Política

Los gobiernos de coalición siempre perjudican en las urnas al partido más pequeño

Un análisis comparativo de 219 elecciones en 28 países europeos desde 1972 hasta 2017 refleja que los socios de la coalición 'junior' pierden un promedio del 17% de los votos en las siguientes elecciones

  • Pedro Sánchez y Pablo Iglesias

Los gobiernos de coalición de toda Europa han terminado perjudicando en las urnas a los partidos políticos que se asocian. Sobre todo, a las formaciones más pequeñas. De algún modo, estas acaban siendo fagocitadas por el socio que poseía al primer ministro o presidente del Gobierno durante el idilio.

Es la conclusión a la que han llegado las profesoras Jae-Jae Spoon y Heike Klüver después de hacer un análisis comparativo de 219 elecciones en 28 países europeos desde 1972 hasta 2017. Según la investigación, titulada '¿Ayuda o perjudica? Cómo gobernar como socio menor en una coalición influye en los resultados electorales', los socios de la coalición junior sufren pérdidas electorales dramáticas.

Los partidos que se mantienen en la oposición obtienen mejores resultados electorales. En promedio, acaparan un 3% más de apoyos en las siguientes elecciones

En general, estos pierden un promedio del 17% de los votos en las siguientes elecciones, en comparación con los socios principales. Por el contrario, los partidos que se mantienen en la oposición obtienen mejores resultados electorales. En promedio, estos acaparan un 3% más de apoyos en las siguientes elecciones que los que se sumaron a una coalición siendo el aliado más pequeño.

Las últimas citas con las urnas en Alemania y Dinamarca son dos ejemplos de este fenómeno. En España, donde ni siquiera hay tradición de recurrir a esta fórmula de gobierno ni de repartir carteras ministeriales en función de la representación parlamentaria, el batacazo electoral para el partido más pequeño podría ser peor.

PSOE-Unidas Podemos

"La coalición entre PSOE y Unidas Podemos es posible", considera la directora del Centro de Estudios Europeos (ESC) en la Universidad de Pittsburgh, Jae-Jae Spoonuna de las autoras del análisis. No obstante, la profesora de Ciencias Políticas explica a Vozpópuli que la formación morada debe tener muy presente lo que pueda surgir de esa alianza en un futuro.

Los votantes de Podemos pueden esperar mucho de ellos como socio gobernante y luego sentirse más decepcionados si no cumple con lo prometido"

"Nuestra investigación ha demostrado que a los socios más pequeños no les va bien en las elecciones posteriores y podría sufrir la misma suerte a menos que sea capaz de distinguirse del PSOE", advierte. Para Spoon, entrar en una coalición con los socialistas puede tener consecuencias "aún mayores" para Unidas Podemos debido a que "estos gobiernos no son típicos en España".

"Los votantes de Unidas Podemos pueden esperar mucho de ellos como socio gobernante, pero luego pueden sentirse más decepcionados si el partido al que votaron no cumple con lo prometido debido a los desafíos que supone ser el socio menor", apunta. Se basa en el estudio que ha llevado a cabo junto a su colega Heike Klüver, profesora y titular del departamento de Comportamiento Político Comparativo en la Universidad Humboldt de Berlín.

El caso alemán

El documento, publicado en Journal of Politics, hace referencia a cómo después de las elecciones alemanas de 2017, el Partido Socialdemócrata (SPD), uno de los dos más grandes del país, experimentó la mayor caída de su voto en décadas. En las elecciones al Parlamento Europeo, esta formación se quedó en un distante tercer lugar acaparando solo el 15,8% de los votos.

Algo similar, explican, ocurrió en las elecciones danesas de junio, cuando la proporción de votos de la Alianza Liberal (LA) se redujo. El partido experimentó una pérdida relativa de casi el 70% de sus apoyos. "Se trata de dos partidos de diferentes tamaños e ideologías, pero tienen algo en común: ambos sirvieron como socios más pequeños en un gobierno de coalición.

Merkel (CDU) las pasó canutas para formar un gobierno tras los comicios de 2017. El SPD y el FDP habían gobernado anteriormente en coalición con su partido y no querían repetir porque perdían votos

De hecho, la canciller alemana, Angela Merkel, y sus demócratas cristianos (CDU / CSU) las pasaron canutas para formar un gobierno tras los comicios de 2017. El SPD y el Partido Democrático Libre (FDP) habían gobernado anteriormente en coalición con ellos y no querían repetir la experiencia porque no dejaban de perder votos. 

Las autoras recuerdan que fueron casi seis meses de intensas negociaciones. Finalmente, el SPD se unió a regañadientes a una gran coalición, eso sí, después de que las conversaciones con el FDP para aliarse terminasen saltando por los aires. 

"Los socios potenciales menores tendrán que sopesar seriamente los costos y beneficios de unirse a una coalición. Como les va peor electoralmente después de formar parte de una coalición a menudo tienden a no sumarse a otra en el futuro. A veces permanecer en la oposición puede ser una mejor estrategia que tocar el poder", señalan.

Malas experiencias

"Formar gobiernos de coalición es a menudo difícil porque cada parte y sus líderes tienen sus propias preferencias políticas y no necesariamente quieren comprometerse con las anunciadas durante la campaña. Si un partido junior que se ha unido a una coalición pierde votos, puede no querer unirse otra vez, pero entonces otros posibles socios pueden tratar de obtener más concesiones o carteras ministeriales del partido que cuenta con el candidato a primer ministro", señala la profesora Spoon.

Lo que es bueno para el gobierno, el consenso y el compromiso, no es bueno para atraer votos. Un partido necesita poder distinguirse de otros para ganar apoyos"

Entre los motivos destaca que los votantes pueden tener dificultades para distinguir entre el partido del primer ministro y el socio menor. "Lo que es bueno para el gobierno, el consenso y el compromiso, no es bueno para atraer votos. Un partido necesita poder distinguirse de otros partidos para ganar votos", opina.  La autora cree que debido a la necesidad de compromiso, especialmente con un partido más grande, los socios más pequeños no pueden implementar las políticas sobre las que hicieron campaña, lo que dificulta aún más atraer votantes.

Preguntada por las condiciones que deben darse para que esta fórmula funcione, Spoon cree que es esencial que el partido más pequeño de la coalición se distinga del principal y trabaje para cumplir con alguna de sus promesas de campaña. "Es difícil de hacer, pero si el partido tiene éxito, es probable que pierda menos votos en los próximos comicios", dice.

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