La dirección de Podemos tiene prácticamente perfilado el sistema de primarias para las próximas elecciones generales. Esta cuestión ha centrado la máxima atención del equipo de Pablo Iglesias en las últimas semanas, tanto en el seno del Consejo de Coordinación como del Consejo Ciudadano Estatal, reunido el pasado sábado. En pleno debate sobre la necesidad de concurrir a los comicios de noviembre con otras fuerzas de izquierdas, tal y como plantean los críticos, existe más que inquietud en las bases de Podemos, según fuentes internas consultadas por Vozpópuli, ante el férreo control que puede ejercer la cúpula de Iglesias en el desarrollo de este proceso, la elección y composición de las listas para generales.
Desde este sector crítico apelan a emular en la medida de lo posible -Podemos debe concurrir con nombre y logos propios, según sus estatutos- el modelo de candidaturas de unidad popular en las pasadas municipales como Ahora Madrid (Podemos, Ganemos, Equo y exmiembros de IU) o Barcelona en Comú (Podemos, Guanyem, ICV-EUiA y Procés Constituent). Sin embargo, el núcleo duro de Pablo Iglesias no está dispuesto a ceder protagonismo a otras fuerzas en la confección de las listas, de ahí que la organización de estas primarias tenga una importancia extra. Tanta que los partidarios de una "candidatura constituyente", como reclama el manifiesto crítico Abriendo Podemos, han reclamado a la Ejecutiva de la formación morada que no caiga en "errores del pasado" y evite condicionar una elección democrática que se presupone "plenamente objetiva y ejemplar".
Esta postura se resume un artículo elaborado por Diego Pacheco, miembro del Consejo de Ciudadanos de Podemos Madrid, del que se ha hecho eco la plataforma Abriendo Podemos. En este análisis, titulado Invitación al desborde, publicado originalmente en eldiario.es, Pacheco advierte a la dirección de su partido de tres "aspectos especiales" que podrían restar legitimidad al proceso de primarias de no ser abordados con altura de miras: ponderación de listas, circunscripciones provinciales y modificaciones en el censo.
Los críticos piden a la Ejecutiva que evite condicionar una elección democrática que se presupone "objetiva y ejemplar"
En relación a la primera cuestión, el autor señala que el nuevo reglamento tiene que "olvidar el sistema mayoritario de listas planchas y establecer una ponderación del voto que facilite, y no penalice, la pluralidad como se hizo en Ahora Madrid, Marea Atlántica y otras experiencias recientes". "De lo contrario, toda integración tendría que pasar por negociaciones de despacho que obligarían a todos los actores a disolverse en la lista mayoritaria", apunta Pacheco.
El sistema de listas plancha ya ha generado polémica dentro de Podemos en más de una ocasión. Fue precisamente la elección del Consejo Ciudadano Estatal -órgano de dirección política-, a la que Iglesias presentó una candidatura cerrada de 62 integrantes bajo el nombre Claro que Podemos, la que provocó la primera gran bronca entre el aparato y los críticos. Pablo Echenique y miembros de Anticapitalistas (antes Izquierda Anticapitalista) expresaron su malestar ante una fórmula que no dejaba espacio para otras voces, "con un sistema de votación que promovía la elección de listas completas".
La votación preferida hasta ahora por el equipo de Iglesias permite elegir a aspirantes sueltos de una lista y a otros tantos de otra candidatura, pero al mismo tiempo también da la opción de escoger a una plancha completa. Este mecanismo ha funcionado al secretario general y a sus afines, promoviendo con su aval las llamadas "candidaturas oficialistas" frente a otras opciones alternativas. En cambio, Ganemos implantó en las primarias de Ahora Madrid -gracias a que Podemos cedió- el método Dowdall (1 punto primera opción, 1/2 punto segunda opción, 1/3 punto tercera opción, etc.) donde es menos probable que una sola corriente organizada pueda acaparar todos los primeros puestos de la lista definitiva.
A cambio de ceder en lo anterior, el partido de Iglesias sí fijó en este caso su habitual doble votación: una para el cabeza de lista (que terminó siendo Manuela Carmena) y otra para el resto de integrantes. Si bien todavía no se sabe con certeza qué sistema de ponderación de votos seguirá Podemos para las primarias de las generales -lo hará público en breve-, todo apunta a que habilitará dicha elección por separado, como ya hizo para las elecciones europeas del pasado mayo. Iglesias será el cabeza de cartel del aparato.
Territorios con "particularidades nacionales"
En segundo lugar, Pacheco cree que lo más justo es "establecer una circunscripción provincial que ayude a construir las listas de abajo a arriba, facilitando la integración de los proyectos locales (partidos no estatales, CUP, movimientos sociales y demás)". Sin embargo, para la dirección de Podemos "la unidad territorial de referencia" en este proceso de primarias es la comunidad autónoma, según informó Ep. Tal es así que los estrategas de Iglesias manejan concurrir en aquellas comunidades con "particularidades nacionales" como Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana y Baleares, junto otras fuerzas clave como ICV, Anova, Compromís y Mès, respectivamente. O bien los candidatos de estos partidos participarían en las primarias de Podemos -como ya hizo Equo en Andalucía- o la dirección buscaría acuerdos posteriores para formar candidaturas denominadas 'Podemos-Lo que sea'.
Y en tercer lugar, el autor llama a "seguir avanzando en la ampliación de garantías del proceso, reforzando las entidades verificadoras, estableciendo una junta electoral independiente de Podemos y poniendo los recursos necesarios para evitar los pocos -pero sonados- casos de supuesto fraude vivido hasta ahora". Los pucherazos de Ferrol, La Rioja o Alicante, entre otros, están todavía en la retina.