El Partido Popular ha tenido que aplicar un criterio "restrictivo" a la hora de decidir quién acude como invitado a su XIX Congreso Nacional Extraordinario. No es un evento cualquiera. A diferencia de otros congresos, en este se elegirá al futuro presidente de la formación y no faltará ni un solo compromisario. Un total de 3.082 están llamados a votar este sábado en el Hotel Madrid Marriott Auditorium y las entradas a la 'fiesta' se cotizan al alza.
Hasta el expresidente del Gobierno José María Aznar quería pulular el encuentro. Según ha ironizado desde Málaga, el exmandatario no ha tenido "el honor de ser invitado" porque sólo ha sido presidente del PP durante 14 años, del Gobierno ocho años y diputado 20 años, "pero probablemente eso no da derecho a ninguna invitación". Una afirmación a la que el presidente de la Comisión Organizadora del Congreso del PP, Luis de Grandes, ha respondido defendiendo que él renunció a ser presidente de honor, lo que le hubiese garantizado ser compromisario nato, y tampoco se ha presentado para compromisario electo.
Si el partido suele invitar a líderes internacionales, eurodiputados, miembros de otras fuerzas políticas y sindicatos, esta vez la alta afluencia de compromisarios ha obligado a 'recortar' en invitaciones
Además de que, de acuerdo a De Grandes, la militancia "tiene tristeza porque se siente tratada con un cierto desdén" por parte de Aznar, ante quien el partido ha mantenido "mucha deferencia y mucho silencio". Pero más allá del expresidente, cientos de personas se han quedado fuera del acto. Y no por su "desdén", sino por una cuestión logística.
Si normalmente el partido suele invitar a los congresos a líderes internacionales, representantes del Partido Popular Europeo (PPE), miembros de otras fuerzas políticas adversarias o líderes sindicales, en esta ocasión, la alta afluencia de compromisarios y miembros del PP que estará presente en el hotel madrileño ha obligado a la Comisión organizadora a 'recortar' en invitaciones.
Tal y como ha explicado de Grandes, el lugar que acogerá el congreso extraordinario tiene una sala para 2.000 personas, una adyacente para otras mil y una tercera en la que tendrán lugar las votaciones y se instalarán las cabinas, por lo que "caber caben todos", pero ha reconocido que tienen un "problema con los invitados" porque es "ingente" el número de personas que quiere acudir y han tenido que optar por un "criterio restrictivo".
Así las cosas, solo contarán con la presencia de dos invitados internacionales: el presidente del PPE, Josep Daul, y el presidente del Grupo Popular del PPE, Manfred Weber. Tampoco han dado "cupos" a las provincias porque la idea, dice, es que no haya "corralitos regionales". "No quiero que tengan miedo escénico ni sean inducidos al voto, sino que puedan votar en libertad. No quiero presiones", ha insistido.