Zarzuela prepara ya algunos borradores sobre el mensaje de Navidad de Felipe VI. El discurso del Monarca tendrá lugar tan sólo tres días después de las cruciales elecciones autonómicas de Cataluña, las más importantes celebradas en esa comunidad en los últimos cuarenta años. Las palabras del Rey atenderán al resultado que arrojen las urnas, según fuentes consultadas.
El mapa político catalán está aún por diseñar y nadie es capaz de adivinar qué panorama emergerá una vez concluido el escrutinio. El eje central del discurso Real, no obstante, se centrará de nuevo en la contundente defensa de la Constitución, las instituciones y el Estado de derecho.
No hubo referencia explícita a Cataluña en el discurso del pasado año, aunque algunos pasajes estaban referidos directamente al denominado 'procés', que por entonces anunciaba ya momentos de enorme tensión. Dijo entonces Felipe VI que "la intolerancia y la exclusión, la negación del otro o el desprecio al valor de la opinión ajena no pueden caber en la España de hoy" y exhortó a mejorar la "convivencia" así como "el respeto y la consideración a los demás". Parecieron entonces palabras demasiado vaporosas con relación los episodios que ya se barruntaban en un horizonte plagado de funestos presagios.
Operación diálogo en marcha
Zarzuela no quiso entrar a fondo en e núcleo modular del problema. Por entonces todavía estaba en marcha la denominada 'operación diálogo', que lideraba la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y que derivó en un absoluto fracaso. Meses después, el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont consumó su desafío, celebró un referéndum ilegal, promulgó leyes contra los dictados de la Constitución y el Estatut, proclamó la independencia y la república y el Gobierno central puso en marcha el artículo 155.
Entre el mensaje navideño del pasado año y el que tendrá lugar el próximo día 24, el Monarca protagonizó otra intervención, sin duda el más trascendental de su reinado, el pasado 3 de octubre, tras la convulsa jornada del 1-O, en la que el Gobierno de la Generalitat se sublevó contra los poderes del Estado y contra el ordenamiento jurídico de nuestro país.
Don Felipe se refirió entonces a que "ante esta situación de enorme gravedad, que requiere el firme compromiso de todos los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estadio asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones y la vigencia del Estado de derecho".
Nunca hubo palabras tan claras desde la Corona frente al desafío secesionista. Un discurso celebrado, apoyado y aclamado por todas las fuerzas democráticas y que levantó recelos y criticas en los sectores secesionistas y que animó e impulsó a un sector de la sociedad catalana a salir a la calle en dos oportunidades en una demostración cívica inusitada. Una intervención esperada que impulsó al Gobierno a dar el paso al frente de poner en marcha el artículo 155, una vez consumado el disparate de la proclamación de independencia en el Parlamento catalán.
Sin aquel mensaje del Monarca del día 3 de octubre, posiblemente estaríamos ahora ante otro panorama. Ahora se aguardan también las palabras del Rey de la próxima Nochebuena con expectación y esperanza. La Corona es símbolo de la unidad de la Patria, según señala la Constitución. Don Felipe actúa en consecuencia, en cumplimiento de este mandato.