La crisis del Open Arms, que este martes cumple 19 días en el mar y está derivando en un conflicto entre los gobiernos de España e Italia y la propia ONG, ha resucitado el debate sobre la capacidad de la Unión Europea para gestionar los flujos migratorios.
De acuerdo a los últimos datos del Ministerio del Interior y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el país ha registrado un descenso en el número de llegadas de inmigrantes en comparación con el año pasado.
Sin embargo, España y Grecia acaparan en torno al 80% de todas las llegadas a Europa que se han producido desde el 1 de enero hasta el 11 de agosto de 2019, según los últimos datos de la OIM. En este periodo han llegado a Europa un total de 55.698 personas. De estas, 17.442 lo han hecho a través de España: 14.168 por mar y 3.274 por tierra.
Desde el 1 de enero hasta el 11 de agosto de 2019 se ha producido un total de 55.698 llegadas a Europa, el 80% de ellas a través de Grecia y España, según la OIM
A diferencia de lo ocurrido en 2018, el país heleno ha vuelto a convertirse en la principal puerta de entrada de los inmigrantes, un lugar ocupado por las costas españolas el año pasado. Hasta el 11 de agosto, Grecia recibió 26.446 inmigrantes, 9.000 más que España. En concreto, el 79% de las entradas a Europa se hacen por estos dos países.
Paralelamente, la Italia de Salvini registra un descenso drástico en el número de llegadas. En el mismo periodo ha recibido solo 4.169, muy por debajo de las cifras registradas por otros vecinos, pero también de sus propias marcas. De acuerdo a los datos de la OIM, el país transalpino recibió 97.000 personas en el mismo periodo en 2017, cuando España registró 12.618 llegadas y Grecia 14.278.
El giro de 180º de Italia
En 2018, las llegadas a Italia bajan a 19.158, mientras que las costas españolas y griegas comienzan a recibir más inmigrantes. De enero a mediados de agosto del año pasado España es testigo de la llegada de 29.370 personas, convirtiéndose en el principal receptor, y Grecia de 27.798. Actualmente, los inmigrantes que han pisado suelo italiano no alcanzan los 5.000.
El último informe trimestral de la OIM, que aborda datos de abril a junio de 2019, constata que la ruta del Mediterráneo Oriental se ha convertido en la entrada principal en lo que va de 2019. En cambio, se observa una disminución significativa en las llegadas a través del Mediterráneo Central.
"Las llegadas a Italia disminuyeron hasta un 78% pasando de las 10.281 en el segundo trimestre de 2018 a las 2.255 registradas en el mismo periodo de este año", señala el documento.
El perfil de los inmigrantes difiere según la ruta. Los nacionales de Marruecos supusieron un tercio de las llegadas a España este año (33%), seguido por Guinea (13%), Mali (13%), Costa de Marfil (8%) y Senegal (8%). En el caso de Italia, las personas proceden de Túnez (21% de todas las llegadas), Pakistán (15%), Argelia (10%), Iraq (9%) y Costa de Marfil (8%).
