La exconsellera de Gobernación Meritxell Borrás se ha escudado en la tesis de que la declaración unilateral de independencia (DUI) fue una "expresión política sin consecuencias legales". Ante la insistencia de la Fiscalía, ha asegurado que el texto que se leyó en el Parlamento de Cataluña fue un preámbulo que ni obligaba ni establecía "nada". La respuesta de Borràs sigue la hoja de ruta que la semana pasada marcó el exconseller de Interior Joaquim Forn, quien admitió que la DUI fue una mera "expresión política".
"El tema de que Cataluña era una nación pasó de los artículos al preámbulo, que tiene una expresión política, pero no tiene consecuencias legales", ha señalado Borràs ante el tribunal que juzga la causa del procés. Sobre el acuerdo de gobierno del día 6 de septiembre de 2017 en el que se fijaba la ley del referéndum, ha asegurado que también era "simbólico". "Hubo el acuerdo que usted hace mención, pero era más por dar esta imagen de compromiso que no en la voluntad de gastar dinero público", ha zanjado.
La exconsellera se ha escudado en la cúpula del Govern integrada por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras para librarse de algunas responsabilidades. "Las firmas necesarias para un decreto son las del presidente y el vicepresidente. Mi firma no era necesaria, pero la firma de todos era un símbolo de que íbamos a responder de esa voluntad", ha indicado.
Desobediencia y malversación
La Fiscalía pide para Borrás siete años de cárcel por los delitos de desobediencia y malversación, lo mismo que la Abogacía del Estado. Esta exconsellera es una de los tres acusados que se encuentran en libertad provisional. Vox, que ejerce la acusación popular, solicita para ella hasta 24 años de prisión al acusarle también de un delito de organización criminal.