y varios presidentes autonómicos dependerán de la relación entre socialistas y morados para mantenerse en sus cargos.
Por eso en Podemos no salieron de su asombro cuando Ferraz anunció este martes que cambiaría la ley con o sin el visto bueno de Montero. Un órdago muy fuerte que enfadó en la sede de Francisco Villaespesa aunque lo entendieran como lo que realmente es: una forma de presionar para cerrar un acuerdo cuanto antes que entierre en el olvido el goteo de condenados por abuso sexual antes de los comicios.
Mejor unidad
Lo cierto es que Moncloa, tras percibir el cabreo de Podemos con el asunto de la proposición de ley para retocar la norma de Igualdad, se esmeró en mostrar un talante más conciliador en aras de llegar a un acuerdo con Irene Montero. Es más, pese a que la fecha límite para estrechar las manos era este viernes, los socialistas decidieron darse tiempo y seguir trabajando con Podemos. A nadie le interesa escenificar una ruptura que abra una brecha insalvable aunque esta no implique la ruptura del Gobierno. Mejor la unidad. Una vez pasen las elecciones ya se verá.
Es cierto que ni el PSOE ni Podemos son tan vehementes como antes a la hora de negar que el Ejecutivo corra riesgo. En medio está la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien se erigió en cuidadora de la coalición y a la que su entorno señala como intermediaria necesaria entre socialistas y morados. Aunque en el PSOE, como ya contó este diario, insinúan que la ministra de Trabajo está ejecutando una pinza con Sánchez para debilitar a Montero ante el incipiente despegue de Sumar como opción política. Y es que ministra morada se postuló como candidatable de los suyos si Podemos y Yolanda Díaz no cierran un acuerdo electoral. Algo que todavía está por ver.
La baza de la división
En cualquier caso, el tiempo apremia. Aunque es cierto que el PSOE podría presentarla sin acuerdo con su socio y luego pactar una enmienda en el Congreso una vez se logre un pacto . Pero no se baraja ese escenario. Toda la presión recae sobre Igualdad que sigue defendiendo que la ley está bien hecha pese a todo. Pero en el entorno de Montero se asume que no queda más remedio que complacer a Sánchez, quien veía un problema serio para los intereses electorales de Moncloa el goteo de rebajas de penas a condenados por abuso sexual.
Más allá de la voluntad de llegar a un acuerdo con Podemos, fuentes de presidencia consultadas por este diario dan a entender que un posible voto en contra de los morados en caso de que no compartan la redacción de Justicia para cambiar el 'sí es sí' no debe es un problema. En plata: Sánchez está dispuesto a jugar la baza de la división dentro de los grupos que conforman Unidas Podemos -'Comunes', Izquierda Unida y Podemos-. Y lograr el respaldo del resto de fuerzas que conforman la galaxia morada.
Mientras, Podemos se enroca frente al PSOE y organiza un acto este domingo en defensa de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y del 'sí es sí'. Los morados siguen arguyendo que su norma está bien hecha, algo que no se atreven a repetir el resto de sus aliados en el Consejo de Ministros. Ni Yolanda Díaz ni Izquierda Unida ni los 'comunes'. Mientras, se suceden las negociaciones entre Igualdad, Presidencia y Justicia, los ministerios implicados en lograr un pacto sobre cómo mantener el consentimiento en el centro de la ley y tapar al mismo tiempo el coladero de rebajas de penas a abusadores sexuales que ha supuesto la ley y que Moncloa considera una grave amenaza a sus intereses electorales.
marqueslinchado
Antes daban asco sin lavar y sin pintar, ahora con los morros como cvlo de mandril y sin lavar dan mucho más asco.
Leonidas
Por favor!! ¿A dónde iba a ir esta indocumentada, que está hay por acostarse con una rata? No volvería a cobrar ese sueldazo ni pegarse esa vida en su p.... Vida