O amnistía o elecciones. Ese mantra, repetido por el PP tras la investidura fallida de Feijóo, ha sido asumido también, en opinión de los populares, por Sánchez y Armengol. El líder socialista y la presidenta del Congreso han retrasado sine die la fecha para la investidura del nuevo candidato propuesto por el Rey a la espera de un apoyo que no llega, el de Junts, y "para evitar que puede haber otro intento de Feijóo si Puigdemont no cede".
Esto se hace porque a Sánchez le siguen faltando los apoyos de Junts y porque no quiere dejar abierta la posibilidad de un nuevo debate de investidura de Feijóo antes de que se disuelvan las Cortes
Esa es, en opinión de miembros de la dirección nacional del PP, la otra "razón oculta" de Moncloa para "dar la orden al Congreso" de no fijar, "por primera vez en la historia", la fecha de un debate de investidura: "Esto se hace porque a Sánchez le siguen faltando los apoyos de Junts y porque no quiere dejar abierta la posibilidad de un nuevo debate de investidura de Feijóo antes de que se disuelvan las Cortes".
"No quiere arriesgarse"
Los mensajes transmitidos por el Gobierno, explican desde Génova, "indican que están preparándose para una investidura a mediados de noviembre" y que, hasta entonces, "echarán el resto para convencer a Puigdemont sin que se les vaya ERC… y blindar un apoyo del PNV que tampoco está claro".
Desde la ejecutiva de Feijóo se destaca, en ese sentido, que después de la investidura fallida del candidato del PP, el PNV decidió "tender la mano" tanto al PP como al PSOE, en una estrategia "más de cara a la galería" pero que, en opinión de los populares, tiene "preocupado" a Sánchez: "Él no quiere arriesgarse a no lograr su investidura y que luego el PNV, para evitar nuevas elecciones, desbloquee la nuestra. Por eso, prefiere no dar tiempo a una posible nueva ronda de contactos".
El papel de los nacionalistas vascos, en todo caso, se presenta clave en las próximas semanas: "Desde Moncloa y Ferraz dan por hecho su apoyo pero empiezan a existir dudas en el PNV". Un partido al que "podría interesar" marcar distancias con Bildu "votando diferente" de los abertzales o "forzando nuevas elecciones" para mejorar sus resultados antes del adelanto de las autonómicas que ya dan por hecho en Génova.
El PP presiona a Armengol
El PP, en todo caso, ve más cerca el pacto de Pedro Sánchez con Junts y por ese motivo prepara toda una ofensiva tanto en las calles como en el Tribunal Constitucional contra la amnistía de Puigdemont a cambio de los votos afirmativos de los independentistas catalanes en la investidura. Pese a ello, eso sí, exige a Francina Armengol que fije ya fecha para ese debate, tal y como se ha hecho siempre que el Rey ha propuesto un candidato a la presidencia del Gobierno.
El pasado miércoles, de hecho, Cuca Gamarra dejó a las claras en la Cámara Baja la posición del PP. Después de denunciar las negociaciones del Ejecutivo con Puigdemont, echó en cara a la presidenta del Congreso que no haya fijado la fecha del debate de investidura, a diferencia de lo que sucedió con Feijóo: “Lo que tenía sentido en agosto, parece que no lo tiene ahora”. Añadió, en este sentido, que la fecha no puede quedar en manos del candidato ni a expensas de un prófugo de la justicia".
Desde el PP consideran que la actitud de Armengol "no es una anécdota", sino que "se está pervirtiendo el proceso de investidura” y acusa a la presidenta del Congreso de "ser una marioneta del presidente y de un prófugo de la justicia como es Puigdemont”.