La misma semana en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido al presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, en el Palacio de la Moncloa, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, reaparecerá en un acto de Sociedad Civil Catalana (SCC), una de las asociaciones más criticadas por los partidos independentistas y la encargada de organizar las manifestaciones más multitudinarias en Barcelona en contra del secesionismo.
Mientras el jefe del Ejecutivo puso fin a las más de dos horas de reunión con varios guiños a Torra -un distendido paseo por la Fuente de Guiomar y un par de tuits en catalán-, el titular de la cartera de Exteriores opta por clausurar las jornadas que la entidad catalana celebrará desde este jueves al 15 de julio bajo el título 'La democracia constitucional en el siglo XXI'.
El nombramiento de Borrell como ministro de Exteriores no ha sido bien acogido por las fuerzas independentistas, que aprovecharon la primera comparecencia de este en la Comisión del ramo en el Congreso de los Diputados para tirar de hemeroteca y acusar al socialista de ser "un activista de Sociedad Civil Catalana".
"Usted es ministro de Exteriores, pero no es ministro para Cataluña ni activista de Sociedad Civil Catalana", les espetó el portavoz adjunto del PDECat en el Congreso, Jordi Xuclà, antes de pedir el cese del embajador de España en EEUU, Pedro Morenés, al que Borrell defendió tras pronunciar un discurso que hizo levantarse a Torra en un acto en Washington.
Este domingo se reencontrará con la asociación presidida por José Rosiñol, que busca abordar las crisis, riesgos y oportunidades en las democracias occidentales
"¿Cómo van las tareas de desinfección de Cataluña?", ironizó el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà. "Lo dijo sin ser ministro, pero ahora que lo es, tendrá instrumentos mejores para llevar a cabo esa feina (faena). A quienes nos sentimos susceptibles de ser desinfectados nos preocupa. Denota su legítima ideología, pero provoca un cierto miedo para quienes se sienten objetivo de la desinfección", insistió sin obtener respuesta.
Borrell, en su rol como ministro, no quiso bajar al barro, pero este domingo se reencontrará con la asociación presidida por José Rosiñol, que pretende con estas jornadas abordar las crisis, riesgos y oportunidades en las democracias occidentales y que ha contado con el ministro para leer los manifiestos de las principales manifestaciones que ha organizado. Fue uno de los mayores defensores del 155.
Piqué, Millo, Tony Blair
En el evento también participarán el exministro Josep Piqué con la intervención 'El mundo que nos viene' y el exdelegado del Gobierno en Catalunya Enric Millo con 'El derecho a saber la verdad'. También destaca la presencia del exvocal del Consejo General del Poder Judicial y exdiputado independentista del Parlament Alfons López Tena, que participará en la sesión 'Los rostros del populismo en Europa'.
López Tena fue la persona que acuñó el eslogan 'España nos roba' como fórmula para criticar el déficit fiscal de Catalunya, pero en los últimos años se ha mostrado muy crítico con el proceso soberanista y sus dirigentes, como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Otros nombres destacados son los de los expresidentes de Bolivia Jorge Quiroga y de Costa Rica Laura Chinchilla; los exdiputados autonómicos Juan Milián (PP) y Jordi Cañas (Cs), y el exsecretario político de Tony Blair y analista John McTernan.
Las jornadas que clausurará Borrell coinciden en el tiempo con el resurgir de las movilizaciones independentistas. Después de que la justicia alemana haya descartado la entrega a España de Carles Puigdemont por rebelión, la entidad separatista de la ANC ha convocado este jueves manifestaciones frente a los principales consulados de España en el extranjero para pedir "la liberación inmediata" de los políticos independentistas presos. El sábado 14 de julio la citada asamblea y Òmnium Cultural han llamado a una gran manifestación.
¿Poli bueno y poli malo?
En su particular lista de 'ministros buenos y malos', el independentismo sitúa a Borrell en el segundo grupo. Sin embargo, el propio ministro tachó recientemente de "imaginación" que su papel sea el de una especie de 'poli malo' en un Gobierno centrado en la distensión con Cataluña. En primer lugar, ha dicho, porque él se ha "limitado a decir cosas elementales" que no deberían llamar la atención, como que "los embajadores están para defender el buen nombre de su país frente a cualquier ataque".
Sin embargo, acto seguido defendió que "la distensión es necesaria porque en Cataluña se había llegado a una grave tensión" y señaló que el traslado a cárceles catalanas de los independentistas presos no sabe si es distensión, pero en todo caso es "normalidad en la aplicación del reglamento penitenciario" una vez que ha terminado la fase de instrucción.