"Ya avanzo que va a haber más incorporaciones en las listas de Ciudadanos". Lo dijo Albert Rivera el miércoles por la mañana. Horas después, Soraya Rodríguez anunciaba su baja como militante del PSOE por el acercamiento de Pedro Sánchez al separatismo.
Las especulaciones no tardaron demasiado en llegar. El partido naranja ha creado una especie de 'síndrome' similar al que produce Florentino Pérez en el mercado con los fichajes del Real Madrid.
Ciudadanos, según Rivera, sigue abierto a sumar "talento" de la sociedad civil y otros partidos para las elecciones generales. Su objetivo, dice, es convertir la formación en la naranja en la "gran casa del constitucionalismo".
Soraya Rodríguez, no
No es el caso de Rodríguez. Fuentes de Ciudadanos dicen que "no hay nada" con la exdiputada socialista. Ella ha sido una de las voces más críticas con Sánchez en todo este proceso de negociación con el independentismo que desembocó en la caída de los Presupuestos y el adelanto del 28-A.
La campaña de fichajes de Ciudadanos ha sido intensa. En Castilla y León, por ejemplo, la presidenta de las Cortes del PP, Silvia Clemente, dimitió de su cargo y se dio de baja del partido. Apenas tres días después, se presentaba como candidata independiente de Ciudadanos a la Junta.
Otro fichaje en las filas del PP, a falta de los últimos flecos, es el del expresidente balear, José Ramón Bauzá.
Rivera también ha incorporado a Celestino Corbacho y Joan Mesquida desde el PSOE. Corbacho, ministro con José Luis Rodríguez Zapatero, será el número tres de Manuel Valls en su candidatura a la alcaldía de Barcelona.
Habrá más fichajes
Mesquida, ex director general de la Policía y la Guardia Civil también con Zapatero, es el cabeza de lista de Ciudadanos al Congreso por Baleares.
Rivera tiene pendiente algún nombre más, pero ha dosificado los anuncios después de las incorporaciones de su líder en Cataluña Inés Arrimadas y casos como el de Mesquida.