Pedro Sánchez tendrá en Alberto Núñez Feijóo a su tercer adversario en el PP tras Mariano Rajoy y Pablo Casado. La implosión del principal partido de la oposición ha sorprendido al Gobierno en otra de sus operaciones habituales para tapar la derrota electoral en Castilla y León: dos consejos de ministros semanales para reforzar la acción del Ejecutivo. Después llegó la guerra en Ucrania y lo paró todo.
Pocas personas saben mejor que Sánchez lo que significa tomar las riendas de un partido roto. Y además liderarlo desde fuera del Parlamento. Queda la duda de si Feijóo irá al Senado, lo que le permitiría preguntar a Sánchez una vez al mes. Ferraz espera cambios con respecto a la era Casado, aunque su idea es seguir explotando la dependencia de Vox.
La lectura que hace Ferraz es que Feijóo, al que ven “más conservador que liberal”, dará un aire diferente al PP. Y de buenas a primeras no se descarta un giro en algunas materias pendientes, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial o una oposición menos agresiva en el reparto de fondos europeos.
El gran pacto de Feijóo
Altos cargos del PSOE confiesan en privado que Feijóo es perfectamente capaz de ofrecer a Sánchez una especie de pacto global, casi una gran coalición con apoyo parlamentario externo del PP. Esta situación, reconocen fuentes socialistas, colocaría al presidente ante una posición muy difícil frente a su socio Podemos y sus aliados de investidura. La estabilidad que un acuerdo PSOE-PP daría una inestabilidad inédita en la última década y muy necesaria ante la convulsión que vive Europa por la invasión rusa de Ucrania.
La dirección del PSOE, sin embargo, cree que Feijóo tendrá necesidades urgentes en varios frentes, según fuentes consultadas por Vozpópuli. “Feijóo necesita sujetar un partido completamente roto, y cuyos cuadros han sido colocados por Casado y Teodoro García Egea”, explican. “Aunque quiere llegar por aclamación no está claro si tendrá rivales en el congreso extraordinario, y la magnitud de esos rivales”.
Otra de las claves está, dice el PSOE, en que Feijóo tiene que dejar de ser el presidente de la Xunta para convertirse en candidato a la presidencia de España. “Es un proceso que lleva su tiempo”, señalan fuentes socialistas, que recuerdan como Juan Espadas está inmerso en un operación similar (de alcalde de Sevilla a aspirante a la Junta de Andalucía). “Feijóo ha tenido mucho éxito con su proyecto para Galicia, pero ahora necesita uno para España, y necesita hacerlo en poco tiempo”.
A pesar de estos cambios, el PSOE no piensa en un cambio inmediato de estrategia. La presión de Vox al PP es el arma que Sánchez quiere seguir usando. En especial, si como parece, acaban pactando el Gobierno de Castilla y León. Es cierto que Feijóo ha sido siempre muy crítico con la formación de Santiago Abascal. De hecho, ha conseguido mantener a Vox fuera del Parlamento gallego.
Sánchez insiste con Vox
El PSOE ha puesto en duda estos días ese perfil moderado de Feijóo. Es cierto que se le ve como un líder "más de derechas". Ferraz insiste en sembrar dudas sobre la voluntad del futuro presidente del PP de romper definitivamente con Vox. "A ver si es verdad", dicen estas fuentes. Esta estrategia es la que más rédito le ha dado Sánchez desde que llego a La Moncloa con la moción de censura. "Os vais a enterar de quien es Feijóo", dicen que ha trasladado el PSOE de Galicia sobre su figura.
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, advirtió recientemente a Feijó que "se cuide de los informes de Génova". "No vaya a ser que alguna foto suya vuelva a salir", dijo Cerdán durante la clausura clausura del IX Congreso provincial del PSOE de A Coruña, celebrado hace unos días.
