El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha mantenido contactos discretos con miembros de ERC y JxCat para intentar facilitar su abstención en la investidura de Pedro Sánchez. Varias fuentes del PSOE revelan a Vozpópuli que la labor de Zapatero ha sido pactada con el presidente en funciones y que ha “dado resultado” con ERC. El entorno del expresidente niega esa labor de intermediación y afirma que “en todo el verano” no ha habido contactos con las formaciones catalanas.
En los últimos meses Zapatero ha respaldado de manera “discreta” a Sánchez, aseguran en el PSOE. Su actuación se ha desempeñado al margen del presidente en funciones, pero de acuerdo con su criterio, y se ha dirigido a intentar rebajar la tensión con los partidos independentistas de cara a las sesiones de investidura. En las dos votaciones de julio, ERC se abstuvo en el hemiciclo. La investidura, no obstante, fracasó por la decisión de Podemos de no votar a favor de Sánchez.
Los contactos, aseguran fuentes socialistas, siguen en marcha y han servido sobre todo para el acercamiento con ERC. Sánchez quería que el partido republicano de Oriol Junqueras y Gabriel Rufián se abstuviera, puesto que considera que un apoyo explícito puede resultar contraproducente desde el punto de vista de la imagen pública. En el PSOE argumentan que, además de los contactos con Zapatero, también en las reuniones oficiales los delegados socialistas han empujado hacia esa abstención. En el caso de JxCat, sin embargo, la labor de los sherpas socialistas, y concretamente de Zapatero, no ha tenido suerte.
Más allá de la abstención de ERC, en el PSOE aseguran que la labor del expresidente también se ha dirigido hacia Podemos
En conversación con Vozpópuli, no obstante, el entorno del expresidente Zapatero niega haber trabajado para rebajar las exigencias de ERC, ni siquiera de forma discreta. Y resalta que “en todo el verano” el expresidente no ha hablado con representantes de las fuerzas políticas mencionadas.
"Estudiar" los indultos
A finales del pasado mes de junio, Zapatero hizo unas polémicas declaraciones en la radio catalana Rac1 en las que, según varios analistas, dejaba abierta la puerta a un indulto de los presos investigados por el 1 de octubre. El socialista negó a las pocas horas haber sostenido esa tesis. "Decir que soy partidario de los indultos a los políticos presos es un gran fake", contestó en otra entrevista en OndaCero, en la que remarcó que es "partidario de estudiar los indultos, si se piden".
Más allá de la abstención de ERC, en el PSOE aseguran que la labor del expresidente también se ha dirigido hacia Podemos. Pablo Iglesias tiene una buena consideración del socialista y en su última entrevista en la Cadena Ser dejó intuir que, tal y como se ha ido publicando en varios medios, el inspirador de su propuesta in extremis sobre las políticas activas de empleo para desbloquear la investidura fue el propio Zapatero.
Fuentes del PSOE afirman que en efecto estuvo el expresidente detrás de aquella iniciativa, y que Sánchez estaba al tanto. Aunque esta versión no se ha oficializado. Pero remarcan que el ofrecimiento fue malinterpretado por Iglesias, puesto que no representaba una alternativa al ministerio de Trabajo, tal y como lo presentó el secretario general de Pode. Esa posición del líder morado irritó a los socialistas: diputados y portavoces del PSOE van repitiendo desde entonces que “se ha roto la confianza” con los morados.
Referéndum de autodeterminación
A lo largo de los últimos meses, Zapatero ha trabajado siempre al lado de Sánchez. También cuando, después de las últimas polémicas visitas a Venezuela, el presidente del gobierno socialista le pidió que dejara esos viajes. Miembros del Consejo de Ministros amenazaron con dimitir si Zapatero hubiera seguido con esas visitas, sostienen fuentes socialistas.
Ahora, con el objetivo de sellar un gobierno en minoría, Sánchez cree que todas las ayudas son bienvenidas. Pero está decidido en no pedir nada más que la abstención a los independentistas y a no contar con miembros de Podemos en el Consejo de Ministros. El temor a que de ahí puedan abogar por un referéndum o una consulta sobre la autodeterminación sigue siendo el gran fantasma de la política en España.
