Inditex lidera el malestar de las principales empresas de España con el Gobierno por el caos del plan de desescalada. Las reuniones que los principales directivos de estas compañías mantienen habitualmente con el Gobierno se han vuelto cada vez más tensas y los reproches a la Ejecutivo por la improvisación de las medidas de reactivación económica han subido de tono, según ha sabido Vozpópuli de fuentes conocedoras de estos encuentros.
La empresa de Amancio Ortega lidera el malestar de todas ellas con Pedro Sánchez por su gestión de esta salida progresiva al parón de la economía impuesto en el estado de alarma para frenar el coronavirus. La Moncloa trasladó de forma extraoficial a Ortega que podría reabrir sus tiendas -Zara, Bershka,etc- con la cita previa y las restricciones y medidas de seguridad necesarias a partir del 4 de mayo.
Inditex movilizó a proveedores y sus canales de distribución en todo el mundo para preparar el regreso. Y el sábado por la noche se encontró en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la prohibición de reapertura para establecimientos comerciales con más de 400 metros cuadrados de superficie. Esta salvaguarda imposibilitaba la apertura de la gran mayoría de locales de las marcas de Inditex.
Traición a Inditex
El cabreo de los directivos de la firma gallega y de su presidente Pablo Isla con Sánchez fue "monumental". Se sintieron "traicionados", según cuentas varias fuentes a este diario. Cuando llamaron a La Moncloa para pedir explicaciones, el entorno se Sánchez respondió que la medida se tomó para dar un poco de aire al pequeño comercio. Inditex solicitó al Gobierno la posibilidad de cerrar algunas plantas de sus grandes establecimientos para respetar la norma de los 400 metros. No fue autorizado. La compañía textil abrió el jueves algunas de sus tiendas más pequeñas.
El malestar de Inditex con Sánchez no es el único en el sector empresarial español. La mayoría achaca al Gobierno la falta de un itinerario concreto
Ortega ha jugado un papel relevante, según ha reconocido el propio Ejecutivo, durante la emergencia sanitaria. Inditex ha utilizado su red en China y otros países para facilitar el traslado de material sanitario y de protección a España. La fundación de Ortega a donado material por un valor estimado superior a los 60 millones de euros, a pesar de las críticas que sigue recibiendo habitualmente de uno de los socios de Gobierno, Unidas Podemos.
Inditex dio marcha atrás a un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que tenía previsto para los empleados de tiendas. Y de momento sigue pagando el salario de sus cerca de 35.000 empleados en España con recursos propios.
Los empresarios, contra el Gobierno
El malestar de Inditex con Sánchez no es el único en el sector empresarial español. Las reuniones entre las compañías y los grupos sectoriales de 'desescalada' formados por el Gobierno se han tornado más tensas desde que el jefe del Ejecutivo anunció el plan de salida al confinamiento. La mayoría achaca al Gobierno la falta de un itinerario concreto, la improvisación y la escasa capacidad de escuchar a los afectados.
Las empresas del sector turístico, que junto a la hostelería representan casi el 20% del PIB, han cargado duramente contra el grupo de expertos. Y algún destacado empresario ha llegado a elevar la voz a miembros del Gobierno por el abismo económico que afrontan y la pérdida de miles de puestos de trabajo. Un directivo de una cadena hotelera preguntó si de verdad alguien del Consejo de Ministros pensaba que la gente iba a pagar por confinarse en la habitación de un hotel.
La mayoría de las empresas, a través de la CEOE, está tratando de que el Gobierno adopte medidas que faciliten la reactivación económica. El Ejecutivo prepara también en estas reuniones la compleja negociación que abrirá con Bruselas en las próximas semanas para la solicitud de ayudas económicas. Se llame rescate o fondo contingencia, el Gobierno prevé acudir a la Unión Europea ante el hundimiento de la economía española. El Gobierno ha anunciado una caída del 9,2% del PIB para 2020.