España

Opacas e inseguras: al menos dos tarjetas black fueron 'clonadas' por delincuentes en 2003 y 2005

El juez Andreu pide a Visa que le informe de "los cargos ordenados ilícitamente" en los plásticos de directivos de Caja Madrid y Bankia. Con la de Fernández del Río gastaron 8.564 euros. Con la de Luis Gabarda, 2.294. El magistrado apunta en una providencia que pudo haber más casos.

  • Un preferentista se manifiesta con un cartel alusivo al uso de las tarjetas black.

Las tarjetas black fueron 'opacas' para Hacienda, pero muy transparentes para los delincuentes. Tanto, que varias de ellos fueron clonadas y utilizadas para hacer compras sin conocimiento de sus titulares. Así aparece recogido en una reciente providencia del titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, en la que éste pide a Visa SA y al Servicio de Medios de Pago (Sermepa) que le detallen "a la mayor brevedad" todos los datos que tengan en su poder sobre "la clonación de varias tarjetas entregadas a consejeros, con identificación de las mismas y de los cargos ilícitos detectados en ellas". El magistrado quiere saber también si se reclamó a la compañía de seguros "que aseguraba el riesgo de mal uso" la devolución de dichas cantidades y la fecha en la que se abonaron dichas "indemnizaciones". El escrito del juez hace referencia expresa al caso de José María Fernández del Río, consejero nombrado a propuesta del PP y cuyo 'plástico' fue utilizado en 2003 para hacer pagos indebidos por al menos 8.564 euros, según los datos recabados por Vozpópuli. En el sumario consta, además, un segundo caso, el de Luis Gabarda Durán, jefe de gabinete de Miguel Blesa, quien en un recurso aseguraba que en 2005 también 'clonaron' la suya, con la que gastaron en el extranjero 2.294 euros en sólo tres días.

La tarjeta 'clonada' de Fernández del Río fue utilizada para hacer al menos 43 compras en Internet desde enero de 2003, aunque el fraude no fue detectado hasta julio de ese año 

Estos dos fraudes fueron descubiertos en su día por el Departamento de Seguridad de Caja Madrid. En el caso de Fernández del Río, la 'clonación' fue detectada en julio de 2003, aunque, según consta en la relación de gastos, su uso presuntamente delictivo se remonta a comienzos de ese año, poco después de su entrega. En concreto, al 9 de enero de aquel año. Ese día, poco antes de las diez de la mañana, alguien utilizó el 'plástico fraudulento' para hacer una compra en una web de perfumes por 171,19 euros. Ese cargo fue identificado como irregular cuatro días después, y respuesto su importe. De hecho de las 43 compras supuestamente irregulares que refleja la relación de cargos de la tarjeta del consejero incorporada al sumario, 16 fueron restituidas a las pocas jornadas de producirse. Las otras 27, sin embargo, consiguieron pasar en un primer momento inadvertidas y no se consideraron como indebidas hasta el 2 de julio. Ese día, todos sus importes fueron compensados por un seguro justo después de que Caja Madrid alertase de la existencia de la visa fraudulenta.

Los cargos indebidos, sin embargo, habían cesado un mes antes, el 2 de junio. Así, en los seis meses en los que los delincuentes supuestamente utilizaron la 'tarjeta clonada' de Fernández del Río realizaron multitud de compras con ella, todas ellas en tiendas en Internet y nunca por cantidades excesivamente altas. De hecho, la cifra más elevada son los 444 euros gastados el 24 de abril en la página web de la FNAC, y que fueron devueltos tres días más tarde. Las adquisiciones más económicas también corresponden a este establecimidento: dos de 7 euros cada una, de marzo y mayo respectivamente. Entre ambas cantidades, decenas de compras, la mayoría de unos pocos cientos de euros que hicieron que las alertas tardaran en activarse. Entre los establecimientos donde se realizaron, además de la FNAC, destacan páginas web de 'telemarketing', tiendas 'online' de ropa y perfumes y algún establecimiento de venta por Internet de material informático. En total, 8.564 euros supuestamente gastados con la tarjeta 'clonada'.

