El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha abierto la puerta este miércoles a hacer nuevos cambios en el Govern para afrontar "el asedio" del Estado contra el referéndum anunciado para el 1 de octubre, aunque ha puntualizado que no serán inminentes.
Lo ha explicado ante el pleno del Parlament, donde ha comparecido a petición propia para explicar la remodelación que ha hecho en su Govern tras cesar a Baiget la semana pasada por una "pérdida de confianza" después de que el exconseller expresara sus dudas sobre que la Generalitat pueda organizar un referéndum el 1 de octubre.
"Lo volveré a hacer en el futuro en la legislatura actual si fuera necesario, que no lo es ahora mismo", ha dicho después de que en los últimos días se haya apuntado al posible nombramiento de un 'conseller del referéndum' que asuma la operativa de la consulta.
Ha recordado que el presidente de la Generalitat "tiene el derecho de nombrar y cesar a los miembros del Govern" que considere oportunos y por ello ha pedido desdramatizar la reciente restructuración.
No es nada nuevo
"No es nada nuevo" y en gobiernos anteriores liderados por presidentes socialistas y convergentes también se han llevado a cabo reestructuraciones del Ejecutivo con la legislatura ya en marcha: concretamente, en los años 2004, 2006, 2008, 2011, 2013 y 2015.
Por ello, no comprende las críticas "hiperventiladas" que la oposición ha vertido sobre él tras el cese de Baiget, y ha avisado de que no habrá insulto ni grosería que le distraerá ni apartará de su objetivo de celebrar un referéndum vinculante sobre la independencia de Catalunya el 1 de octubre.
Puigdemont ha ensalzado la labor de Baiget y de su sustituto, Santi Vila --que ha pasado de la cartera de Cultura a la de Empleo--, y ha destacado que "la composición de los gobiernos se basa en la confianza", que zozobró cuando Baiget dudó del 1-O.
Considera que "dos personas que piensan distinto pueden tener mucha confianza" pero también puede ocurrir al revés porque, según ha defendido, la confianza no tiene nada que ver con ideologías ni opiniones.
La confianza es indispensable
Ha añadido que la confianza siempre ha sido para él una condición muy importante, que ahora se ha vuelto extremadamente indispensable teniendo en cuenta el "asedio por tierra, mar y aire del Gobierno del Estado, sus socios parlamentarios, los aparatos del Estado y los grandes grupos de comunicación".
Como prueba de la importancia que tiene para él la confianza, ha recordado que se sometió a una cuestión de confianza hace unos meses cuando tuvo motivos para creer que el Parlament la podría haber perdido en él: "Lo apliqué a mí mismo. Difícilmente podríamos pedir a los ciudadanos que confíen en este Govern si el Govern no se aplica la misma exigencia".