Política

Pedro Sánchez mueve a Antonio Hernando a Transición Digital para controlar las licencias de televisión

El líder del PSOE, no obstante, sigue sin 'premiar' al exportavoz en el Congreso con un ministerio. Trabajará junto a López para regular los medios de comunicación

  • Pedro Sánchez, Óscar López y Antonio Hernando, en una fiesta del PSOE en 2014. -

Pedro Sánchez movió este lunes otra ficha del organigrama monclovita. El presidente del Gobierno situó a Antonio Hernando, hasta ahora director del jefe de gabinete de Presidencia, en la secretaría de Estado de Telecomunicaciones, desde la que, como explican fuentes socialistas, podrá controlar las regulaciones de las licencias de televisión. Pero no solo, Hernando, que será el número dos de su amigo Óscar López, ministro para la Transformación Digital, podrá influir en el sector de las telecomunicaciones.

"Es una secretaría de Estado muy interesante", resumen las fuentes consultadas. El líder del PSOE, no obstante, sigue sin 'premiar' al exportavoz en el Congreso con un ministerio, algo que lleva mucho tiempo queriendo, según cuentan quienes le conocen. El presidente Sánchez se ha decantado por sus dos viejos íntimos para gestionar el llamado plan de acción democrática con el que el Ejecutivo pretende entrometerse en el ecosistema mediático a la caza del bulo.

El desembarco de Hernando en Moncloa, en octubre de 2021 -repescado tras alejarse de Sánchez en 2017-, generó una polémica que la entonces portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, intentó acallar asegurando que su nombramiento era "absolutamente escrupuloso" con el régimen de incompatibilidades". Y todo porque Hernando fundó en 2019, junto con Pepe Blanco, la consultora Acento, envuelta en la polémica, como ya contó este diario, por fichajes próximos al Gobierno y por incurrir en posibles conflictos de interés.

Sobre López y Hernando, que ahora formarán un tándem en el ministerio, recae el grueso de la gestión de este plan que centraliza Moncloa y ejecutará, en gran medida, el Ministerio de Transformación Digital, a pesar de que el Gobierno ha preferido referirse a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) como la responsable, en un intento de dotar al plan de respetabilidad y evitar el choque con la Comisión Europea.

Cabe recordar que Pedro Sánchez estudia sacar un nuevo canal en abierto en la Televisión Digital Terrestre (TDT). La idea es aprovechar un cambio técnico que mejorará la definición de la señal digital para ocupar el hueco en la banda de emisión con otro canal. Y en el Grupo Prisa se plantean optar por él.

José Miguel Contreras, uno de los directivos del grupo mediático y gurú del presidente del Gobierno, alienta la jugada en plena cruzada de Moncloa contra la Prensa tras el estallido del caso Begoña Gómez -mujer del presidente-. El núcleo duro del Gobierno ve con buenos ojos un nuevo altavoz mediático al que poder influir editorialmente con el fin de lograr ayuda para permanecer al frente de las riendas del país pese a los problemas que enfrenta el presidente.

Fuentes socialistas consultadas por este diario explican que, en esta ocasión, la jugada televisiva que cocina Pedro Sánchez redimiría la jugarreta de José Luis Rodríguez Zapatero contra la compañía editora del diario El País y de la Cadena Ser. Y es que aún resuena el eco de finales de la década de 2000, cuando el expresidente socialista decidió volar el entendimiento con Prisa y alinearse con el empresario de los medios Jaume Roures. Aquella guerra de desgaste fue el fin del entendimiento socialista con sus hasta entonces tradicionales aliados mediáticos.

La conjunción entre Pedro Sánchez y Contreras es total. El empresario, exdirector ejecutivo de La Sexta, ejerce una gran influencia sobre el presidente del Gobierno. La misma que también ejerció, hasta su fallecimiento el pasado enero, Miguel Barroso, el otrora secretario de Estado de Comunicación de Zapatero y fundador de Globomedia.

Sánchez no acostumbraba a tomar una sola decisión sin consultar a los dos y ambos remaron desde dentro para que Prisa volviera a ser un medio afín al inquilino de Moncloa. Es más, tras el fallecimiento de Barroso, la compañía dirigida por Joseph Oughourlian ascendió a Contreras a jefe de contenidos; atalaya desde la que ahora maniobra para que la empresa entre de nuevo al barro audiovisual.

Con el destierro del ya ministro de Transformación Digital, Óscar López -una pata negra de la socialdemocracia, aprendiz de Pepe Blanco y fiel colaborador de Alfredo Pérez Rubalcaba-, y la salida de Hernando, el presidente del Gobierno se ha quedado 'solo' en la atalaya 'monclovita'. Fuentes del Ejecutivo, en conversación con este diario, bromean con que ahora el líder del PSOE es su propio jefe de gabinete pese al ascenso del prestigioso académico cacereño Diego Rubio, de 38 años, al puesto de jefe de gabinete de Presidencia. Sánchez se queda sin dos de las personas que mejor le conocen a su lado y que más capacidad de contrariarle tenían.

Sánchez y López se conocen desde hace tres décadas: comenzaron juntos como asistentes en política europea en los años noventa. Se hicieron íntimos; forjaron el trío de los 'chicos de Blanco' junto al propio Antonio Hernando. Y los tres se distanciaron cuando el aparato del PSOE se revolvió para descabezar a Sánchez. Pero el presidente les terminó reincorporando. Ahora, años después, sigue moviéndoles.

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