Entre medias de todos estos gastos, el propio Fernández Río realizó diversos cargos con su 'visa opaca', principalmente en restaurantes de lujo. De hecho, a nombre del consejero a propuesta del PP figuran gastos por un total de 47.723,71 euros realizados entre enero de 2003 y julio de 2006. La antigüedad de este último cargo y el hecho de que la cuantía global no superase los 50.000 euros hizo que el juez Andreu archivara la causa contra él el pasado mes de abril al considerar que el delito de apropiación indebida que le imputaba había prescrito al haber transcurrido más de cinco desde su última infracción. Fernández del Río no figura en la lista de trece exconsejeros y exdirectivos que han devuelto todo o parte de lo gastado.

Once cargos en el extranjero

El segundo caso conocido hasta ahora de tarjeta 'clonada' es el de Luis Gabarda. Según aseguró el propio directivo de Caja Madrid en un escrito recientemente remitido a la Audiencia Nacional para justificar que figurase como titular de dos 'visas opacas', el que fuera jefe de gabinete de Blesa detallaba que éstas no coincidieron en el tiempo, sino que una sustituyó a la otra después de que el Centro de Seguridad de Tarjetas de la entidad financiera le informase el 14 de enero de 2005 que acababan de detectar once cargos por "importes elevados" realizados con su tarjeta en el extranjero mientras él estaba en España. Al parecer, la alerta se disparó porque cinco de ellos se habían realizado con apenas un minuto de diferencia. Algo similar ocurrió al día siguiente con otras cinco compras. El 12 de enero también figuraba un abono sospechoso. En total, los autores de la 'clonación' de la tarjeta de Gabarda gastaron 2.294 euros en establecimientos dispares y por importes muy distintos.

La de Gabarda fue utilizada para hacer once compras en el extranjero en tan sólo tres días. El más elevado, 728 euros gastados en una llamada telefónica desde una cabina

Así, en la documentación que Bankia remitió en su día a la Audiencia Nacional con todos los gastos hechos con las 'black' figura una de estas compras sospechosas de sólo 6,58 euros realizada en una farmacia. En el extremo opuesto, 728 euros de una tacada en una llamada de teléfono desde cabina. En ningún caso consta en qué país se realizaron. Entre ambas cifras aparecen 25,82 euros en un establecimiento de comida rápida; otros de 66,90 y 44,71 en hoteles; y uno de 61 en una tienda de ortopedia. También figuran cargos por 438 y 113 euros en grandes almacenes, 562 en un "bazar, regalos"; 146 en otra farmacia y 102 en un restaurante. De los tres días, el 14 de enero de 2005 fue el que más gastaron los delincuentes, cerca de 1.600 euros. Sin embargo, en los cinco cargos que hicieron el día anterior sólo desembolsaron 274 euros. De todos modos, no todos estos cargos terminaron constando en la lista de dispendios de la 'black' de Gabarda ya que al menos dos (uno de 438 en un gran almacén y otro de 102 en un restaurante) fueron descontadas de su saldo final. Lo que no se le descontó fueron los 130 euros que esos mismos días él sí gasto en un restaurante de lujo de Madrid.

Gabarda, que dimitió de cargo en Inversis en octubre, al poco de estallar el escándalo de las 'black', gastó con la suya una media de 23.000 euros anuales entre 2003 y 2008, según la documentación incorporada al sumario. Durante su declaración ante el juez Andreu como imputado el pasado 13 de marzo, aseguró que él no hizo "comprobaciones" sobre si se hicieron retenciones a los cerca de 140.000 euros que cargó a la misma. El extracto de su 'visa opaca' revela que el exconsejero de Caja Madrid era asiduo del elitista Real Club Puerta de Hierro, donde gastó 5.132 euros, y del restaurante del mismo, en el que cargó 1.292 euros a su tarjeta. Además, en un sólo día de abril de 2005 dilapidó 1.657 euros en "clubes, discotecas, pubs y salas de fiesta". También constan pagos en El Corte Inglés, gasolineras, armerías, líneas aéreas, gimnasios, perfumerías y tiendas 'outlet', entre otros. El pasado 5 de mayo, el juez Andreu archivó la causa contra él al considerar que, como otros 11 directivos, la 'visa opaca' tenía en su caso el carácter de complemento retributivo. No obstante, le mantiene como partícipe a título lucrativo del delito. De hecho, no consta que el exjefe de gabinete de Blesa haya devuelto lo gastado.

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