Política

Guardingo (Podemos): "No me gusta Madrid con banderas en los balcones"

El senador considera un riesgo para la convivencia que la respuesta al independentismo sea un "repliegue nacionalista". "En Cataluña hay un sentimiento transversal a favor del derecho a decidir", defiende.

  • Guardingo (Podemos): "No me gustan las banderas en los balcones"

El senador de Unidos Podemos Óscar Guardingo considera un riesgo para la convivencia que la respuesta al independentismo sea un "repliegue nacionalista". En el debate sobre el 1-O organizado por Vozpópuli, manifestó su preocupación ante un hecho: "Estoy empezando a ver banderas con una reivindicación política", advirtió. 

"A mí me gusta Madrid porque cuando vengo no hay banderas en los balcones, me gusta que las haya quizás en el Mundial, en la Eurocopa, pero no me gusta que las haya cotidianamente. Si vamos a un repliegue nacionalista, del sí o el no, del blanco y negro, pues los que tenemos matices seguramente lo pasemos peor que los que tienen una posición clara", señaló Guardingo. 

Así, tras denunciar la diputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez una "utilización de la educación" por parte de los independentistas, el senador de En Comú Podem respondió: "Que los libros de Historia en Cataluña son diferentes, pues claro que son diferentes porque la educación en Cataluña es una competencia autonómica. Y hay libros que los hace la consellería d'Ensenyament. Cuando otros partidos ganen las elecciones, pues a lo mejor estaría bien no politizar la educación", esgrimió.

A modo de solución tras el 1-O, el eje sobre el que pivotó el discurso de Guardingo fue la propuesta de un "referéndum pactado" con el Estado. "En Cataluña hay un sentimiento transversal a favor del derecho a decidir, del referéndum acordado, incluso vemos en las encuestas que casi la mitad de votantes del Partido Popular y Ciudadanos estarían por ello", subrayó Guardingo.

Por contra, manifestó que "una declaración de independencia la semana siguiente del referéndum sería el error más catastrófico que podría hacer Puigdemont, primero porque rompería incluso esa mayoría del 80% y comenzaría una división de un espacio que es transversal". "Realmente hay votantes del PP de Cataluña, de Ciutadans, de En Comú, que sienten ese derecho a decidir y que irían a votar expresiones diferentes, un 'sí' algunos, un 'no' otros...", aseguró. Con todo, se inclinó por que "en un referéndum acordado no ganaría una propuesta independentista", si bien se mostró convencido de que "una declaración de independencia rompería de verdad este sentimiento" del derecho a decidir. 

Más allá de cuestionar la unilateralidad del 1-O, Guardingo también cargó contra el Gobierno de Rajoy por "no afrontarlo políticamente"

En este contexto, más allá de cuestionar la unilateralidad del 1-O, el senador de Podemos también cargó contra el Gobierno de Mariano Rajoy por "no afrontarlo políticamente" y valerse del fiscal general del Estado y miles de policías. "No es la respuesta que Cataluña necesita", sentenció.

Guardingo citó también una encuesta de esta semana según la cual el 63% los catalanes tiene intención de ir votar, "un 11% más que lo que marcaba la misma encuesta quince días antes", destacó. "¿Por qué 600.000 catalanes se han sumado a la voluntad de ir a votar?", se preguntó. El senador de En Comú Podemo dijo que, por ejemplo, la convocatoria unilateral del referéndum o las sesiones de los días 6 y 7 en el Parlamento catalán "no son cosas que se hayan hecho bien". Sin embargo, enfatizó que "la respuesta del PP no ha sido política y ni siquiera ha tenido apariencia democrática; enviando a la policía ha soliviantado los ánimos de los catalanes. Sólo con un referéndum pactado, la mayoría del pueblo de cataluña se puede sentir apelada a votar", remachó.

Volviendo la vista atrás, y buscando el origen del problema, Guardingo se refirió a la última reforma del Estatut. El senador morado comentó que los catalanes que dejaron de sentirse españoles lo hicieron "ante lo que ellos consideran, o mucha gente lo ha visto así, como una agresión, como una ruptura de unos acuerdos que había". Es decir, los 14 artículos del Estatut que fueron tumbados por el Tribunal Constitucional.

"Cuantitativamente no son los más importantes, pero el hecho cualitativo de la modificación de aquel referéndum se sintió como una agresión", incidió Guardingo. De este modo, abogó por "corregir eso y reconocer una plurinacionalidad e incluso la entrada de la Unión Europea en la Constitución". 

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