Jaime Guerrero Messousi fue el último menor víctima de las bandas juveniles en Madrid. Su historia es como la de miles de jóvenes que han sido seducidos por estos grupos que venden sus 'hazañas' en redes sociales. Música, dinero, drogas, respeto o violencia son algunas de sus consignas con las que buscan captar a nuevos integrantes.
"Machete debajo de la cama... sé que algún día voy a tener que cumplir la condena pero no estaré en España". Son algunas de las frases que entona en sus videoclips musicales Tupasky, uno de los líderes de los Trinitarios de Torrejón, que ha sido detenido en multitud de ocasiones por las fuerzas de seguridad. Es habitual recorrer la red social de Youtube y encontrar a miembros de las bandas juveniles cantar estrofas con proclamas a sus 'coros'.
Todo con un denominador común. El género musical Drill, un derivado del Trap que utiliza unas letras más violentas y que ya ha intentado ser censurado en varios países. El Drill tiene su cuna en los suburbios de Chicago en el 2010 y destaca por sus consignas agresivas. Dos años después saltó al continente europeo para situar su foco en Londres.
Allí las bandas utilizaron este nuevo género para potenciar sus consignas, lo que provocó de forma indirecta un aumento de sus miembros y de los hechos delictivos. Fue tal su magnitud que la policía londinense pidió a la red social que eliminara algunos de estos vídeos y cerrara las cuentas de los artistas.
Ahora, casi una década después, el Drill ha llegado a España, acompañado de sus hermanos de la música urbana, y es utilizado por las bandas juveniles. Sus cantantes celebran el hecho de vender drogas, ostentan poseer grandes cantidades económicas, muestran armas y consumen sustancias.
Operación Sana
"Estos extremos despiertan la curiosidad y atraen a los menores de edad", afirman los investigadores de la Policía Nacional en el sumario de la Operación Sana, al que ha tenido acceso Vozpópuli, que han analizado algunos de estos vídeos para liberar de una red de explotación sexual a varias menores tuteladas por la Comunidad de Madrid. Esta organización contaba presuntamente con la colaboración del rapero Saymol Fyly. Según las pesquisas practicadas, este joven captaba a menores para luego iniciarlas en el consumo de drogas y posteriormente en la prostitución.
Este rapero se encuentra en libertad hasta la espera de juicio pero sigue subiendo en Youtube nuevos temas acompañados de sus amigos. En algunos de sus vídeos, que aparecen en el atestado policial de la investigación, se observa como corta con un cuchillo una piedra de hachís mientras en la mesa hay un arma de fuego. Los agentes también constataron que las menores explotadas habían estado en algunas de las viviendas donde filmaba. Son calificados sus mensajes como "señuelos útiles" para captar a los menores.
Crimen Isaac
Otro de los casos que han tenido como epicentro las plataformas musicales fue el asesinato del rapero Isaac. Este joven no pertenecía a ninguna banda pero su eclosión al firmar un contrato con una productora llamó la atención de estas organizaciones. Él se negó y acabaron con su vida. Los agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional estudiaron los vídeos del presunto asesino del joven David Bárcena.
Portaba y exhibía bandanas de color negro y también indumentarias que cercionaban su pertenencia a los DDP. "Pa' dar machetazos siempre me preparo", llegaba a entornar este joven mientras aparecía conduciendo un patinete. Precisamente, en un patinete fue como presuntamente alcanzó a Isaac y huyó del lugar acompañado de otros tres menores.
"Salimos de negro todo encapuchados no jueguen conmigo que ya he 'demostrao'", son otras de sus estrofas de sus videos. Todo se incluye en las investigaciones policiales de casos que aún están abiertos. Porque en muchas ocasiones, en sus letras, confiesan los delitos que ya han cometido. Unas confesiones con altavoz que llegan a muchos otros jóvenes que son engatusados para repetir estas acciones.
Morad y la 970
Otro de los grandes representantes de la música Drill en España es el rapero Morad, que combina este estilo con el Hip Hop. Un artista que figura entre los cantantes más escuchados en nuestro país, según las listas de la plataforma Spotify y que ya ha tenido algunos altercados violentos.
Precisamente, esta semana ha comenzado un juicio contra él en Barcelona. Se le acusa de haber intentado presuntamente robar en un piso de la ciudad condal.
Este joven, de L'Hospitalet de Llobregat, ha creado un gran legión de seguidores, que se consideran los MDLR, que viene del término francés 'Mec de la rue', los niños de la calle.
En los últimos tiempos se ha generado una gran tensión entre sus fanáticos y los de otro grupo de cantantes que se hacen llamar la 970. Un enfrentamiento musical con 'recaditos' en las estrofas de sus canciones que alcanzó su cénit hace algunas semanas. Tuvo su epicentro en la localidad de Leganés.
A este municipio, que es el barrio de la 970, se desplazó Morad en persona para grabar varios videos que posteriormente subió a su cuenta de Instagram. Decenas de jóvenes, fanáticos del conocido rapero, siguieron sus pasos pero al final, afortunadamente, todo quedó en 'tensión musical'.
TikTok
Otra de las principales plataformas que utilizan las bandas para divulgar sus mensajes es la aplicación de TikTok, donde tienen un público especialmente adolescente. Videos cortos con mensajes potentes. Sirven tanto para homenajear a las víctimas como para retar a sus rivales.
Su gran exposición pública ayuda a dibujar un entorno y el perfil de los miembros de las bandas. Muchos se viralizan y son estudiados por los agentes de Información. En este caso los mensajes reflejan quién pertenece a cada grupo.
Los emoticonos de corazones verdes y piñas son los trinitarios, mientras que los dominican utilizan un orangután y corazones negros. Dedican mensajes de apoyo a sus amigos y retan a sus enemigos. Es la forma más sencilla de las bandas para captar a sus 'simpatizantes'.
La Policía Nacional cifra en cuatro centenares los integrantes de las bandas latinas en toda la Comunidad de Madrid pero son miles los que reenvían y comparten sus mensajes en estas redes sociales. En demarcación de Guardia Civil son 175 los miembros identificados que están relacionados con estos grupos.