Mariano Rajoy finalmente sí ha dado el "golpe de efecto" en materia de pensiones que le reclamaban varios miembros de su partido y que hasta anoche negaba su entorno: el presidente del Gobierno ha iniciado hoy el debate monográfico de pensiones en el Congreso anunciando que en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2018 va a proponer "una mejora en las pensiones mínimas y las de viudedad", así como "ayudas en el IRPF" a los jubilados y las "familias".
Es decir, con la aprobación de los Presupuestos todavía en el aire por falta de mayoría parlamentaria, el jefe del Ejecutivo traslada así la presión de la movilización de los pensionistas en las últimas semanas a toda la Cámara, en particular a sus socios, PNV y Ciudadanos; incluso al PSOE, que mantiene su no a las cuentas públicas y ahora sufrirá también el dilema social de dejar caer un presupuesto que incluya esas mejoras.
En lo que no está dispuesto a transigir Rajoy es en anular el índice de revalorización de las pensiones, que pide toda la oposición y hasta el propio PP estaba dispuesto a reconsiderar; lo va a mantener porque "está siendo un elemento determinante para garantizar la viabilidad del sistema".
"Mientras yo sea presidente, las pensiones no se van a congelar, subirán siempre y haré lo que pueda para mejorarlas. Subirán todo lo que sea posible"
Su discurso inicial -ahora está en el turno de réplicas de los grupos- ha estado repleto de declaraciones rotundas para transmitir tranquilidad de que el sistema público de pensiones no corre peligro porque es garantía de "convivencia". Mientras él sea presidente las jubilaciones "no se van a congelar" y, si es posible, se subirán. Eso sí, no va a dar marcha atrás en ninguna reforma de pensiones realizada durante la crisis económica, ni la de 2011 con el PSOE, ni la de 2013 bajo su Gobierno, si bien considera necesario dar "un nuevo impulso" al Pacto de Toledo.
"El Pacto de Toledo hoy necesita un nuevo impulso, pero no una rectificación", matizó acto seguido. Su importancia y revitalización está precisamente en no volver a empezar de cero", ha dicho el jefe del Ejecutivo, que ha propuesto "avanzar sobre lo construido y no dar marcha atrás en ninguna de las reformas de los últimos años".
"Porque, en España, la pensión media representa el 72,3% del salario previo a la jubuilación; en la OCDE es el 52%. Es decir, en España estamos 20 puntos por encima de la media de los 25 países más desarrollados del mundo", ha desgranado el inquilino de La Moncloa.
El jefe del Gobierno asegura que si las pensiones están hoy garantizadas en España es porque se ha conseguido invertir la tendencia en la destrucción de empleo que dejó el PSOE
La reforma de 2011 retrasó hasta los 67 años la edad de jubilación y la de 2013 cambió la revalorización de las pensiones, vinculada hasta entonces a la inflación, por una fórmula que tenía en cuenta la previsión de ingresos y gastos, y que desde entonces ha limitado las subidas en su resultado suelo, un 0,25%, además de introducir un cambio en el cómputo de la pensión inicial, conocido como factor de sostenibilidad.